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sábado, 6 de octubre de 2018

Criticando Clásicos: 'Sonata de Otoño' de Ingmar Bergman (Höstsonaten)

Cuando una persona quiere ampliar su conocimiento sobre el mundo del cine con el objetivo de saborear nuevas experiencias de un nivel 'superior' (por decirlo de alguna forma), cuando se buscan aquellas pequeñas joyas poco conocidas por el público general debido a su naturaleza "anti-comercial"... en fin, cuando uno anhela cine de calidad es inevitable encontrarse, tarde o temprano, con la figura de Ingmar Bergman. Yo, personalmente, tenía muchas ganas de empaparme en la obra de este cineasta sueco, y gracias a las sesiones semanales que se están proyectando en uno de mis cines de confianza (Málaga Nostrum) he hallado la excusa perfecta para comenzar. Estamos en una buena época para descubrir su legado. Id al cine a verlo, si podéis. Os lo recomiendo encarecidamente.

Höstsonaten es un filme (¿casi?teatral. Su trama se desenvuelve mediante el uso continuo del diálogo, con apenas cuatro intérpretes en una sola localización concreta y un período limitado de tiempo. Este tipo de películas son un arma de doble filo: por una parte, hay una gran posibilidad de que acabe siendo aburrida, monótona y simple en exceso; no obstante, en el caso de que se haga bien, el resultado puede dar lugar a obras maestras únicas que guardan un mérito mucho mayor que cualquier otra cinta convencional (como, por ejemplo, 12 hombres sin piedad, Reservoir DogsLa Huella).
Y Höstsonaten cae en esa última categoría.

Su éxito reside en la calidad de los diálogos, las trágicas implicaciones de la historia, la dirección sobria e íntima de Bergman y la arrolladora potencia dramática de las dos actrices principales.

Esta crítica será breve, ya que Sonata de Otoño goza de gran sencillez (de hecho, podría decirse que la película está compuesta por dos escenas, nada más) y puede resumirse perfectamente con el párrafo anterior. Efectivamente: estamos ante una de esas piezas magistrales capaces de demostrarnos que no es necesaria una cantidad inmensa de dinero para atrapar y conmocionar al espectador.


Los detractores de Bergman siempre le han acusado de ser demasiado "metafórico", "ininteligible" o "indescifrable" (cosa de la que yo aún no puedo dar fe, pero comprobaré por mí mismo dentro de poco). Bien, pues en esta ocasión es todo lo contrario. El guión es cristalino como el agua y contundente como una locomotora. Las sutilezas son abandonadas por un mensaje que no se esconde, sino que quiere ser oído alto y claro. Ver Höstsonaten no es una experiencia amena o agradable. Se trata de un filme agresivo y muy duro de ver. Habrá muchos (muchísimos) que no salgan contentos de la experiencia, quizás hasta no quieran volver a verla... y es ahí donde reside uno de los varios testimonios que afirman su grandeza. En la vida, enfrentarse contra ciertos tópicos es incómodo, sí, pero también necesario. Y si una película es capaz de dejarte tan impactado y reflexivo de forma totalmente intencionada, sabes que ha hecho un trabajo impecable.

Ingrid Bergman y Liv Ullmann, habéis dejado vuestra huella en la historia del cine dando dos de las actuaciones más intensas y reales de todos los tiempos, en un duelo interpretativo que no para de crecer y crecer, superándose ambas con cada nuevo diálogo que ofrecen. Sobre ellas reside gran parte del peso de la obra, y es debido a ellas que Höstsonaten ha alcanzado su máximo potencial y se termina de confirmar como una de las mejores películas jamás rodadas. Han sabido dar vida a un guión magistral que representa el pilar principal del filme. Cada frase, cada escena, cada monólogo, cada descubrimiento, cada revelación y cada posterior consecuencia de todo lo mencionado se conjuntan para dar forma a una historia que es contada de forma simple, pero detrás guarda un sinfín de matices increíblemente complejos. Bergman imprime el drama con esos primeros planos de gran intimidad y poder emotivo, sacando a relucir lo mejor de sus actrices y su guión.
Me impresiona cómo, con tan poco, se habla de tantas cosas: personas infelices, aprisionadas y atormentadas que han transmitido (¿sin querer?) esa agonía a las generaciones siguientes, a los familiares, a los amigos. Sentimientos y libertades reprimidas chocan, sin caer en lo lacrimógeno o exagerado. La figura materna es esencial y, de no ser llevada a cabo correctamente, puede traer terribles efectos en personas inocentes (nótese cómo la hija mayor es saludable físicamente y tiene carencias psicológicas, mientras que la menor tiene deficiencias físicas pero nunca dejó de amar a la madre). Al final el perdón es vital, sin embargo, el filme nos deja con una nota de ambigüedad respecto de la culpa y la responsabilidad... para que saquemos nuestras propias conclusiones.

Höstsonaten no es una película "perfecta". Algunas subtramas se dejan abiertas sin suficiente propósito o explicación, y ciertos personajes (como el marido) no poseen un arco argumental definido. A veces, el diálogo es excesivo en detalles poco o nada relevantes (esto solo ocurre, a mi ver, al principio de la cinta), y muy seguramente su aire teatral y cargado de conversaciones sea demasiado difícil de tragar para gran parte de los espectadores... Pero estas minucias no son capaces de empequeñecer una cinta tan redonda, que acapara una cantidad tan vasta de detalles, cuyas "limitaciones" o "carencias de medios" (probablemente autoimpuestas voluntariamente y de buena gana) no hacen más que ensalzarla y darle una mayor sensación de obra maestra al conjunto final.

Quizás, hablando en términos de satisfacción personal pura y dura, esta producción de Bergman se acerque más a un 8.75. No obstante, siento que no me parece nada justo colocarla en tal categoría, puesto que cuando la comparo con el resto de películas a las que he otorgado la misma nota... sale ganando fácilmente. Höstsonaten se ha ganado, con todas las de la ley, su merecidísimo 9/10.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Criticando Clásicos: "El hombre que mató a Liberty Valance" (The man who shot Liberty Valance)

Me faltan números para contar el total de veces que mi padre y mi querido tío me han recomendado esta película. Decían "hasta que no la hayas visto, no sabrás lo que es el auténtico cine", o algo parecido (obviamente, con tintes humorísticos).
Está calificado por una considerable porción de personas como uno de los mejores (sino el mejor) western de todos los tiempos.
¿Tenían razón?
Tenían razón.


Curiosamente, hay un gran contraste entre el día anterior al visionado de "El hombre que mató a Liberty Valance" y el posterior; y digo curiosamente, porque es ese mismo tópico (pasado-futuro) el más destacado, aclamado y mejor desarrollado del filme.

Antes...
No era gran admirador de John Ford (apenas he visto 3 películas dirigidas por él, contando esta).
Nunca había tenido a John Wayne en ningún pedestal de la actuación. Para mí, interpretaba al mismo personaje muchas veces, y yo no siempre me lo creía.
No era un particular fanático de los westerns de los años 50 y principios de los 60.

Y después de verla...
Ahora no puedo esperar para revisar más obras en la filmografía de este gran director.
Ese día me creí el personaje heroico de John Wayne.
Estoy ansioso por ponerme al día con más obras similares de la época.


Y mirad, yo considero que Centauros del Desierto (la más famosa colaboración Wayne-Ford) es una obra correcta pero sumamente sobrevalorada y, en mi opinión, no merece la posición de película de culto que ostenta actualmente. El paso de los años no la ha tratado nada bien.
Por el contrario, El hombre que mató a Liberty Valance... hermano, esa juega en una liga completamente distinta.

Estamos ante una película crepuscular, el primer adiós al western. La audiencia del momento, hastiada, comenzaba a pedir otras cosas, pues ya no quedaba mucho que hacer con este tipo cine. Entonces, en vez de atascarse y ofrecer lo mismo otra vez, el filme opta por una visión diferente, estableciendo un claro paralelismo entre el argumento de la película y la situación del western en la época. La cinta, plenamente consciente de que el subgénero había entrado en su recta final, decide darle a este una despedida digna con una historia que da la vuelta a los desgastados clichés en vez de utilizarlos y aboga por el progreso (dejando atrás las costrumbres clásicas), desmitificando así sus propias raíces al mismo tiempo que desmotraba gran pasión por ellas. Es una última carta de amor al cine del oeste, una especie de suicidio honorable del mismo que dejaba el camino libre para a una nueva generación; y quién mejor para desmontar un género de esta manera, que la misma persona que lo alzó por todo lo alto en primer lugar: John Ford.
Es importante que esta sea una obra de Ford, pues aunque él se posiciona a favor de Doniphon, es capaz de ver que este no es el futuro. Los que la hayáis visto me entenderéis. Los que no... ¿a qué esperáis?

El mensaje más profundo se halla en la incesante batalla entre la tradición y la evolución. Nuevo vs Antiguo. Cuando Stoddard (un hombre emprendedor que representa lo moderno, la palabra como arma) llega a Shinebone (lugar estancado en el pasado) encuentra lo típico: las leyes allí no cuentan, los bandidos aterrorizan a los habitantes, el comisario es un pusilánime y los héroes son aquellos capaces de desenfundar su pistola rápidamente.
La película narra con suma maestría las repercusiones de la relación de aprendizaje recíproca entre esta persona y el resto del pueblo, creando una gran sensación de satisfacción en el espectador.
Shinebone debe acostumbrarse al futuro. Debe aferrarse al progreso y abandonar a los rezagados. Los tipos duros con pistolas como única arma se quedan atrás en un mundo que avanza demasiado deprisa, cambiando las reglas gracias a la masiva globalización. La mujer debe escoger la cultura, al hombre que lava los platos y no la trata como un mero objeto. La acción se dará en casas y no en llanos desolados. Por otra parte, cambiar de manera tan drástica el status quo no es fácil y requiere una férrea voluntad que no ceda ante las tentaciones. Al final, ambas partes han de aportar su granito de arena para que el necesitado cambio pueda tener lugar... aunque eso signifique la triste extinción de una de ellas.
Esta "regla" es una que puede (y debe) ser aplicada en cualquier época, no solo la representada en esta ocasión.


Todo esto es transmitido de forma sutil en manos de un John Ford más magistral que nunca. El hombre que mató a Liberty Valance nunca aburre: nos mantiene pegado al asiento mientras vemos, atónitos, como una gran historia diferente se desenvuelve ante nuestros ojos. Los personajes son sublimes (algunos de los mejores jamás escritos), desde el más insignificante hasta aquel con más tiempo de pantalla: ninguno sobra, ninguno falta. Cada cual enriquece con pequeños matices a la película, beneficiando tanto el realismo en la creación del poblado ficticio como la metáfora que se nos está transmitiendo. En conjunto, sumados a sus respectivas evoluciones y personalidades, tenemos una auténtica maravilla, un lienzo que invita a la reflexión y el análisis.
Héroes rotos. Convicciones rotas. Estereotipos rotos. Leyendas rotas... esto es lo que la película nos ofrece. No le faltan escenas míticas de gran tensión con diálogos sencillamente perfectos (el filete), pero también están aquellas que vulgarizan a los protagonistas, rebajándolos a niveles pocas veces vistos anteriormente. La amalgama que se crea entre las dos opciones da lugar a un producto único.

Stewart, Wayne, Veras Miles, Woody Strode, Lee Marvin; todos están absolutamente impecables en sus papeles. Los llenan de matices, de realismo, y nosotros no podemos evitar apoyarles hasta la muerte u odiarles sin remedio, según el filme nos dicte. Deberíamos apreciar lo difícil que era en los años 60 sacar a dos súper-estrellas juntas en un solo producto dando un resultado que, en pocas palabras, es todo un orgasmo cinematográfico incomparable.
El final es la guinda del pastel: cierra la moraleja de una forma que, en cierto modo, se opone al resto de enseñanzas que se nos habían dejado previamente, dando lugar a un interesantísimo debate. Sin lugar a dudas, es un clímax legendario que ha creado escuela e inspirado muchas de mis posteriores películas favoritas.

El hombre que mató a Liberty Valance es una auténtica obra maestra, uno de los mejores western jamás filmados; sin embargo, me veo incapaz de otorgarle el 10 por detalles meramente personales que palidecen en comparación con la calidad inherente de la obra, pero fueron suficiente para arrebatarme la catarsis máxima al finalizar la experiencia (*).
9/10.

ZONA (mini) SPOILER
(*) El mero hecho de poseer una conclusión tan dolorosamente obvia (estaba demasiado claro que el verdadero hombre que mató a Liberty Valance era Doniphon; además, de no haber sido así, habría sido perjudicial tanto para la coherencia en el mensaje de la película como la del personaje Stoddard) y un villano que (aunque brillante) no logra forjar una auténtica sensación de amenaza o peligro, son pequeñas pegas y no consiguen que este film sea menos perfecto por ellas, pero para mí, en la rama de lo puramente personal sí lo acercan más al 9 que al 10.

lunes, 2 de julio de 2018

¿Es "El Padrino" realmente la mejor película de la historia? (Reseña The Godfather)

He de andarme con mucho ojo, pues no todos los días uno se dispone a hablar sobre la película más aclamada de todos los tiempos, esa obra considerada como la más grande del séptimo arte por la extensa mayoría del público adepto al cine. Si te gusta este mundillo, es indudable que El Padrino es, tarde o temprano, una cita obligada.
Ahora bien (y aquí es donde empezará la lluvia ácida sobre mí), ¿es, realmente, la mejor película de la historia?
Ayer tuve el privilegio de presenciar en la pantalla grande esta legendaria cinta, y hoy, creo estar preparado para ofrecer mi granito de arena al debate que la anterior pregunta suscita.
Obviamente todo esto depende de la persona, de lo que esta busque en un filme, de sus gustos personales y sus preferencias; pero no estamos aquí para hablar de eso.


Sé que estoy sonando muy atrevido. En la comunidad "radical" de amantes del cine, si no le otorgas un 10/10 a El Padrino, tu criterio será automáticamente invalidado, así que muchos simplemente se dejan llevar por la opinión general sin atender a su propia opinión. Yo considero ambas cosas que he mencionado una completa estupidez; y ahora quiero ser sincero a lar par que objetivo y subjetivo para explicar por qué, bajo mi punto de vista, El Padrino sí merece un 10, pero no es la mejor película de todos los tiempos.
Seré breve (lo máximo que pueda) y no ahondaré demasiado en detalles cruciales de la historia o el argumento, de manera que si aún no has visto El Padrino, puedes estar tranquilo.
...
Aunque, en serio, ¿qué haces que no la has visto todavía? ¿A qué c*ño estás esperando?



Hablar de este film es hablar de perfección técnica. Absoluta perfección técnica. Me gusta pensar en él como un intrincado mecanismo de relojería (sí, es una "referencia" a Watchmen). Para que este funcione todos los engranajes, grandes y pequeños, deben encajar con exactitud milimétrica y deben dar sus respectivas vueltas sin entorpecer ninguna de las otras piezas, sin chirriar o hacer que el conjunto falle en lo más mínimo.
Objetivamente, El Padrino no tiene fallos. Se trata de una obra de precisión suiza definitiva. Su estructura no deja ni un solo cabo suelto: desde los personajes, sus motivaciones y actos, hasta la historia, cómo esta se desenvuelve, las diferentes escenas que se van sucediendo, todo encaja y se desarrolla con la perfección requerida para que el resultado final sea impecable.
Cada acción tiene su propósito, su porqué y sus consecuencias. No hay ni una sola laguna argumental. La sutileza y la elegancia invaden esta obra y la hacen un auténtico regalo para aquellos amantes del cine a los que nos gusta que no se nos tome por idiotas.
No obstante, aquello que la diferencia de muchas otras películas que también han demostrado gran destreza en estos apartados, es que la obra se dedica por completo a sus personajes. Los eventos y la trama adoptan un plano secundario para dar paso a los individuos protagonistas. Todo lo que ocurre es por, para y debido a ellos. No tiene prisa y se toma su tiempo para que la historia fluya de forma coherente. Son numerosas las veces en las que nos alejamos por completo del argumento en pequeñas (o grandes) escenas, aparentemente inútiles (lo cual no es cierto), que sirven exclusivamente para enseñarnos cómo es o cómo ha evolucionado cada personaje.

Vito Corleone es una leyenda. Se convirtió en el estereotipo primordial del gángster y antihéroe italo-americano para el resto de la eternidad. Su influencia en la cultura popular es innegable. ¿Es para tanto? , porque representa al tipo de persona que todos querríamos ser, el ícono de la masculinidad suprema: él es el tipo duro, poderoso y valiente que consigue todo lo que quiere y al que nadie le puede dar órdenes, pero que a pesar de ser implacable en los negocios y contra sus enemigos, demuestra gran cariño, respeto y afecto por su familia, amigos y asociados. Un hombre que tiene un código de honor el cual (a pesar de no ser ético moralmente hablando) sigue a rajatabla sin importar las consecuencias (¿cuántos de nosotros podemos decir eso?). Logra que, de repente, en el espectador aparezca un interés (e incluso diría admiración) bestial por la mafia y sus historias.
La actuación de Marlon Brando, su voz, gestos y presencia no hacen más que acentuar esa sensación de grandeza que el personaje transmite.

Eso sí, del resto del elenco, no hay ni uno solo fuera de lugar, ni un solo actor que desentone (ya lo he dicho, nada entorpece el transcurso de la película). En la secuencia de la boda (quizás la mejor del metraje en mi humilde opinión) tenemos una presentación perfecta de todos ellos. Poco a poco, conforme avanza la historia, los comprenderemos mejor a la par que seremos testigos de sus estudiadas evoluciones como individuos. Por ejemplo: Santino es impulsivo, pasional, emocional, la clase de persona que actúa y después piensa; mientras que Michael es, por contraposición, frío, apático, insensible y difícilmente perturbable (por eso era obvio, desde el principio, que él era el único con madera para convertirse en el próximo Don). Al Pacino da una lección interpretativa sublime (la cual superará incluso a la de Brando con la segunda entrega) ya que, en todo momento, podemos ver a través de sus ojos si es feliz o si, por el contrario, ya ha comenzado su travesía hacia los pozos del averno. Estamos ante el comienzo de una de las carreras más míticas que el cine jamás tendrá.
Junto con unos secundarios memorables y un casting de lujo, el plato está servido.



La banda sonora es una de las piezas de música más grandes jamás compuestas. Decir más sobre ella sería esforzarse en vano: dedícate a escucharla, y punto. Me darás la razón.


A pesar de durar 3 horas, estas no se me hicieron pesadas, y lo considero un factor determinante para que esté entre mis películas favoritas (porque, por mucha perfección técnica que haya, si una película no te atrapa o te aburre, jamás podrá ser tachada de obra maestra). Comprendo que muchos no estén de acuerdo conmigo en este apartado y la hayan encontrado soporífera, ya que su ritmo es indudablemente lento y si no te interesa lo suficiente, será imposible que puedas terminarla.



No obstante, pese a todos los halagos que respetuosamente estoy ofreciendo a mi Padrino... perdóneme, Don Corleone, mas no puedo introducirle en mi categoría estrella, la más ansiada y exclusiva, "Lo mejor de lo mejor". ¿Por qué?
Es simple. El cine es un arte y como tal, la excelencia, la delicadeza y la pureza a la hora de elaborarlo es sumamente importante... sin embargo, no lo son todo.
Solo hay una cosa que me falta en El Padrino: más emoción. La característica que yo más estimo de una cinta es su capacidad de transmitirme sensaciones. No niego que hay escenas impactantes, preciosas y emotivas (el plano final, el bautismo, la secuencia inicial, etc). Coppola, el director, tomó un enfoque principalmente superficial, y eligió centrarse más en demostrar su destreza estética objetiva a la hora de dirigir. En ocasiones (la mayoría de ellas) esto resultó un éxito al dar a la película un toque sobrio y realista; pero en otras ocasiones (que no podemos ignorar) resultó dificultoso a la hora de conectar con el espectador a un nivel emocional más allá del exterior, un nivel que el funcionamiento objetivo de la obra no puede alcanzar.



Espero que mi opinión sobre El Padrino haya sido bien expresada y te haya resultado interesante. Estoy abierto a cualquier sugerencia o conversación agradable en los comentarios, si es que hay alguien que me haga una oferta que no podré rechazar.
10/10.
Contad todas las veces que he dicho la palabra "perfecta" o "perfección", por cada una os invitaré a un helado. Perdón, pero es que lo he hallado necesario si quería hablar de El Padrino.

lunes, 2 de abril de 2018

Trainspotting: como un auténtico chute de heroína. ¡Cuidado: crea adicción! (Criticando Clásicos)

Hace unos días degusté por primera vez el clásico británico Trainspotting (lo sé, me ha demorado demasiado), y solo se me ocurre una única forma posible de describir su visionado: tal y como un p*to chute de heroína.
Afortunadamente un servidor no ha tenido la desgracia de probar tal droga, no obstante, me da la sensación de que la experiencia no debe ser muy distinta a ver Trainspotting.
Esta película no da tregua. Desde el primer segundo nada más comenzar, no nos permitirá un solo respiro hasta que los créditos aparezcan. Agarra al espectador y no lo suelta mientras este es conducido por una agitada odisea de emociones fuertes sin descanso.
Después del último plano necesité un par de minutos para, al fin, relajar todos los músculos (aún en tensión a pesar de haber finalizado), respirar profundamente, y asimilar el peliculón que acababa de atestiguar. Pero, irónicamente, la cinta no te abandona una vez se ha terminado. Su influencia y (sobre todo) su banda sonora quedan inmutables en tu cabeza, resonando una y otra vez. Te encuentras más activo de lo normal, acostumbrando tu pulso a un ritmo más calmado, momento en el que te das cuenta: eres adicto.
¡Oh, no! Te ha entrado el mono. ¿Pero el mono de qué? De Trainspotting, obviamente.
Necesito recordar los mejores momentos. Necesito un nuevo chute de esos personajes. Necesito más películas con un ritmo tan endiablado. ¡Necesito escuchar esa increíble BSO otra vez!
Ese síndrome de abstinencia se nota y nos deja en un limbo, por un pequeño período de tiempo durante el cual estaremos pensando en Trainspotting exclusivamente.


Ahora hablando en serio, es una de las obras que mejor transmite la verdadera naturaleza del mundo de las drogas. Estamos ante una película frenética dotada de una dirección magistral (danza entre el realismo puro y la psicosis más retorcida), interpretaciones estelares (McGregor realiza un papel especialmente brillante, pero nadie del reparto se le queda atrás), y un guión sencillamente soberbio poseedor de frases que quedarán para la historia.
Tiene un mensaje devastador sobre lo horrible que puede llegar a ser la heroína, sin embargo, lo hace desde un punto de vista diferente. No trata de ser típico drama lacrimógeno o sensacionalista, en vez de eso, es una comedia negra. Y de las buenas.
Es desvergonzada. Es desagradable a ratos. Es cínica. Es extremadamente cruel... Pero no por eso pierde un ápice de diversión, ya que este humor negro no es un elemento superfluo. En absoluto: está totalmente justificado, pues no deja de ser una dura crítica a las drogas fuertes y la terrible adicción que estas producen. La película utiliza este factor a su favor para ser entretenidísima y aun así, nunca enaltece el comportamiento del adicto, sino todo lo contrario: este siempre es objeto de imágenes incómodas (repetidas escenas de pinchazos que revuelven el estómago), desgracias o agresivas situaciones.
Los personajes son deliciosos. No se nos ofrece el gastado prototipo de yonqui ni cualquier tontería de esas; en su lugar, nos deleita con un grupo de chiflados a cada cual más peculiar y mejor caracterizado. Están pirados, no hay duda, precisamente por eso son tan geniales. Las adversidades a las que se enfrentan y la forma en la que cada uno las enfrenta son una gozada. Todos actúan acorde con sus personalidades, habiendo evoluciones (e involuciones, o caídas en picado) continuas a lo largo de los 90 minutos que se hacen muy cortos.

NO es una película para todo el mundo.
NO es una película apta para gente sensible. 
NO es una película cuyo humor pueda agradar a todos los públicos.
Pero para mí, es un PELICULÓN.
9,5/10.
Espero que hayais disfrutado de esta mini-reseña a pesar de que sea mucho más corta de lo normal (debo aprender a contenerme y no enrollarme tanto).

¿Existe alguna queja por mi parte?
: el personaje de Kelly Macdonald (Diane) me parece algo desaprovechado. Es una especie de subtrama que se abandona muy rápido, de la que muy probablemente me habría gustado ver un poco más.
Nada más.

Hora de satisfacer el mono de Trainspotting:

sábado, 14 de octubre de 2017

¡Olvídate de mí! (Eternal Sunshine of the Spotless Mind). Crítica de un ingenuo romántico.

Hay tantas, tantísimas formas en las que un filme como este podría haber salido mal. Creo que voy a tener que reconsiderar intensamente mi frase "muy por lo general no me gustan las películas románticas". Ahora mismo, me parece una declaración basada en mi poco conocimiento del género. Más bien, basada en que apenas nunca había visto obras como Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Hasta ahora.

Y es que como he dicho, las distintas maneras en las que este filme podría haberse torcido son tantas que asustan. Sin embargo, lo que más asusta, es que nada de eso pasó. Todo fluyó con una naturalidad y sencillez que harían ruborizar al agua más pura de un río.

¿De qué va Eternal Sunshine of the Spotless Mind? Si no la has visto, no preguntes. Simplemente, deja de leer y échale un vistazo en cuanto puedas.
Al principio, es bastante confusa. Tardé unos cuantos minutos en comprender a la perfección todo lo que estaba sucediendo. Esto se debe a su estructura fragmentada, para nada lineal, que puede resultar mortal si uno no está atento y simplemente la tiene de fondo (lo cual sería, en mi opinión, un craso error). El director te deja numerosos detalles para que te des cuenta, y son lo suficientemente sutiles como para que los pases por alto.
Pero no tiene esa estructura porque sí. Hay un propósito: y es que tú, al principio, te sientas como el protagonista. Confuso; aturdido; consciente de que algo raro pasa, no obstante incapaz de comprender qué es o qué es lo que está ocurriendo; y más importante, puro. Puro, en el sentido de no recordar nada; puro, sin estar atado al pasado, sin conocimiento de nada sucedido anteriormente.

Es entonces cuando las piezas se comienzan a poner desde lo más bajo, como si recordáramos junto al protagonista todo aquello que había olvidado. Se va construyendo poco a poco una historia de amor natural, real, sincera, triste, y humana. Como la vida misma.

Todos los personajes son muy humanos. Desde Joel, pasando por Clementine, hasta los doctores que trabajan en la extraña clínica. Son todo lo contrario a personas perfectas en sus cabales. Cada uno es más raro que el otro y tienen todos esos pormenores que los hacen tan reales y diferentes entre ellos, como cualquier persona. Están llenos de errores y cagadas. Miedos, inseguridades, o quizás exceso de despreocupación e ímpetu. Por todo lo dicho, a pesar de entrar en el género de ciencia-ficción, a pesar de que sea rara hasta la saciedad; la historia se vuelve mil veces más creíble que cualquier otro drama "realista". Evito desvelar hasta el más mínimo detalle de la trama pues opino que descubrirlo todo por ti mismo es probablemente una experiencia infinitamente más satisfactoria.

Los actores hacen todos trabajos impecables, sin excepción. Recomiendo encarecidamente verla en versión original.
Kate Winslet RELUCE más que nunca antes. Ella se ríe del simple sobresaliente.
Aunque sea el protagonista (MARAVILLOSAMENTE interpretado por Carrey, así en mayúsculas) aquel en el cual la peli se enfoque más, en las subtramas sabremos siempre algo del resto de personajes, que ayudará a que la historia se sienta más real. Sin embargo, no serán los personajes de forma individual el núcleo del filme: sino las relaciones entre ellos. Todas funcionan con una perfección increíble hasta incluso llegar a potentes giros de guión; pero cómo no, la mejor y más compleja es la de la pareja principal. Es una descripción perfecta de cómo nacen, se desarrollan y mueren los vínculos entre personas que se quieren.

Yo quería que, al final, saliera bien. Que todo sea perfecto y se resuelva satisfactoriamente para los personajes, acabando en un "y se quisieron mucho para siempre". Pero la vida no es así. Y en el final, el guionista termina de confeccionar su pieza maestra (este guión) con una enseñanza que me siento incapaz de describir con simples palabras, y por eso me limitaré al adjetivo: "preciosa".
Todo podría haber terminado pegajoso, o excesivamente feliz. O excesivamente triste. Poco creíble, en resumen. No fue así. En ningun momento es así. No hay tópicos. No hay momentos babosos.
La mezcla entre incontables diálogos excelentes y una intensidad visual basada puramente en el argumento y el poder de sus actores crea escenas inolvidables que quedarán para la posteridad. Algunas son demeledoras. Escenas que podrían, fácilmente, haber resultado un tostón ñoño. Y no lo hicieron. Porque es una de las pocas películas en las que no resulta cursi amar a una persona; amarla, y no querer que te abandone jamás. Es realmente preciosa.
Está muy guay eso de ser cínico y decir que el amor es una chiquillada y cosas por el estilo, te hace parecer muy maduro y "macho" (lo que quiera que eso signifique), sí. Pero en el fondo, creo que es ineludible sentarse un día de estos, más melancólicos, y echar de menos. O disfrutar enormemente de una película como esta, aunque vaya de "amor", esa chiquillada.

¿Cuál es, pues, la enseñanza que deja el filme tras su visionado? ¿Aquella que con tanto esfuerzo y cariño se erige poco a poco desde el primerísimo segundo de la película?
La dejo en el spoiler, solo para los que la hayan visto. Y si no has visto Eternal Sunshine of the Spotless Mind, he de pedirte que no mires lo que yo he escrito: te invito a descubrirlo tú mismo.

En fin, una obra preciosa, maravillosa, llena de escenas emocionantes con interpretaciones del más alto nivel.
Y después de todo esto, sin embargo, me veo incapaz de concederle el 10. Porque, en su visionado, eché mucho de menos soltar una lágrima. O mil. Y envidio a todos aquellos que lo hicieron, que fueron marcados tras terminarla, que pudieron desahogarse y sumirse por completo en la belleza del conjunto. Definitivamente, la película lo merece.

9/10.



SPOILER.



La película nos enseña que nada es perfecto. Todas las idealizaciones que crean el resto de pelis de mensaje barato y estúpido no es más que publicidad irreal en la que nos intentan inculcar que hay que ser perfecto y tener una pareja perfecta, y tener una relación perfecta. Son cuentos a los que nos aferramos cuando la realidad no ha sido demasiado generosa con nosotros.
Nada es perfecto. Pero esto no significa, que todo sea malo.
Todos tenemos malos momentos. Todos tenemos personalidades diferentes que terminarán chocando. Todos hemos pensado mal de alguien a quien hemos querido. Tendemos a recordar, a veces, solo una de las caras: lo bueno o lo malo. Pero nunca termina de ser ninguna de las dos
Ser imperfecto no es malo. Es humano.
Porque una vez comprendes esto, que nada va a ser perfecto, que tarde o temprano encontrarás cosas que no te gusten en las personas, es cuando quizás, podrás ser feliz; ya que es entonces cuando verás la pintura completa: habrá malo, pero también habrá bueno. Y ese bueno, merece la pena. Porque nada bueno vendrá sin nada malo, y si has encontrado algo bueno de verdad, merece la pena pasar por lo malo. No dejes que lo malo opaque lo bueno.

Joel lo comprendió mientras veía su vida pasar. Lo último era aquello que le había llevado a odiar a Clementine. Lo último, que fue malo. ¿Pero, y lo de antes?
Comprendió que no debe dejarse llevar por lo malo. Porque, mientras estaba en un sueño olvidando a la persona a la que quería, supo que no quería olvidarla. Que merecía la pena quedarse con ella.

Joel la cagó varias veces. Clementine la cagó varias veces. Y supieron que podría haber ido mejor. Pero es no significa que debieran olvidar.

Lo que más me gusta del final, es que no empiezan desde cero y todo se vuelve bonito y perfecto de repente, como habría hecho una película romántica genérica. No. Ellos escuchan lo que tenían que decir el uno sobre el otro. Saben que no fue perfecto, es más, fue un desastre. Saben que tarde o temprano, tendrán alguna discusión. Que en ocasiones, no todo será tan bonito como de costumbre.
Pero no importa. Porque ellos lo comprenden, comprenden que no importan las imperfecciones, ya que saben que al final, estar juntos les merecerá la pena. Vivirán con los errores hasta el final.

Uno de los mejores guiones con los que me he encontrado en mucho tiempo.


Tampoco puedo dejar de mencionar cómo los encargados de borrar la memoria aprovechan y se montan una fiestecilla, siendo irresponsables y demostrando más errores aún. Más humanidad.
Por cierto, la traducción del título en español es una puta cagada.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Criticando Clásicos: "El Hombre Elefante". Bellísima.


No la recomendaría para nada a la gente excesivamente sensible. Que sepan que están a punto de visualizar una dura, triste pero ante todo excelente película, que sí que recomiendo encarecidamente a aquellos que busquen una total obra maestra con una crítica voraz y un mensaje claro y abrumador expresado de una impactante forma que se te quedará grabada y te hará ver las cosas de un modo muy distinto.

Lo admito: he soltado mis lágrimas aquí. Soy de lágrima fácil, pero sin duda creo ser capaz de reconocer cuando estoy ante una película que no solo puede hacerme llorar a mí.
¿Crees que serías capaz de encariñarte con una persona terriblemente deforme? ¿No era aquel del que la gente se reía en el circo? ¿Crees que esa "bestia" podría tener sentimientos? ¿Que sería más sensible que tú, y que piensa constantemente en su madre, y en la decepción que ha podido ser él para ella?
Pues si no lo crees, échale un vistazo a este film. 
Tiene un guión soberbio. Demuestra lo terrible que puede ser la sociedad con lo desconocido, con lo extraño. Lo tratan como un monstruo. Y ciertamente, en el exterior es un monstruo. Pero en el interior, es la persona más dulce y agradable que podrás haber conocido en mucho tiempo. Se dice que el interior es más importante que el exterior, se afirma todos los días por nuestra sociedad, pero en el fondo sabemos que es mentira. Pocas personas saben apreciar eso, y las demás viven en una constante mentira, rechazando solo por su aspecto a la gente.
La peli nos muestra, mucho mejor que ninguna otra que yo recuerde ahora, ese mensaje de no juzgar a la gente por las apariencias. 
Para ello, utilizará también geniales frases y conversaciones, además de situaciones que te pondrán furioso, mostrando la crueldad del ser humano medio.


El reparto en general es sobresaliente. Hopkins hace uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, pero aquí merece reconocimiento, verdaderamente, John Hurt. Se mete en la piel del Hombre Elefante para llegar a convertirse en él de verdad. Sus gestos, su voz, sus miradas. Ha de ser muy difícil teniendo en cuenta la cantidad de maquillaje que debía llevar. Me ha sorprendido tanto la calidad de su actuación, que la compararía fácilmente con la maravillosa interpretación de Robert DeNiro en "Toro Salvaje", su competidora en los oscars de aquel año, y puedo incluso decir que merecería ganar Hurt. Quizás me estoy precipitando, pero es verdad. 

No he visto mucho de Lynch, sin embargo puedo catalogarlo como un director excelente por ahora, después de ver su trabajo aquí. Una dirección sencilla pero efectiva como ninguna, con un montaje que usa el blanco y negro para intensificar el dramatismo. Ciertamente, consigue dotar a la película de un tono de tristeza único, cada plano está impregnado de él, a parte de contar con una ambientación que te mete de lleno en la época.

Finalmente, debo mencionar la relación entre Treves, el doctor, y John. Juntos hacen una pareja increíble, pero a parte de eso, todo el trasfondo de la relación, es genial. Toda la amistad que desprenden y cómo fue Treves el único en preocuparse por él, pero ese discurso suyo, argumentando que no sabe si es una buena o mala persona, merece un reconocimiento eterno.
¿Estaba usando realmente a John porque quería ayudarle desinteresadamente, o por el contrario, lo hizo solo por la fama y el reconocimiento?
Brillante.

Es la mejor película que he visto en muchísimo tiempo.
Gracias por todo.
Por demostrarnos que un aparente monstruo puede ser mejor que cualquier persona normal.
Por ese final, más emocionante imposible.

Porque ahora valoraré más que nunca mi vida, mi almohada y la forma en la que puedo dormir.

10 / 10.


jueves, 4 de septiembre de 2014

Criticando Clásicos: "Magnolia"


Título Original: Magnolia.
Director: Paul Thomas Anderson
Guión: Paul Thomas Anderson
Intérpretes: Julianne Moore, Tom Cruise, William H. Macy, John C. Reilly.

Lo siento, pero no soporto al Paul Thomas Anderson este. He visto pocas películas suyas, y no me ha gustado ninguna. Para mí, no se merece todo su reconocimiento como director de culto y tal. 
Como él mismo afirma, este es su mejor film, y con solo decirte que lo veo malísimo, te podrás hacer una idea de lo que pensaré de sus demás producciones.

El guión está construido por varias historias (9 en concreto) relacionadas de una manera un tanto extraña. Dejando a parte las historias en sí, están bien conectadas y se suceden de buena manera (gracias ante todo al montaje, que sí merece reconocimiento), pero una vez te concentras en el argumento de cada una de las situaciones y en sus personajes, la cosa no funciona. La mayoría de historias son un auténtico sin sentido, no hay por donde cogerlas. Los personajes en ellos están a medio crear, no son creíbles, no te encariñas con ellos. Así que lo que nos intentan contar acaba por convertirse en un ejercicio inútil y hueco nada realista que parece más un Reality Show sin mensaje claro.
Lo peor es que hay escenas que ya superan el nivel. Que son la cumbre de lo absurdo y patético, y encima pretende emocionarte o algo por el estilo. No sé qué le dio a Paul cuando escribió eso.

Escogen a actores famosos de los que se sabe su capacidad. Y sí, hacen buenos papeles, Tom Cruise está excelente, Reilly también, y en general los papeles de la mayoría del elenco son muy buenos. El problema es que están repitiendo papel, ya que no les han dado personalidad suficiente para meterse en la piel del personaje. Triste realidad a mi ver, es un desperdicio de capacidad porque el elenco, como he dicho, era magnífico y lo hace de puta madre a pesar de sus limitaciones.
Aun así he de reconocer (aunque me cueste) que aquí, tiene una dirección genial. Técnicamente no es genial, es excelente. Es la única vez que voy a coincidir en que este tío ha hecho un buen trabajo. Hay movimientos de cámara continuos muy bien realizados , muy buenos planos de cara para aumentar la tensión y el drama de las distintas historias. Básicamente han intentado camuflar esa porquería de guión con una dirección impactante, pero ni eso lo consigue: la película dura tres horas, y se me hizo muy pesada. Sobran minutos allá por donde mires. Y lo siento mucho, pero si encima se hace pesada a pesar incluso de su ritmo, no puede ser considerada buena película.

Debido a la adoración de este film por la crítica y el público me llevaré un montón de críticas negativas, pero bueno, es mi opinión, y si dijera otra cosa estaría mintiendo.
Salvada por los actores y todo el apartado técnico.

5 / 10




SPOILER



Lo siento, tenía que decirlo.
Pero de verdad, de verdad, ¿la escena de la lluvia de ranas era necesaria?
Es ahí cuando ya tiré la toalla definivitamente por esta peli.
Algunos dirán que es una maravilla, pero bueno, para gustos colores.

Criticando Clásicos: Hoy toca "El Show de Truman"



Título Original: The Truman Show.
Año: 1998.
Director: Peter Weir.
Guión: Andrew Niccol.
Intérpretes: Jim Carrey, Ed Harris, Natascha McElhone, Laura Linney.




Curiosísima película que llevaba deseando ver desde hace tiempo ya. Un argumento no visto nunca, unas actuaciones sobrecogedoras y una dirección muy efectiva convierten este film un producto entrañable y absolutamente genial.

No es la típica película humorística de Jim Carrey. Aquí se demuestra que, aunque solo lleve a la pantalla personajes histriónicos, cuando se le da la oportunidad se va a esforzar y hará una actuación maravillosa. No faltarán esos momentos de "locura" típicos de Carrey, eso también tenerlo claro.
Truman es un tipo que lleva una vida aparentemente normal en una isla, pero nunca ha salido de allí debido a su pánico por el mar. Pero poco a poco, se irá dando cuenta de que las cosas no son como las pintan, y todo parece girar alrededor de él.
Es una idea asombrosa, realmente original, me atreveré a decir que es una de las pelis más originales que he visto. Encima, el guión, la estructura y los diálogos están llevados con calidad indiscutible a la pantalla. Al principio parecerá algo extraña, pero poco a poco las cosas irán cobrando sentido, y comprobarás asombrado la genialidad que nos muestra.
El personaje está magníficamente dibujado, y sus reacciones son auténticas. Su desconfianza ante todo lo que le rodea, ya que puede que haya vivido en una auténtica mentira toda su vida.

Pero claro, solo el guión no hace de la peli una obra maestra. Necesitas a un director creativo sobre todo con una idea tan extravagante como esta. Porque podría haberse filmado de mil maneras distintas, y posiblemente nefastas todas. Peter Weir captó la esencia y rodó la película de la mejor forma posible, creíble y original también. Sabrá contarte lo que pasa con un estilo propio y emocionarte cuando toca, que no es fácil.

No creo que la gente pueda decir que la peli es predecible en absoluto. Durante todo su transcurso ocurrirán giros inesperados. Es entonces cuando llegamos al final. Habrá quienes critiquen ese final y lo tachen de sentimental, o predecible. Y quizás, solo quizás, estén en lo cierto, pero era necesario. Era absolutamente necesario. No veo otro modo de acabar la peli más satisfactorio, otros finales habrían sido más duros o reales, pero le quitarían el final feliz, y no va con el tono del film, que lleva a Truman por todo tipo de situaciones desesperadas para conseguir lo que quería.
A mí si me gustó el final, y creo que acaba en el momento perfecto. Añadir más si podría haber resultado muy sentimental y capaz habría sido de estropear esta grandiosa película.

Me ha encantado.

9 / 10.


martes, 20 de mayo de 2014

Criticando Clásicos: "Pulp Fiction"




Divertida, truculenta, innovadora, elegante... pero también terriblemente sobrevalorada. Hablamos de "Pulp Fiction", obra cumbre del director de cine Quentin Tarantino, un tipo con un estilo muy personal plasmado en su totalidad en este film.

Hay que admitirlo: la peli se disfruta. Seguro lo repetiré un millón de veces a lo largo de la crítica, pero su punto fuerte está en el guion. Aunque mi guion favorito escrito por Tarantino probablemente sea "Reservoir Dogs" (su primera película), puedo confirmar perfectamente que este se encuentra entre los 10 mejores guiones de la historia del cine. Es una comedia negra deliciosa. Las situaciones son absurdas pero están llevadas tan bien que son divertidísimas, originales, irrepetibles. Sus diálogos son perfectos. Hilarantes, frescos, inteligentes no, inteligentísimos, e increíblemente ciertos ("Los cerdos son animales asquerosos, duermen y buscan su comida en la mierda, si no saben distinguir sus excrementos, ¿cómo voy a comerlos?"). Cada frase es un nivel superior, palabras mayores, con cada palabra se supera y nos hace sacar una sonrisa. En la época fue una revolución, debido sobre todo a sus continuas conversaciones sobre temas triviales, como por ejemplo, antes de hacer misiones o matar a alguien, en vez de prepararse mentalmente y soltar algún discursito épico, se ponen a hablar, atención, de cómo llaman a las hamburguesas en París, o de cómo su jefe Marcellus Wallace sobre protege a su nueva esposa. Por eso Tarantino es un máquina, lo hace tan bien que disfrutamos como niños chicos. Las situacionLos personajes están perfectamente dibujados y caracterizados, porque aunque no sabemos absolutamente nada de su pasado o su psicología, con cada frasecita, además de arrancarnos una carcajada, nos acerca más a ellos y a su forma de ser. Y el Sr Lobo. Porque a todos nos encanta el Sr Lobo. Pero si tuviera que elegir mi historia favorita de todas, elegiría la de Butch, interpretado magistralmente por un Bruce Willis digno de Oscar.


















Resumiendo todo el párrafo anterior: el guion es muy bueno. Pero eso es prácticamente todo lo que tiene el film. A partir de ahí, no encontraremos nada de tanto nivel. Las actuaciones sí, son buenas, destacando en el lado masculino a Samuel L. Jackson y en el lado femenino (aunque tampoco es que sea este muy amplio) a Uma Thurman, pero tampoco como para empezar a echar cohetes por todo lo alto o ganar el Oscar en sus respectivas categorías. El trabajo de dirección está bastante bien, excelente ritmo, buenos movimientos de cámara con numerosos guiños como la escena de Travolta entrando en el restaurante imitando la escena de Liotta en "Goodfellas". Tarantino recrea de forma muy buena la tensión y en parte la desesperación, sacando provecho también de unos cuantos planos e imágenes realmente asombrosos. Se nota también el homenaje a Sergio Leone (director de obras maestras como "Once Upon a Time in the West") con sus inimitables planos de cara para recrear la tensión.

Me guardo un punto a parte para la estructura narrativa del film, es brutal e innovadora, Tarantino tuvo un par de huevos a la hora de ponerse a hacerlo.

A destacar también la fotografía, que no es muy mencionada por los críticos, pero en mi opinión es excelente y de mis preferidas, siempre recordaré la casa de Bruce Willis donde está el cangurito, las calles tan sencillas y normales, que acaban por encantarme.

¿Y con esta crítica, alabando prácticamente todo el contenido, digo que está sobrevalorada?

Pues sí. Es una gran película, no me malinterpreten. Pero debido a que la mayoría de la gente la pone por las nubes, asegurando que es "la mejor o si no una de las 5 mejores de la historia", que tiene "el mejor guion" y "el mejor trabajo de dirección de la historia", e incluso el "mejor montaje de la historia"...

En mi opinión, tampoco es TAN buena como para estar entre las 5 primeras de la historia. Es grande sobre todo por su guion (que sí merecería puesto en listas), que convierte un film notable en sobresaliente merecido.

Por supuesto (y siento repetir, pero no lo haría si no fuera porque quiero hacer hincapié en ello) no digo que sea mala. Eso sería mentir. Un merecido 9/10.

Criticando Clásicos: "Goodfellas" (Uno de los Nuestros)

Últimamente me ha dado por los grandes clásicos, esas películas que marcaron un antes y un después no solo en su género, sino en la historia del séptimo arte. En esa lista, sin duda, se encuentra "Goodfellas", en España "Uno de los Nuestros", una de las mejores películas de gángsters jamás realizadas.
Probablemente no añada nada nuevo. Mucho se ha dicho ya de esta película, sobre su grandiosidad y tal. Pero bueno, crítica más, crítica menos, tengo ganas de compartir mi opinión, y eso es lo que haré.

Solo con la primera escena, puedes hacerte una idea de cómo va a ser el film: violento. Gente con fobia a la sangre o al asesinato (en una pantalla), mejor no la veáis. Y así es, es un film muy violento. Pero es solo un apartado, algo por lo que no puedes juzgar la película en su plenitud. Y para los que se quejen de su uso casi continuo de la violencia, que sepan que es una historia real, y como ya sabemos, la realidad supera a la ficción, por desgracia. ¿Que Scorsese tiene predilección por la violencia? Sí, también es verdad, pero qué pega le vamos a poder poner con lo jodidamente bien que lo hace. Unas tomas y movimientos de cámara sencillamente deslumbrantes, quién no recuerda esa escena en la que Hill (Liotta) entra en el restaurante saludando a todos los conocidos (que desde luego no son pocos) acompañado de su esposa, con una voz en off magistral de fondo (jamás olvidaré a "Jimmy Dos Veces", le llamaban así porque todo lo decía dos veces). Pero recordemos que a Marty no solo se le da bien lo visual, sino la profundización y evolución de los protagonistas. Nos metemos de lleno en el personaje, Henry, sufrimos cada fracaso suyo y celebramos cada victoria. Se muestra un mundo cruel y sádico en el que los gángsters son humanos por una parte, y auténticas bestias en otra. El ritmo que la cinta posee es demencial, y las casi 3 horas se pasan en un chasquido de risas, impactos y sorpresas planeadas meticulosamente. Y para el toque final, añadir que no hay director actual que mezcle tan perfectamente música (canciones, sobre todo) con imagen (Kubrick era el gran maestro, pero con música clásica). Una banda sonora compuesta sobre todo por canciones de hace algunos años que encajan como piezas de puzzle y que ayudan al ritmo increíblemente. Sumándole al trabajo de Scorsese las actuaciones de Joe Pesci, un papel que le viene como un guante que realiza de forma segura e intimidatoria, y por supuesto, el gran Robert DeNiro, interpretando su papel por excelencia, con su única e inimitable mirada capaz de helarte la sangre o hacerte sentir más seguro que nunca. Es entonces cuando nos encontramos, en mi opinión, con el (posiblemente único) problema de la película: Ray Liotta. Interpreta a un personaje de forma excelente y de manera sumamente convincente, no me malinterpretéis, pero a veces puede hacerse pequeño si aparecen DeNiro y Pesci. En ocasiones él no es el personaje más interesante en una película con un elenco de secundarios tan bien dotado (Paul Sorvino y Lorraine Bracco también ofrecen interpretaciones impecables), por lo que da la sensación de que Goodfellas no ha alcanzado su máximo potencial.

Y por último, mención especial al guión. Es, posiblemente, el mejor guión que jamás ha realizado Scorsese (en colaboración con Nicholas Pileggi). No solo por su asombroso humor negro y sus frases para la eternidad (ahora mencionaré algunas), sino por cómo nos cuenta la historia, la "iniciación" por así decirlo, la subida hasta la cima, y la caída estrepitosa hasta la transformación en un don nadie. De forma sutil, vemos cómo cada personaje acaba siendo víctima de sus propios fracasos y acaban teniendo finales bastante irónicos. Me encanta.

Obra maestra no solo del cine de mafia, sino del cine mundial.
9,5/10.
(ACTUALIZACIÓN, 12 de AGOSTO, 2018): 10/10.


“Si formas parte de un grupo, nadie te dice que van a matarte. No hay ni peleas, ni insultos como en las películas. Los asesinos llegan con una sonrisa”.

“Para mi, ser gángster era muchísimo mejor que ser presidente de los Estados Unidos”.

"+ Mi hija me ha contado que usted es medio judío
- Es mi mejor mitad".

"Si Pauly se movia despacio, era porque no tenía que moverse por nadie".

"Qué tengo de gracioso, dime".

"Soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas".

"Solo es un tirito de nada".

"Si hubiera sido uno de los nuestros... ya estaría muerto".