viernes, 28 de septiembre de 2018

Más floja... pero todavía magistral: Boku No Hero Academia Temporada 3 (My Hero Academia Season 3); Reseña Anime.

¡AVISO!
Aunque la siguiente crítica estará libre de spoilers importantes referentes a la trama principal, es recomendable haber visto la temporada previamente si quieres lanzarte a leerla.

El anime del momento (junto a mi querido Shingeki No Kyojin, del cual hablaré en otra ocasión) ha terminado hoy su tercera temporada y, con ello, nos ha dejado un gran vacío existencial a todos sus férreos seguidores. No debería ser un misterio para nadie el hecho de que amo My Hero Academia con locura; creo que es uno de los mejores shonen jamás creados y una de esas privilegiadas adaptaciones que, por mucho que cueste creerlo, superan con creces al material original. Considero que sus dos primeras temporadas, en conjunto, están entre las mejores series de televisión que he tenido el placer de degustar en mi corta vida (sé que a muchos parecerá exagerado, pero es totalmente cierto para mí), y no podía esperar para presenciar la tercera.

Ahora que ha finalizado quiero analizar esta nueva temporada al completo, poniendo sobre la mesa todo lo positivo y negativo que he encontrado en ella desde el punto de vista tanto del espectador que no ha leído el manga como del que . Argumentaré gustosamente los motivos por los cuales la considero la temporada más floja hasta ahora (lo cual no significa que sea "mala", porque no lo es) y, al final, os daré un consejo (basado en mi opinión personal) a todos aquellos que os preguntáis si deberíais leer o no el manga para continuar la historia desde este punto.
Hay mucho de qué hablar, así que no perdamos más tiempo.



Iré en orden, comenzando por la primera mitad de la temporada.
Nada más empezar se me viene a la cabeza lo siguiente: ¿por qué coño es el opening tan increíblemente decepcionante?. De toda la serie, solo me gustan (mucho) los dos primeros. I keep my ideals no es una mala canción, pero no pega en lo más mínimo con BnH en mi opinión, y falla estrepitosamente a la hora de hacer justicia a la épica y la grandiosidad del fragmento de historia al que pertenece. Además, la música y las imágenes no conjuntan. Aunque esto no tiene absolutamente nada que ver con la calidad inherente de la serie, quería mencionarlo.

Para decepción de muchos, el primer capítulo de la temporada es relleno: un día de verano en la piscina de la UA. El típico "episodio de la piscina" es un cliché bastante penoso de los animes shonen que se utiliza como una mera excusa para sexualizar gratuitamente a sus voluptuosos personajes femeninos. Entonces, ¿BnH también ha caído en ese saco? Tranquilos, no ha sido así. Puede haya sido totalmente insustancial para la trama, sin embargo, los creadores se las han arreglado para dar la vuelta a esta clase de capítulo normalmente estúpido, haciéndolo así sumamente divertido y coherente, ofreciendo al espectador ciertas interacciones interesantes entre personajes y lo más importante: verlo no da vergüenza ajena.
Incluso en los clichés, BnH sigue destacando (para bien).

Después de ese pequeño episodio pasamos directamente a la acción. Todos aquellos que seguimos el manga estábamos ansiosos por ver este arco argumental en su versión animada. Las expectativas eran extremadamente altas... ¿han sido superadas?
.


Desde el principio, la serie nos recuerda constantemente por qué nos gusta tanto desarrollando todas esas características que la hacen especial: es increíblemente divertida, sus personajes rezuman suficiente carisma como para ahogarte y, por supuesto, sigue haciendo gala de ese optimismo tan acogedor y atractivo capaz de hacer que todo espectador (hasta el más duro) desee vivir las emocionantes aventuras de los protagonistas. Tío, en serio, ¿quién no querría entrar en la academia de héroes y pasar por todos esos duros entrenamientos, ganar, perder, mejorar y aprender? ¿Quién no querría unos profesores tan fascinantes y unos compañeros de clase tan llamativos?

El cacho de entrenamiento y posterior combate contra villanos en el bosque se siente como algo que ya hemos visto previamente en el anime. Bajo mi punto de vista, se alarga un poco más de lo que debería (quizás le sobre un capítulo, o uno y medio como mucho). No obstante, todo lo negativo que puedo hallarle termina ahí, ya que por lo demás es otra delicia impresionante, bien realizada y con un propósito esencial. Como es costumbre, las peleas y demás situaciones que ocurren se usan (de un modo sumamente sabio) como pretexto para contar cosas acerca de nuestros personajes y hacerlos evolucionar. Cada puñetazo o cada lucha que ocurre guardan un significado detrás que tendrá repercusiones sobre aquellos involucrados. El ejemplo más claro es Midoriya contra Muscular, una auténtica maravilla audiovisual insuperable que me pone los pelos de punta cada vez que la veo. No se utilizan tácticas intrincadas de combate ni nada por el estilo; todo el pilar sobre el que se basa el enfrentamiento reside en el apartado puramente emocional (y no digo más, porque no quiero entrar en spoilers importantes). Además, una vez finalizado este, Deku deberá aprender de los errores que ha cometido en él (lesionarse al completo, lo que le impidió lograr lo que quería posteriormente) y modificar su estilo de pelea en consecuencia. Si las peleas no tuvieran todo lo que tienen detrás serían una experiencia tan plana como observar una tortuga tomar el sol. Es esa capacidad de emplear cada detalle (relacionado con los personajes, sus pasados y debilidades) para dar emoción a la escena, junto con un apartado técnico impecable, un ritmo extraordinario y una banda sonora excelsa, que hacen de BnH algo especial. Señoras y señores, esto es lo que yo llamo una narración (storytelling) fantástica.
Hay otros ejemplos geniales: podemos apreciar más de los personajes de la clase 1B, algunos de la clase 1A (sobre todo Tokoyami y sus puntos débiles); y también echamos un primer vistazo prometedor a los nuevos villanos, como Toga y Dabi.

Sin embargo, todo lo anterior era un arco de transición que, simplemente, nos estaba preparando para lo que iba a ocurrir a continuación... la mayor colisión de titanes en el recorrido de la serie. Un antes y un después para Boku No Hero Academia. Tanto para la historia en sí, como para el mundo ficticio que se ha estado construyendo tan cuidadosamente y las personas que habitan en él. Todo lo que ocurra tras el mítico All Might contra All for one estará directamente influenciado por este evento, y se cierra una etapa poniendo punto y final a la historia formada por el conjunto de las dos primeras temporadas y esta primera mitad de la tercera. Las dos subtramas (el rescate de Bakugo y el asalto al escondrijo) se conjuntan a la perfección con un timing que no permite un solo respiro. Música a tope, entretenimiento del bueno, una animación sensacional y sentimientos transmitidos a la perfección con una potencia bestial. Nada que objetar; 10/10.
All for one es un excelente villano porque representa la antítesis absoluta de All Might. Los ideales de los dos personajes son tan opuestos que, salvo el choque, no les queda otra opción. All for one es el único que puede hacer frente a All Might físicamente y psicológicamente, siendo su único propósito destruirlo por completo en ambos apartados. La pelea es pura tensión, puro drama, pura emoción... puro arte, y su conclusión (aunque simple, de lo cual no me quejo ni mucho menos) es una de las más satisfactorias y épicas jamás presentadas en anime alguno.

"... eres el siguiente".


Segunda mitad de la temporada

En mi opinión, a la segunda porción le cuesta estar a la altura del listón general de BnH, y por ello aseguro que esta temporada es la más floja hasta ahora. Quiero justificar poco a poco el porqué de mis palabras, analizando aquello que me ha gustado, aquello que no, la relación manga-anime, las dificultades que esta conlleva y cómo todo eso ha afectado al resultado final.

Este segundo opening me gusta más, pero aún no me convence del todo.

Después de un clímax tan apoteósico, era obvio que BnH tenía que tomar un descanso de tanta accióndestrucción y sucesos trascendentales; y no, esto no es algo negativo. De hecho, adoro el episodio de los padres y madres, y el episodio de los dormitorios es, personalmente, uno de mis favoritos. ¿Por qué? Porque al final del día, BnH no solamente es una serie de tortazos y súper-poderes: es más una serie de personajes y las relaciones que se forjan entre ellos. No necesita épica para entretener o divertir al espectador, ya que gran parte de su calidad (y sucesivo éxito) se ha basado siempre en lo original y atractivo de su premisa: adolescentes con mucho que aprender, mucho que avanzar y muchas ganas de hacer ambas cosas. Este capítulo "de los dormitorios" representa lo que digo a la perfección. Consigue que los espectadores nos sintamos jóvenes logrando nuestras risas y sonrisas, al mismo tiempo que ofrece profundidad y pequeños matices a cada uno de los protagonistas.

La parte que se desmorona no es esta, sino la posterior.
Para mí, el arco argumental de los exámenes de licencia provisional fue, sin duda, el peor del manga. Atravesarlo me resultó un verdadero tostón, pues carecía de ciertas características esenciales en BnH. Siendo así, comprendo lo difícil que habrá sido para los animadores adaptar esta parte. Han realizado un buen trabajo mejorando el material original, pero la calidad general de la obra todavía se queda muy corta debido a esas raíces insípidas que se ha visto obligada a arrastrar.

Por lo pronto, tenemos dos capítulos de relleno (la promoción para la película y el patético enfrentamiento contra las chicas del té) totalmente irrelevantes que, a pesar de tener sus momentos chulos, son una carga para el ritmo general (que tampoco era muy bueno de por sí). Quitando eso de lado, este arco completo se siente increíblemente desaprovechado ya que posee una gran longitud, pero no la aprovecha correctamente. Apenas ahonda lo suficiente en los alumnos de la clase 1A y muchísimo menos en los nuevos personajes (de quienes solo Inasa es cautivador y está bien desarrollado). Además, los resultados finales se siente forzados a más no poder: estamos en una prueba con miles de personas y, ¡qué casualidad! Entre los 100 mejores están casi todas las clases de la UA, sin excepción. Vamos, no todo puede ser tan fácil y conveniente siempre. Como la progresión de los protagonistas no se hace lo suficientemente visible en esta parte, no se transmite la sensación de que realmente se hayan ganado ese resultado. Encima, los combates no tienen sustancia; no se aprecian auténticas dificultades en este examen (las soluciones de los conflictos son sencillas e incluso vagas) y jamás se nos ofrece un vistazo de los otros cientos de tipos involucrados en el mismo, por lo que la tensión es casi inexistente.

Ahora mismo da la sensación de que he odiado Boku No Hero con toda mi alma... Pero no, relax, no es el caso. Quiero aclarar que, aún en su peor momento, este anime sigue siendo entretenimiento de primera calidad. Simplemente, creo que por momentos ha bajado el listón y estoy dando mi opinión sincera al respecto. ¿Hay cosas buenas también? ¡Por supuesto!
Puede que el ritmo sea irregular, pero nunca llega a aburrir. Con la aparición de Gang Orca el nivel sube drásticamente. Aquellas ocasiones en las que nuestros alumnos y alumnas favoritos colaboran unos con otros son perfectos para poner los pelos de punta hasta a la roca más fría. Deku y Todoroki siguen llevándose muchos de los mejores momentos. Hay acción a raudales y pequeños momentos esparcidos que te provocan los anhelados escalofríos en la espalda, como debe ser.

Eso sí, lo mejor de este segundo fragmento viene cuando los exámenes de licencia acaban, dando paso a los últimos cuatro capítulos de la temporada... que son absolutamente magistrales.
Deku vs Kacchan. ¡Al fin, al fin obtenemos un resultado de esa evolución tan sutil por la que Bakugo ha estado pasando! El combate tiene su dosis tanto de técnica como de emoción, siendo uno de los más completos hasta la fecha. Por cierto, este reparto de actores de doblaje japoneses es digno de dioses (la versión inglesa es un chiste en comparación): estoy ante uno de los mejores trabajos de voice-acting que he degustado en toda mi vida. Esta es la clase de BnH que amo, en serio.
Considero que el 3x24 también es un episodio excepcional, principalmente gracias a esa profundidad y toque filosófico de identidad-existencialista inesperado que otorga a Twice, un villano que hasta ahora solo había aportado diálogos cómicos. Es curioso, porque da la sensación de estar viendo otra serie debido a lo diferente y oscuro que se torna la historia de este personaje (que, definitivamente, se halla ahora mismo entre mis favoritos).
Tenemos nuestro ansiado primer vistazo a Overhaul, otro de los mejores (y más poderosos) villanos de la serie. No diré más... cuando lo descubráis, os encantará.
Y cómo olvidar a los 3 grandes de la UA. No pude evitarlo: en cuanto entraron en la clase, mi espíritu fangirl hizo que yo me pusiera a gritar de alegría. Colegas, no sabéis lo que os espera para la próxima cuarta temporada. Va a ser sencillamente apoteósico.
En el 3x25 Mirio Togata se confirma como un auténtico dios con apenas 15 minutos en pantalla (imaginad cómo será cuando lo veáis en acción de verdad...). No hay discusión que valga: es y será uno de los mejores personajes de BnH por todo lo que su historia implica. Su singularidad (o quirk) es una basura aparentemente inútil, imposible de aplicar y extraordinariamente difícil de dominar... Pero ahí lo tienes, es el mejor alumno de toda UA. Mirio aporta gran trasfondo a varios de los temas principales de la serie (el sacrificio por lo que amas, la superación los límites propios yendo más allá de tus posibilidades en busca de tu objetivo). Se nos enseña que para ser un profesional no basta con tener solo fuerza bruta: debes saber aplicar tus aptitudes con inteligencia y astucia, sacando así su máximo potencial. Esto siempre ha sido una parte importante de BnH y, ahora más que nunca, el autor lo desarrolla con maestría, demostrando una creatividad fuera de límites. Bien jugado, sí señor.


RESUMEN DE LA TEMPORADA EN CONJUNTO

La tercera temporada no alcanza el nivel máximo al que Boku No Hero Academia llegó en su época álgida, pero tampoco lastra el conjunto; recordemos que no todas las partes de una historia tan larga deben ser igual de geniales.
Lo único que no puedo perdonarle (en términos generales) ha sido la carencia de un desarrollo y evolución satisfactorios (similares a las temporadas previas) de personajes secundarios. El ejemplo más claro es Uraraka: ella ha pasado de ser un personaje poderoso, único e independiente a una esclava de sus sentimientos por Deku. Ha ido de ser la puta ama a ser un cliché aburrido. La dinámica "oh, siento vergüenza cada vez que me acerco a él, porque me gusta" acaba resultando cansina y deja completamente estancada la relación tan fascinante entre ambos. Ha tardado algo así como 19 o 20 puñeteros capítulos (excesivo) en "aceptar que le gusta y... ¡dejar esa sensación de lado!". ¿Cómo? No comprendo, ¿por qué sus sentimientos dan un paso hacia atrás, en vez de hacia delante? ¿Para qué atascarse cuando el guion puede, no sé, desarrollar a ambos?
También he echado de menos aquellos momentos de simple "colegueo" entre los alumnos, sobre todo Deku, Uraraka e Iida (mis tres mosqueteros), grandes amigos cuya relación (ahora casi inexistente) era una de las cosas que más me gustaban.

Y el último error... el más inexplicable de todos... ¿por qué cojones no se ha utilizado en ningún capítulo You Say Run? Esa puta canción era la mejor de toda la banda sonora con una diferencia abismal, tío. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué la han ignorado? ¡Hablo por muchos cuando digo que quería escucharla otra vez en un nuevo episodio! En serio, es muy frustrante, no lo entiendo de verdad, ¡si es que lo tenían en bandeja, aargh!


Ahora bien, exceptuando lo mencionado, BnH mantiene intactos todos sus puntos positivos de antaño (y estos todavía pueden hacer que los errores cometidos parezcan insignificantes en comparación). Está avanzando a pasos agigantados, creando con paciencia y buena letra un universo propio creíble y cada vez más interesante. Su esencia no ha desaparecido: sigue siendo la misma serie eufórica, emocionante, atractiva y (sobre todo) optimista de siempre; absolutamente fiel a sus principios, llena de personajes excepcionales y una historia simple pero efectiva que no falla a la hora de trasladarme a su mundo haciendo que olvide todos mis problemas, a la hora de llenarme de energía positiva y motivarme, ya sea para mejorar o para ir más allá de mis límites (¡Plus Ultra!) con el fin de conseguir cualquier objetivo. Aún me siento orgulloso de decir que soy un fanático enamorado de este anime, pues he estado pegado a la pantalla cada segundo de su duración disfrutando cual niño chico y, al final, me ha dejado con ganas de más, mucho más.
8.75/10.

¿TE HAS QUEDADO (COMO YO) CON GANAS DE MÁS, Y TIENES PENSADO ENGANCHAR CON EL MANGA?
TE DARÉ MI OPINIÓN AL RESPECTO...

Sí, la tercera temporada se ha quedado a las puertas de un gran arco argumental (el mejor que se ha tenido en el manga hasta ahora), y probablemente muchos estaréis ponderando la posibilidad de continuar la historia con la lectura...

Yo hice justo eso al terminar la segunda temporada. Así que, desde mi experiencia personal, voy a daros una serie de consejos basados en los aspectos positivos y negativos que esta decisión tuvo, para que al final vosot@s mism@s saquéis vuestras propias conclusiones.

· Ventajas

Estarás al día con la historia original y no tendrás que preocuparte por los spoiler (de hecho, tú mismo puedes ser el que los haga). Pertenecerás a una comunidad bellísima (y lo digo con el corazón en el puño) donde podrás conocer a todo tipo de gente y comentar con ellos la serie al completo, sin ninguna clase de restricción. Puede parecer que esto es una tontería, pero créeme, de lo que voy a decir es lo más importante.
Tendrás un nuevo capítulo cada semana. Corto, eso sí, aunque es mucho mejor que simplemente nada.
El autor merece respeto y una recompensa por el increíble trabajo que está realizando con la obra original. Kohei Horikoshi es un excelente creador de historias y se ha ganado que leamos (y compremos) su manga, si es que nos gusta.
El arte, aunque a veces peca de "incomprensible" en la acción general, es de un nivel bastante alto. Es sumamente expresivo y comprende cómo transmitir las distintas emociones que sienten sus personajes correctamente. Aunque la narración no siempre alcanza los requisitos esperados, puedo asegurar que leer este manga es, en su mayoría, una experiencia divertida. En ocasiones, hasta emocionante. El hecho de que no sea "el mejor cómic del mundo" no quita que consigue lo que busca a las mil maravillas y, una vez nos hemos acostumbrado a su estilo y hemos asumido sus carencias, estaremos ante una obra de entretenimiento de mucha calidad.

· Desventajas

De las desventajas solo se me ocurre una... pero es tan increíblemente relevante para mí que hace competencia a todo el apartado anterior.
Y es que la experiencia del anime es infinita, y repito, INFINITAMENTE SUPERIOR A LA DEL MANGA. El cómic de Boku No Hero Academia no es (ni mucho menos) "malo", sin embargo, tampoco es una obra maestra, pues el autor es bueno creando historias y personajes, pero es meramente "correcto" a la hora de expresarse en el medio del cómic. Horikoshi no siempre es capaz de aprovechar todo el potencial de su obra. El manga de BnH tiene numerosos defectos en su estructura y en su narrativa que, en algunos momentos puntuales, lo hacen pesado de leer.
Como os podréis imaginar, estos defectos se solucionan con su versión animada.
El anime sabe sacar a relucir el verdadero potencial de la historia de BnH. Es mucho más fluído, mucho más entretenido e infinitiamente más emocionante. La animación, el voice-acting, la banda sonora y la dirección de escenas transmiten todas las sensaciones mil veces mejor que su contraparte escrita.
En resumen: ver el anime por primera vez es más satisfactorio que leer el manga por primera vez. Si lees el manga y después ves el anime, no podrás experimentar la historia al máximo.
Yo, personalmente, soy una persona que siempre busca la máxima experiencia, y es debido a esto que, por una parte, me arrepiento de haber continuado con el manga en su momento (por otra no, ya que gracias a ello he conocido y hablado con personas que ahora son buenos amigos y, obviamente, sigo disfrutando muchísimo del manga semana tras semana). Si pudiera ir atrás en el tiempo y cambiarlo, probablemente no lo haría... pero estaría tentado.
Con esto no quiero decir que el manga de BnH sea basura, porque no es así. Yo lo disfruto enormemente; pero disfruto el anime mucho más.

¿Qué harás tú?
Yo te recomiendo que esperes al anime porque realmente merece la pena, sin embargo, esto es solo mi opinión. ¿Quieres tener un poco más de información acerca del manga antes de decidir? Aquí tienes la reseña que hice sobre el mismo: https://lalistadealex.blogspot.com/2018/04/resena-boku-no-hero-academiamy-hero.html

Espero haber sido de ayuda. ¡Tened un buen día!

viernes, 21 de septiembre de 2018

La película más hipócrita: 'Birdman' (2014), reseña y explicación.

ALERTA
Esta crítica puede contener pequeños SPOILER de la trama en su interior.
Birdman es un filme que, cuando se estrenó, dividió al público en dos sectores: aquellas personas que la consideraron una auténtica obra maestra innovadora, profunda y única (algunos hasta la catalogaron como una de las mejores obras cinematográficas de todos los tiempos), y aquellas que, por el contrario, la tienen en muy baja estima. Debido a la peculiaridad de esta película es difícil situarse en medio de ambas opciones, y aunque estoy seguro de que habrá gente que lo hará, también estoy seguro de que son una minoría. Obviamente, nada de esto es malo ni bueno, siempre que se respete tanto la opinión personal como la del resto.

Y es que para eso estoy hoy aquí: quiero ofrecer mi granito de arena a un debate cerrado hace años (cómo no) argumentando por qué Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) es, según mi punto de vista, un producto sobrevalorado como pocos. Ah, y también intentaré dar una explicación de los sucesos más... extraños que ocurren a lo largo de su duración. Vamos allá.


Antes de nada, encuentro imposible negar el hecho de que Birdman tiene uno de los mejores trabajos interpretativos de los últimos años (y más). Nada de lo que diga le hará justicia, y sinceramente, no sé ni cómo empezar. Según yo lo veo, este es un filme para el lucimiento de sus estrellas, pues en ellas recae el peso de la cinta al completo. El plano secuencia pide a los actores y actrices que se fundan al completo con sus respectivos personajes y no hay ni uno, repito, ni uno solo, que no esté jodidamente magistral.
Estamos ante la mejor actuación en la carrera de Michael Keaton (quién debería haberse llevado la estatuilla, en mi opinión). Yo, personalmente, nunca lo había tenido en gran estima, hasta que vi de lo que es capaz con esta película. Transmite la totalidad de emociones de su personaje con una credibilidad absoluta; el papel es muy exigente y requiere de unos dotes actorales exquisitos, ya que de él depende todo el potencial dramático de la historia. El resultado acaba siendo tan satisfactorio debido a que está a la altura de las demandas del guión (e incluso las supera con creces).
Edward Norton realiza una de sus mejores actuaciones hasta la fecha, y eso es mucho decir teniendo en cuenta el calibre del actor (que, si no fuera tan fatigoso en la vida real, ya sería uno de los más grandes de la historia). Quizás le sale tan bien porque, en cierto modo, se interpreta a sí mismo, pero al final eso es lo de menos: lo importante es que se come la pantalla con cada aparición y su presencia resulta un placer para los sentidos del espectador.
Emma Stone comenzaba daba señales de que, más temprano que tarde, iba a ser grande en Hollywood. Muy grande. Tan grande como está en esta película, haciendo de adolescente problemática con un talento y una naturalidad innegables.
Naomi Watts y Andrea Riseborough no se quedan pequeñas ante los 3 colosos principales, ni mucho menos. Ambas son sinónimo de calidad.

Si hablamos del apartado técnico, Birdman es toda una proeza. Como ya todos sabréis, está rodada de manera que parece un único plano secuencia ininterrumpido. El producto final les ha salido impecable, y esto tiene mucho mérito, porque es sumamente original al mismo tiempo que una tarea complicadísima de elaborar.


Sin embargo... en lo que a puntos positivos se refiere, Birdman no ofrece mucho más. Aquí comienza la sección polémica, señoras y señores.
¿Por qué considero que Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) es una obra pretenciosa, vacía e hipócrita como ninguna?

Primero de todo, ¿qué significan todos los elementos abstractos de Birdman? ¿Riggan tiene auténticos poderes o son solo un producto de su imaginación? ¿Quién es o qué simboliza la voz que le atosiga continuamente y, al final, se manifiesta como un tipo vestido de superhéroe?
Mi opinión es la siguiente: ese Birdman metafórico que habla a Riggan representa una parte de él mismo, de su persona, que tiene reprimida. Riggan es un tipo que, hace tiempo, logró el éxito haciendo del superhéroe Birdman. Ahora, esa época ya ha pasado y él ha "madurado" (por decirlo de alguna manera), pero eso no le ha traído ningún bien. Sin Birdman, Riggan es un don nadie, y aunque él quiere quitarse esa alargada sombra de encima, no es capaz. La gente le reconoce como Birdman y le pide que haga de Birdman una vez más, no esas chorradas filosóficas de teatro. Riggan desea ser querido, ahora bien, él confunde amor con éxito ante las masas, y es por eso que necesita que la obra de teatro y se deje de tonterías, ya que si quiere ser "amado" su única opción es volver a hacer de superhéroe, pues según él, es lo único que gusta a la gente hoy en día. Riggan quiere demostrar a todos (sobre todo a sí mismo) que es más que solo Birdman, y esa obra teatral es la única forma de conseguirlo (a pesar de que, en el fondo, sabe que sería más fácil si se despojara del orgullo y se pusiera las mallas de nuevo).
El último momento en el que se ha tirado por la ventana y su hija le ve volar representa, metafóricamente, que al fin ha logrado volar sin Birdman y se ha convertido en una leyenda, justo lo que él buscaba.
Los personajes de Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) tienen una gran necesidad de amor, de sentirse realizados con ellos mismos (y son la única cualidad que redime su pedante y fallido guión): Riggan quiere tener éxito una vez más; su hija, Sam, llama la atención para que alguien le ofrezca cariño, pues sus padres no lo hicieron cuando era pequeña; Mike necesita ser él mismo y solo puede conseguirlo, irónicamente, cuando está actuando.

El filme está dirigido a un nicho exclusivo (el mundo de la interpretación, la creación de cine y el análisis del mismo) pues su tema principal reside en una crítica al público medio y su afán por ver explosiones digitales que han sustituido a los guiones profundos con algo que contar. También arremete contra aquellos críticos que no se guían por la calidad inherente de un producto a la hora de juzgarlo, sino por temas puramente personales totalmente alejados de una reseña objetiva de la obra en sí (comportamiento derivado de la frustración al no haber podido ser ellos quienes la realizan, quedando relegados a simples críticos).

¿Dónde veo yo el problema en todo esto? Hay varios.
Tenemos la cargante obviedad con la que se expresa su "mensaje". El guión se las da de inteligente y metafórico, pero lo cierto es que solo sabe transmitir lo que quiere mediante diálogos de exposición barata puestos en la boca de los actores, para que el espectador se entere de qué coño significa todo.

Su mensaje no es tan profundo ni tan filosófico como intenta parecer: al final del día, no es más que una rápida revisión del mundo de los actores y una mini-crítica al espectador "mediocre" reflejadas en solamente un par de escenas durante toda la película. Ese simbolismo o esas imágenes abstractas no tienen nada mejor detrás, son puro humo. Además, al estar enfocado para un tipo de público tan específico se limita automáticamente su capacidad para emocionar al máximo número de gente posible, cuando una película debería ser accesible para casi cualquier persona.

Hablemos del famoso plano secuencia. Técnicamente es una maravilla, sí, pero, ¿cuál es su función? ¿Qué aporta a la trama? ¿Cómo ayuda a la hora de transmitir el mensaje de la historia o los sentimientos que residen en ella?
...
Hay que admitir que es original; ahora bien, creo que después de un rato acaba jugando más en contra que a favor de la película. Esta técnica se ha utilizado en ocasiones previas para crear tensión y agobio en el espectador, pero solo en escenas muy concretas, ya que si abusas demasiado de ella deja de transmitir cosas, deja de ser especial y se vuelve extremadamente cansina y repetitiva. En toda la película no hay momentos tranquilos, no nos permite descansar (lejos de ser algo bueno, se vuelve un soberano tostón conforme pasa el tiempo), no deja ni al público ni a los personajes tomar un respiro para asimilar lo que ocurre, perdiendo los momentos de reflexión y toda la posible carga emocional. El metraje se hace eterno y deseas que acabe de una puñetera vez.
En mi opinión, esta obra no está bien dirigida. Está bien realizada, pero hay una diferencia abismal entre ambas. Un buen director debe utilizar todas las técnicas a su disposición para que el guión alcance su máximo potencial, para darle fuerza y empaque, para convertir meras palabras escritas sobre papel en una realidad, y para transmitir de la mejor forma posible su mensaje y emociones al espectador.
Cada imagen, cada plano, debe tener un propósito, un motivo, una función.
Entonces, pensemos, ¿qué aporta el plano secuencia a todo esto? Te lo digo yo: hacer que la película sea visualmente impresionante. Hacer que la película quede bien. Hacer que el espectador alucine con las imágenes. Sí.
Lo único que aporta es una estética guay. No ayuda a transmitir las emociones del guión. No aporta nada a la historia. No aporta nada al mensaje de la película. Iñárritu ha filmado así Birdman para que quede muy chula y punto; es decir, estamos ante otro triunfo de la forma sobre la sustancia. Otro producto hecho para que los pseudo-intelectuales puedan sacar a relucir su complejo de superioridad porque les ha encantado la película, mientras predican que si no ha gustado a alguien es debido a que no la ha entendido.
Nula emoción. Nulo sentimiento. Imágenes asombrosas pero vacías. Es como una mierda envuelta en un papel albal precioso. Por ende, la película acaba siendo un coñazo de dimensiones desproporcionadas.

¿Y sabéis cómo se ha conseguido la sensación del plano sin cortes? Con efectos especiales. Efectivamente: más del el 90% del filme está basado enteramente en CGI (efectos por ordenador).
Espera, espera.
¿No era eso, precisamente, lo que Birdman quería criticar: aquellas cintas "vacías" cuyo único atractivo son los efectos especiales?
Pero Birdman, amiga mía, eso es justo lo que tú eres: una película de mensaje pobre y mal expresado, siendo lo más llamativo que tienes a tu favor todos los trucos visuales y efectos especiales para crear la ilusión de que estás rodada en una sola toma.
Birdman se queja de lo que ella misma es: espectáculo sin nada interesante detrás. Birdman es hipócrita.
Pensad por un momento la razón por la que Birdman será recordada en un futuro: el hecho de parecer una sola toma, ¿verdad? No por su mensaje, ni su (inexistente) filosofía...
Sabes que una obra ha fracasado cuando se ha convertido exactamente en aquello contra lo que quería arremeter, y la única cualidad por la que ha llamado la atención es esa misma que está criticando en otros filmes.

Si no fuera por el maravilloso trabajo que han realizado sus actores y actrices, Birdman sería una de las peores películas que he visto en mucho tiempo. No obstante, estas personas la han alzado, la han convertido en algo que merece la pena ser visto, le han dado esa fuerza y empaque que ni su director ni su guionista han conseguido.
Poner una nota a esta cinta ha sido difícil. Aunque me ha cabreado, su impecable trabajo técnico y sus impecables intérpretes no merecen un suspenso. Para mí, se queda en un 6/10.
Sé que muchos no compartirán mis pensamientos sobre Birdman, pero eso está bien. Anímate y, si te apetece, comenta tu opinión ahí abajo. ¡Los debates agradables son siempre bienvenidos! Un gran saludo.

sábado, 15 de septiembre de 2018

La mejor comedia del año 2018: Predator (Reseña 'The Predator')

··CRÍTICA #1··
(by Fan Acérrimo Satisfecho que probablemente no ha visto la de 1987)

En contra de todo pronóstico, The Predator es... una auténtica obra maestra. Los creadores, en lugar de tirar por el camino fácil, han decidido tomar un enfoque más arriesgado con el propósito de ofrecer un producto diferente, de una manera similar a lo que hizo Sam Raimi con su (magnífica) trilogía Evil Dead (Posesión Infernal). Shane Black ha optado por la complicada senda de la autoparodia: ha tomado todos los clichés de su saga (y del cine de acción cutre en general) para exagerarlos hasta el extremo, creando así una sátira perfecta. Reírse de uno mismo es un acto muy valiente que requiere de una gran modestia y no deberíamos subestimar su dificultad. En esta ocasión, el resultado ha sido brillante: The Predator es una comedia hilarante que ridiculiza por completo las películas previas de Depredador, una fosa séptica de estupidez autoconsciente que logra la continua carcajada del espectador a lo largo de su completa duración. Personalmente, pasé un rato divertidísimo e incluso salí contento de la sala, con una total sonrisa de satisfacción dibujada en el rostro. En resumen: sobresaliente producto, sí señor.



··CRÍTICA #2··
(mi humilde opinión)

¿Veis esta imagen de aquí? En mi opinión, es una metáfora que representa a la perfección la existencia de The Predator y lo que esta significa: el Depredador es Shane Black (y todo aquel que haya tenido algo que ver con la realización de esta basura) y ese señor al que está dando una tremenda tunda es esta mítica saga. Vale, admito que de la trilogía solo la primera merecía la pena, pero siempre quedaba la posibilidad de sacar algo bueno de las precuelas... 
Esa posibilidad se ha esfumado.

Obviamente, todo lo que se ha escrito en la crítica #1 es una mentira expresada con un sarcasmo tan sutil como un avión militar que rompe la barrera del sonido. The Predator es, bajo mi punto de vista, una de las peores películas del año, y no: no me valen las excusas de que está calificada como una comedia, o que es una autoparodia.
Primero de todo: no pertenece al género "comedia". Busca en IMDb o Filmaffinity; solo encontrarás "acción", "ciencia-ficción" u "horror".
Segundo: hay que tener mucho cuidado cuando se utiliza la palabra "parodia". Hay una cosa cierta, y es que el espectador puede permitir detalles de una parodia que no permitiría en ningún otro tipo de película; no obstante, esos detalles no son para nada aleatorios y tienen un objetivo muy específico: formular una crítica satírica de un producto. No es fácil hacer buenas parodias, ya que has de darle sentido y coherencia a situaciones aparentemente absurdas.
Así que, teniendo todo esto en cuenta, no me vale que The Predator se escude tras la excusa de la parodia, pues un guión estúpido que no se toma en serio a sí mismo lleno de lagunas argumentales, incoherencias fortuitas, escenas ridículas y mal escritas que no aportan ni un mensaje ni un propósito y personajes con cero carisma o profundidad... amigo mío, ese guión no es una parodia; es una mierda.


¿The Predator tiene algo positivo de su parte? Sí: no he mentido cuando he dicho que me lo pasé genial. Es la película de este año que más me ha hecho reír en la sala de cine. Ir diseccionándola poco a poco, sacando lagunas a cada segundo de metraje, ha sido lo más divertido. Es la típica comedia involuntaria ya que el espectador se ríe, pero no es porque su humor sea bueno: hace gracia por lo asquerosamente mala que es. Cuando pensabas que no podía ser más mediocre, te sorprende.
Ah, la banda sonora es brutal... ya que es una copia exacta de la primera.
Eso es todo lo positivo.

La sucesión de incoherencias que posee hace que Megalodón parezca El Padrino en comparación: no hay un solo minuto sin que varias gilipolleces tengan lugar. Es un no parar, lo digo en serio. Al menos, Megalodón sabía que era una película truño y no decepcionaba como tal, mientras que esta parece que trata de ser algo más, intenta resultar seria y oscura al mismo tiempo que cómica... una amalgama que fracasa estrepitosamente y deja inconsistente al tono de la película.
Los diálogos son algunos de los peores que he presenciado en mi vida, escucharlos me producía una sensación muy desagradable de vergüenza ajena. Da la sensación de que la totalidad de personajes en la cinta son Dani Rovira con entrenamiento militar. Se limitan a hacer chistes malísimos, disparar sus armas y morir como imbéciles. No hay ni un ápice de profundidad, tensión o empatía. El cast no está mal... pero en esta ocasión, el trabajo interpretativo deja mucho (muchísimo) que desear.

Siendo sinceros, nada se salva del desastre: la trama no tiene ningún sentido (NINGUNO), los personajes son planos, patéticos, olvidables y carecen de motivaciones, la dirección en las escenas de acción es pésima, confusa y difícil de seguir (sobre todo porque el 95% del filme se ha rodado de noche con el fin de ocultar unos efectos especiales deleznables... ... ... qué mal). Enrrollarme más sería marear la perdiz.
Sin embargo, si hay personas leyendo esto y quieren una crítica en profundidad de cada incoherencia perteneciente a The Predator, hacédmelo saber: yo haré de tripas corazón y me veré la película una vez más, bolígrafo y papel en mano, listo para anotar cada gilipollez que ocurra. Puede ser muy divertido.

The Predator se lleva un 4/10 porque me reí. No la veáis, es un truño. Si eres como yo, y te gustó la primera entrega (una de mis películas favoritas), ahórrate la pasta de esta y gástala en cualquier otra cosa. No tiene ni el empaque, ni la esencia, ni el carisma, ni la originalidad que la original tuvo. No aporta NADA al universo de Depredador, es más: lo hace añicos.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Estética impecable, pero vacía: 'Isla de Perros' (Reseña Isle of Dogs) de Wes Anderson.

Una de las películas que más han dado de qué hablar este 2018 ha sido, sin duda, Isle of Dogs de manos del cineasta Wes Anderson (uno de quien me hallo ansioso por descubrir más). La técnica Stop-Motion (animación fotograma a fotograma) no es utilizada con frecuencia hoy en día debido a lo increíblemente compleja, desesperante y ardua que puede llegar a ser; pero cuando alguien la emplea correctamente los resultados son fascinantes, como mínimo.


Lo primero es lo primero: Isla de Perros es una de las películas visualmente más bellas que he visto jamás. Me entran intensos dolores de cabeza siquiera de pensar en la dedicación que se ha puesto a la hora de realizarla. Cada elemento, cada imagen, están cuidadas con una precisión obsesiva. No tengo palabras para describir lo que he visto: esa fluidez en el movimiento, las expresiones de los personajes y sobre todo los demoníacos decorados llenos hasta el extremo de pequeños detalles que, en conjunto, crean escenas extraordinarias. Me gustaría destacar, en lo personal, los intensos primeros planos de los personajes caninos; aunque siendo sincero, no hay un solo segundo de esta cinta en el cual no me encontrara absolutamente sobrecogido por su colosal factura. El trabajo de animación de Wes Anderson (y de todos aquellos que le hayan ayudado, ya que me niego a creer que él solo haya podido hacer esto) merece ser alabado y estudiado, pues esto es un arte en sí, y como tal, la película alcanza la cota máxima de calidad.

El doblaje original es una maravilla. En mi humilde opinión, verla en cualquier otro idioma es un pecado: estamos ante un reparto prodigioso. ¿Dices que el mejor crossover el año ha sido Infinity War? Ponte a la cola: Bryan Cranston (una de las mejores voces en la industria), Edward Norton, Bill Murray, Jeff Goldblum, Greta Gerwig, Harvey Keitel y Scarlett Johansson son los actores y actrices que han ofrecido su voz para dotar de vida a estos entrañables perros. Sus capacidades interpretativas ya estaban fuera de toda duda, pero ahora también nos han demostrado que son excelentes dobladores, ya que en ellos recae el peso restante del filme y no solo lo aguantan bien: alzan la obra más todavía, convirtiéndola en un auténtico must-see.

La trama es sumamente original y hay personajes (Chief, sobre todo) realmente interesantes que acaban gánandose el corazón del espectador. Tienen sus cosas previsibles, pero no dañan la satisfacción que uno siente.
No obstante, me temo que con eso termino de enumerar los aspectos positivos de Isle of Dogs. Aunque duela, he de ser sincero: en el visionado, una infinidad de detalles me chirriaron lo suficiente para lograr que mi experiencia con la película no fuera plena.
Y os juro que no me gusta nada escribir esto. ¿Cómo es posible que, con lo increíblemente cuidado que estaba el apartado técnico, se haya descuidado tanto la historia? ¿Cómo es posible que, con ese cast digno de la superproducción más millonaria, no se hayan creado unos personajes a la altura? Me da rabia, y no es porque la película sea "mala" (no lo es), sino porque podría (y debería) haber sido mucho, mucho mejor. La sensación de potencial desaprovechado ante una serie de erratas tan estúpidas me apena, pues el producto final es meramente correcto, y tenía la capacidad de ser algo realmente grande.

Mi mayor problema con Isla de Perros es su gran cantidad de personajes y subtramas abandonados (o directamente nada desarrollados) según el tiempo pasa. Tenemos una relación escueta e innecesaria entre Chief y Nutmeg (Nuez moscada, figura de nula relevancia) que no va a ninguna parte; a la activista Tracy Walker, cuya importancia es casi inexistente a lo largo del filme y el interés que genera jamás evoluciona más allá de la indiferencia al ser un personaje simple y plano (que, además, se enamora de Atari... ¿porque sí, sin haberlo conocido?); el grupo inicial de perros formado por Rex, King, Boss y Duke, parecían los protagonistas al principio y tenían gran potencial como personajes (quería verlos más y apreciar mejor cómo evolucionaban), lástima que todo esto sea tirado por la borda a la mitad del filme, pues este cuarteto simplemente deja de aparecer y no vuelve a salir más. Carecen de impacto en la conclusión y no sabemos ni cuál es su destino al final.
Chief y Atari no son capaces de salvar este apartado al completo y, desafortunadamente, va empeorando conforme los minutos avanzan.

A pesar de durar solo 1 hora y media, la película se puede hacer pesada en ocasiones (quizás hasta aburrida) por el exceso de exposición al que nos somete a los espectadores. Ocasionalmente la exposición es necesaria, sin embargo, aquí se pasan de la raya. Cada 2 minutos un personaje comienza a hablar sobre una historia o un evento, deteniendo por completo el transcurso de la trama. A veces, lo que cuentan es algo que el público ya sabe e incluso ha sido repetido en innumerables ocasiones previas, haciéndolo más plasta aún. El recurso de la televisión diciendo qué pasa podría resultar cansino a muchos. Según yo lo veo, habría sido mucho más satisfactorio si se hubiera utilizado en mayor medida el puro lenguaje cinematográfico (contar más con imágenes que con palabras) aunque significara más duración, puesto que la haría más llevadera y fluida al mismo tiempo. Sé que Wes Anderson es perfectamente capaz, ya que en este mismo filme lo hace de vez en cuando, solo para después ser arruinado con un personaje contándonos lo que ya sabíamos.
Es posible que esta decisión de colocar constantemente voces que lo digan todo haya sido tomada por su facilidad (de lo contrario, la película habría sido más larga y hubiera requerido una labor más pesadillesca todavía en cuanto a la animación). No es algo que yo pueda reprocharle al director, no obstante, sí es algo que perjudica a la obra.

Isle of Dogs trata de transmitir un mensaje anti-odio (relacionado con minorías y demás) muy bonito. Bajo mi punto de vista, está tratado de una manera muy obvia que le aleja de ser tan trascendental como pretende. Quizás hasta sea demasiado pretencioso sin tener, realmente, mucho que ofrecer: está bien, nada más.

Hay una polémica respecto al idioma utilizado: pese a que los perros pertenecen a Japón, se comunican en inglés. Yo no lo veo como un "fallo" pues el inglés puede ser visto, simplemente, como el 'idioma perruno' y no como 'inglés' en sí. Solo lo considero un error cuando un personaje humano (sobre todo Tracey Walker) habla en inglés mientras está en Japón (cuando ella sabe japonés) y todo el mundo la entiende mágicamente.
Por lo demás, me encanta la idea de que algunos individuos del filme hablen en idiomas diferentes y no se les coloquen subtítulos debajo. La hallo, además, muy bien aplicada.

En resumen: Isle of Dogs es una obra de arte soberbia e inigualable en el ámbito estético, pero su historia tiene demasiados huecos que me sacaron continuamente de contexto y los encuentro imposibles de perdonar.

6,75/10.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Criticando Clásicos: "El hombre que mató a Liberty Valance" (The man who shot Liberty Valance)

Me faltan números para contar el total de veces que mi padre y mi querido tío me han recomendado esta película. Decían "hasta que no la hayas visto, no sabrás lo que es el auténtico cine", o algo parecido (obviamente, con tintes humorísticos).
Está calificado por una considerable porción de personas como uno de los mejores (sino el mejor) western de todos los tiempos.
¿Tenían razón?
Tenían razón.


Curiosamente, hay un gran contraste entre el día anterior al visionado de "El hombre que mató a Liberty Valance" y el posterior; y digo curiosamente, porque es ese mismo tópico (pasado-futuro) el más destacado, aclamado y mejor desarrollado del filme.

Antes...
No era gran admirador de John Ford (apenas he visto 3 películas dirigidas por él, contando esta).
Nunca había tenido a John Wayne en ningún pedestal de la actuación. Para mí, interpretaba al mismo personaje muchas veces, y yo no siempre me lo creía.
No era un particular fanático de los westerns de los años 50 y principios de los 60.

Y después de verla...
Ahora no puedo esperar para revisar más obras en la filmografía de este gran director.
Ese día me creí el personaje heroico de John Wayne.
Estoy ansioso por ponerme al día con más obras similares de la época.


Y mirad, yo considero que Centauros del Desierto (la más famosa colaboración Wayne-Ford) es una obra correcta pero sumamente sobrevalorada y, en mi opinión, no merece la posición de película de culto que ostenta actualmente. El paso de los años no la ha tratado nada bien.
Por el contrario, El hombre que mató a Liberty Valance... hermano, esa juega en una liga completamente distinta.

Estamos ante una película crepuscular, el primer adiós al western. La audiencia del momento, hastiada, comenzaba a pedir otras cosas, pues ya no quedaba mucho que hacer con este tipo cine. Entonces, en vez de atascarse y ofrecer lo mismo otra vez, el filme opta por una visión diferente, estableciendo un claro paralelismo entre el argumento de la película y la situación del western en la época. La cinta, plenamente consciente de que el subgénero había entrado en su recta final, decide darle a este una despedida digna con una historia que da la vuelta a los desgastados clichés en vez de utilizarlos y aboga por el progreso (dejando atrás las costrumbres clásicas), desmitificando así sus propias raíces al mismo tiempo que desmotraba gran pasión por ellas. Es una última carta de amor al cine del oeste, una especie de suicidio honorable del mismo que dejaba el camino libre para a una nueva generación; y quién mejor para desmontar un género de esta manera, que la misma persona que lo alzó por todo lo alto en primer lugar: John Ford.
Es importante que esta sea una obra de Ford, pues aunque él se posiciona a favor de Doniphon, es capaz de ver que este no es el futuro. Los que la hayáis visto me entenderéis. Los que no... ¿a qué esperáis?

El mensaje más profundo se halla en la incesante batalla entre la tradición y la evolución. Nuevo vs Antiguo. Cuando Stoddard (un hombre emprendedor que representa lo moderno, la palabra como arma) llega a Shinebone (lugar estancado en el pasado) encuentra lo típico: las leyes allí no cuentan, los bandidos aterrorizan a los habitantes, el comisario es un pusilánime y los héroes son aquellos capaces de desenfundar su pistola rápidamente.
La película narra con suma maestría las repercusiones de la relación de aprendizaje recíproca entre esta persona y el resto del pueblo, creando una gran sensación de satisfacción en el espectador.
Shinebone debe acostumbrarse al futuro. Debe aferrarse al progreso y abandonar a los rezagados. Los tipos duros con pistolas como única arma se quedan atrás en un mundo que avanza demasiado deprisa, cambiando las reglas gracias a la masiva globalización. La mujer debe escoger la cultura, al hombre que lava los platos y no la trata como un mero objeto. La acción se dará en casas y no en llanos desolados. Por otra parte, cambiar de manera tan drástica el status quo no es fácil y requiere una férrea voluntad que no ceda ante las tentaciones. Al final, ambas partes han de aportar su granito de arena para que el necesitado cambio pueda tener lugar... aunque eso signifique la triste extinción de una de ellas.
Esta "regla" es una que puede (y debe) ser aplicada en cualquier época, no solo la representada en esta ocasión.


Todo esto es transmitido de forma sutil en manos de un John Ford más magistral que nunca. El hombre que mató a Liberty Valance nunca aburre: nos mantiene pegado al asiento mientras vemos, atónitos, como una gran historia diferente se desenvuelve ante nuestros ojos. Los personajes son sublimes (algunos de los mejores jamás escritos), desde el más insignificante hasta aquel con más tiempo de pantalla: ninguno sobra, ninguno falta. Cada cual enriquece con pequeños matices a la película, beneficiando tanto el realismo en la creación del poblado ficticio como la metáfora que se nos está transmitiendo. En conjunto, sumados a sus respectivas evoluciones y personalidades, tenemos una auténtica maravilla, un lienzo que invita a la reflexión y el análisis.
Héroes rotos. Convicciones rotas. Estereotipos rotos. Leyendas rotas... esto es lo que la película nos ofrece. No le faltan escenas míticas de gran tensión con diálogos sencillamente perfectos (el filete), pero también están aquellas que vulgarizan a los protagonistas, rebajándolos a niveles pocas veces vistos anteriormente. La amalgama que se crea entre las dos opciones da lugar a un producto único.

Stewart, Wayne, Veras Miles, Woody Strode, Lee Marvin; todos están absolutamente impecables en sus papeles. Los llenan de matices, de realismo, y nosotros no podemos evitar apoyarles hasta la muerte u odiarles sin remedio, según el filme nos dicte. Deberíamos apreciar lo difícil que era en los años 60 sacar a dos súper-estrellas juntas en un solo producto dando un resultado que, en pocas palabras, es todo un orgasmo cinematográfico incomparable.
El final es la guinda del pastel: cierra la moraleja de una forma que, en cierto modo, se opone al resto de enseñanzas que se nos habían dejado previamente, dando lugar a un interesantísimo debate. Sin lugar a dudas, es un clímax legendario que ha creado escuela e inspirado muchas de mis posteriores películas favoritas.

El hombre que mató a Liberty Valance es una auténtica obra maestra, uno de los mejores western jamás filmados; sin embargo, me veo incapaz de otorgarle el 10 por detalles meramente personales que palidecen en comparación con la calidad inherente de la obra, pero fueron suficiente para arrebatarme la catarsis máxima al finalizar la experiencia (*).
9/10.

ZONA (mini) SPOILER
(*) El mero hecho de poseer una conclusión tan dolorosamente obvia (estaba demasiado claro que el verdadero hombre que mató a Liberty Valance era Doniphon; además, de no haber sido así, habría sido perjudicial tanto para la coherencia en el mensaje de la película como la del personaje Stoddard) y un villano que (aunque brillante) no logra forjar una auténtica sensación de amenaza o peligro, son pequeñas pegas y no consiguen que este film sea menos perfecto por ellas, pero para mí, en la rama de lo puramente personal sí lo acercan más al 9 que al 10.