lunes, 30 de octubre de 2017

Reseña manga Inuyashiki (Last Hero Inuyashiki) de Hiroya Oku; un atractivo análisis sobre la naturaleza humana y los superhéroes

Oku Hiroya terminó hace poco su última obra (esta que nos ocupa), y se la ha vuelto a sacar, sin duda. Muchos pensábamos que después de su disparatada, truculenta y vibrante obra maestra Gantz, no iba a ser capaz de deleitarnos otra vez con una historia capaz de quitarse de encima la sombra de esta. Nos equivocamos.

Inuyashiki (o Last Hero Inuyashiki aquí en España) es el siguiente paso en la maduración de Oku como escritor; una obra menos alocada y más pausada, más seria. Él prueba ser capaz de relatar historias distintas de distinta forma, pero eso sí, siempre dentro del género de la ciencia-ficción y con grandes dosis de acción. El resultado, pues, ha sido muy satisfactorio.


Es narrada la historia de Ichiro Inuyashiki, un señor mayor bastante desgraciado, desprovisto de ninguna característica mínimamente curiosa o distintiva. Es un inadaptado, no posee el amor por parte de su familia y el dinero no le da para mucho más que pasar cada mes a duras penas. Por otra parte, tenemos a Hiro Shishigami, un adolescente bastante inmaduro y apático en lo referente a personas que no pertenezcan a su círculo.
No son, en absoluto, personajes con los que se pueda construir una historia de superhéroes al uso. Pero el autor hace lo que quiere y consigue esto, dando así una frescura bastante inédita al género, y es por eso que yo considero Inuyashiki un manga muy especial.
Evitaré hacer mínimos spoiler en la crítica, ya sabéis mi filosofía: cuanto menos sepas sobre la trama de una obra antes de disfrutarla, mejor.


Ambos protagonistas adquirirán unos "dones" sobrehumanos, no obstante a cambio deberán pagar un alto precio: su "humanidad". Y es desde aquí, que ya divisamos algunos de los detalles que la separarán del resto de obras de su género.

Pero aún no quiero llegar a eso, antes, quiero centrarme en cosas más "objetivas" como siempre hago. El número de personajes importantes (o más bien, relevantes en la trama) no es tan extenso, lo cual no significa nada negativo. Como hizo en Gantz, Oku modela a los individuos de su manga con suma maestría, sin apenas necesidad de basarse en el diálogo para ello. Él tiene un estilo de narración muy, muy peculiar. Es tan propio y diferente que habrá tanto personas que lo adoren, como personas a quienes no les guste nada. A mí personalmente me encanta cómo escribe y desarrolla este hombre sus historias. Las dota de intensidad y grandes cantidades de silencio que, irónicamente, nos dicen mucho al lector. Su ritmo es lento pero aún así extremadamente entretenido y fácil de leer, además de adictivo: cuando la cosa comience a avanzar, no podrás despegar los ojos del cómic.

Es entonces cuando llegamos a los personajes, quienes poseen personalidades ricas en matices, definidas a la perfección. Los más profundos son, obviamente, los protagonistas y sus relativas familias y amistades; sin embargo Oku no se ha limitado a eso. Demuestra sus grandes habilidades como escritor haciendo que los lectores empaticemos con las personas normales de su mundo ficticio, aquellas sin aparente relevancia. A pesar de estas no tener peso en la trama principal, él les dedica tiempo, les dota de una personalidad y logra que nos importe lo que les pase; de esta manera, las acciones de los protagonistas serán más tensas todavía pues aquí y ahora, estaremos altamente preocupados por los ciudadanos de a pie.


Inuyashiki y Shishigami son los pilares del manga, ofreciendo una metáfora interesantísima sobre qué hace humano al ser humano. Otra cosa que me encanta de su trabajo, es que jamás deja nada negro o blanco, siempre es una tonalidad de gris; es decir, los personajes son siempre extremadamente humanos, en el sentido realista. Casi no hay héroes ni villanos al uso, y es perfectamente capaz de hacer que empatices con el más despiadado villano si él quiere.
La parte más atractiva es la siguiente: cuando ambos principales son "convertidos" en robots, pierden la capacidad de sentir emociones (lo que digo puede parecer spoiler, pero es apenas el primer capítulo, tranquil@s). Entonces, ambos entran en una crisis de identidad, que resolverán de maneras radicalmente distintas en las que la idea sobre qué es la humanidad nos será sutilmente mostrada. Para ver más sobre eso, me temo, deberás haber leído la obra y posteriormente dirigirte a la parte spoiler de este post, y no en el orden contrario, bribona o bribón.

Los secundarios son de lujo, y representan en ocasiones algunos clichés del género con el fin de hacer que el cómic conecte mejor. Es el caso de la familia de Inuyashiki, sobre todo su hijaAndō Naoyuki (el sidekick); o la novia de Shishigami. Estos personajes siempre ayudan al desarrollo de la trama y jamás se sienten forzados, por lo que los adoro.

Vayamos ahora con otra de las características más importantes y necesarias en un manga de Oku: la épica, la acción, sus escenas apoteósicas y emocionantes. Inuyashiki tiene una duración más breve que Gantz y por eso no hallaremos tantísimos momentos brutales; pero los hallaremos, y seguirán siendo igual de brutales, impactantes y carentes de limitación en cuanto a violencia e imaginación. La trama tiene toques únicos que la convierten en algo nuevo, fresco; y el autor nos sigue deleitando con las más insólitas situaciones, que van ganando contundencia hasta los tomos finales: un festín infinito de momentos impagables, alcanzados gracias a las proezas de Oku escribiendo personajes y contando intrépidas escenas de emoción pura.

Se aparta de la sangre y de las chicas atractivas sin ropa que tanto le gustan (no quita tampoco que haya por ahí personajes guapísimos, qué bien dibuja el cabrón), y es por ello que afirmo que ha madurado para bien. No digo que no pueda o deba hacerlo si le da la gana (o si tiene algún que otro motivo), pero definitivamente consigue que el manga parezca más accesible.


El arte es exactamente igual que en Gantz, increíble; aunque son visibles mejoras en ciertos aspectos, sobre todo en el apartado de las sombras. Combina sus dibujos con las imágenes por ordenador o realizadas por una cámara a la perfección, siendo el resultado extremadamente realista y hermoso. Esto ayuda a que los momentos alucinantes sean todavía mejores.


Como veis, el manga estaba encaminado a convertirse en uno de los mejores que he tenido el placer de leer, sobre todo cuando termina el insuperable penúltimo arco argumental, el auténtico clímax de la historia (aviones y peleas acojonantes, ya sabéis de qué hablo los que la hayáis leído).
Todo se desmorona, desafortunadamente, en el tramo final.
La historia da un inesperado giro que pondrá a todos los personajes en jaque. Sin embargo, lejos de ser el final perfecto y apoteósico que la obra necesitaba, se convierte en un final apresurado y frío el cual nos deja con mal sabor de boca. Está desaprovechado, ya que absolutamente todo lo que se tenía entre manos podría haber dado mucho más de sí. Sentí que la historia se quedaba coja, inconclusa, al ser abandonados a medias conceptos sin llegar a ser lo suficientemente sólidos. De hecho cuando terminé, no pensaba que ese fuera el verdadero final y esperé nuevos números los meses siguientes, cosa que no pasó: Inuyashiki había acabado de verdad.
Lo único bueno del final es que nos deja una preciosa enseñanza. Desgraciadamente, me temo que no es suficiente ni compensa en absoluto.

Si no hubiera sido por este gran tropezón, esta historia habría perdurado en mi cabeza para siempre. Pienso que Hiroya Oku es capaz de más, muchísimo más, pero quizás ha sucumbido ante el miedo, no lo sé. Lo único que sé, es que una gran obra se ha quedado a las puertas de mi Olimpo de los cómics y la literatura por esto, lo cual es una gran, gran pena.


ZONA SPOILER: MI OPINIÓN Y ANÁLISIS SOBRE LA NATURALEZA HUMANA EN INUYASHIKI



Muy bien, ¿qué es eso que he visto en Inuyashiki tan especial, alejado del género de superhéroes corriente, que me ha enamorado tanto? Tenemos una interesante inversión de papeles, donde ahora el protagonista heroico es un hombre adulto y el villano es un adolescente. Pero más allá de eso, lo mejor es su visión sobre qué hace humano a un ser humano, frase que habré repetido hasta la saciedad en esta crítica.

Inuyashiki es un tío normal y corriente con mala suerte. Es débil. No conecta con el mundo moderno. Y su única familia no le hace caso, no le valora, ni a él ni al esfuerzo que él hace por ellos. Su hija (gran personaje) no se da cuenta de que su padre es una buena persona y (sobre todo) un buen padre que siempre la ha querido y quiere lo mejor para ella. Entonces, él busca un perro para que le dé compañía, para tener alguien con quien compartir su vida. Inuyashiki no es un héroe, no quiere serlo ni jamás lo hubiera sido.
Como podemos apreciar en el primer volumen, él tiene una grave crisis existencial desde que deja de ser un ser orgánico, por llamarlo de alguna manera. Se siente incapaz de sentir, de tener emociones y empatía, de hacer cosas tan aparentemente insignificantes pero realmente importantes, como ser capaz de llorar.
En plena crisis, ve una situación injusta. Además, para el espectador es más injusta todavía, pues la víctima es un tipo con el que hemos empatizado previamente. Y él ayuda a esta persona pero no porque sea un defensor de la justicia, sino porque puede, porque ahora es un súper humano y no tiene otra cosa que hacer. Entonces, gracias a que realiza una buena acción, Inuyashiki es capaz de sentirse humano de nuevo, capaz de llorar, capaz de querer, de ver que tiene algo por lo que seguir viviendo.


Por el contrario, Shishigami siempre fue algo más apático hacia personas no relacionadas con él, teniendo en cuenta que es un adolescente, posiblemente está hasta en la edad del pavo. Él pasó por la misma crisis, no obstante, aquello que le hizo sentir humano no fue ayudar a la gente. 
Fue asesinar a la gente. Cuando mataba, sentía que era humano, sentía que era capaz de tener emociones de nuevo.

Qué interesante, ¿no? Cómo lo que hace humano a un humano, según un punto de vista varía tanto: es la capacidad de ayudar y de hacer el bien según uno; y según otro, es la capacidad de asesinar, de pisotear y masacrar a los débiles que no pueden defenderse. La supervivencia del más fuerte.

Cada concepto es algo totalmente individual que nace según la eduación recibida y la percepción de la vida y el mundo de cada personaje. Pero esto, en última instancia, no es lo que los hace humanos. Al menos, yo no lo creo así.
Porque ellos simplemente optaron por un camino que les hiciera sentir bien en una situación desesperada. Es decir, no importaban cuáles fueran las consecuencias ya que, principalmente, lo hacían por pura satisfacción propia. Hallaron aquello que les hacía sentir bien, que les hacía sentir humanos, y continuaron haciéndolo.
Es entonces cuando, según mi opinión, llegamos a la principal característica que hace humano al humano: su egoísmo. Inuyashiki no es un héroe al principio (aunque luego evolucione para serlo), y si salvar gente no le hubiera dado esa satisfacción propia que necesitaba, no habría seguido haciéndolo.
Y de la misma manera, Shishigami no es un villano. Es un chico inmaduro, inconsciente, apático, a quien no le importan las consecuencias horribles de sus actos, muy probablemente porque no les vea importancia alguna. No habría seguido asesinando familias inocentes si esto no le hubiera causado la satisfacción y la sensación de ser un humano.

Los humanos nos guiamos, pues, por aquello que necesitamos primero, y después, en base a eso, nos vamos desarrollando. Pero no nacemos siendo héroes ni villanos, así que optar por alguna de estas dos afiliaciones no hará que seamos más o menos fieles a nuestra naturaleza.

Ya que estoy en la zona spoiler, aprovecho para comentar lo increíble que me parece la pelea entre Inuyashiki y Shishigami (todo, desde cuando el último tira los aviones hasta la batalla final de casi un tomo, acabando por la resurrección final de Mary, la hija de nuestro protagonista). Es Hiroya Oku en estado puro, una gozada sin igual.
Por otra parte, tenemos el clímax de la historia, la llegada del meteorito gigante. Ya he dicho arriba qué opino al respecto: me parece un final apresurado y me dejó muy frío. No por la muerte de ambos, sino por todas las cosas que esta obra podría haber ofrecido si hubiera sido de forma distinta.

sábado, 14 de octubre de 2017

¡Olvídate de mí! (Eternal Sunshine of the Spotless Mind). Crítica de un ingenuo romántico.

Hay tantas, tantísimas formas en las que un filme como este podría haber salido mal. Creo que voy a tener que reconsiderar intensamente mi frase "muy por lo general no me gustan las películas románticas". Ahora mismo, me parece una declaración basada en mi poco conocimiento del género. Más bien, basada en que apenas nunca había visto obras como Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Hasta ahora.

Y es que como he dicho, las distintas maneras en las que este filme podría haberse torcido son tantas que asustan. Sin embargo, lo que más asusta, es que nada de eso pasó. Todo fluyó con una naturalidad y sencillez que harían ruborizar al agua más pura de un río.

¿De qué va Eternal Sunshine of the Spotless Mind? Si no la has visto, no preguntes. Simplemente, deja de leer y échale un vistazo en cuanto puedas.
Al principio, es bastante confusa. Tardé unos cuantos minutos en comprender a la perfección todo lo que estaba sucediendo. Esto se debe a su estructura fragmentada, para nada lineal, que puede resultar mortal si uno no está atento y simplemente la tiene de fondo (lo cual sería, en mi opinión, un craso error). El director te deja numerosos detalles para que te des cuenta, y son lo suficientemente sutiles como para que los pases por alto.
Pero no tiene esa estructura porque sí. Hay un propósito: y es que tú, al principio, te sientas como el protagonista. Confuso; aturdido; consciente de que algo raro pasa, no obstante incapaz de comprender qué es o qué es lo que está ocurriendo; y más importante, puro. Puro, en el sentido de no recordar nada; puro, sin estar atado al pasado, sin conocimiento de nada sucedido anteriormente.

Es entonces cuando las piezas se comienzan a poner desde lo más bajo, como si recordáramos junto al protagonista todo aquello que había olvidado. Se va construyendo poco a poco una historia de amor natural, real, sincera, triste, y humana. Como la vida misma.

Todos los personajes son muy humanos. Desde Joel, pasando por Clementine, hasta los doctores que trabajan en la extraña clínica. Son todo lo contrario a personas perfectas en sus cabales. Cada uno es más raro que el otro y tienen todos esos pormenores que los hacen tan reales y diferentes entre ellos, como cualquier persona. Están llenos de errores y cagadas. Miedos, inseguridades, o quizás exceso de despreocupación e ímpetu. Por todo lo dicho, a pesar de entrar en el género de ciencia-ficción, a pesar de que sea rara hasta la saciedad; la historia se vuelve mil veces más creíble que cualquier otro drama "realista". Evito desvelar hasta el más mínimo detalle de la trama pues opino que descubrirlo todo por ti mismo es probablemente una experiencia infinitamente más satisfactoria.

Los actores hacen todos trabajos impecables, sin excepción. Recomiendo encarecidamente verla en versión original.
Kate Winslet RELUCE más que nunca antes. Ella se ríe del simple sobresaliente.
Aunque sea el protagonista (MARAVILLOSAMENTE interpretado por Carrey, así en mayúsculas) aquel en el cual la peli se enfoque más, en las subtramas sabremos siempre algo del resto de personajes, que ayudará a que la historia se sienta más real. Sin embargo, no serán los personajes de forma individual el núcleo del filme: sino las relaciones entre ellos. Todas funcionan con una perfección increíble hasta incluso llegar a potentes giros de guión; pero cómo no, la mejor y más compleja es la de la pareja principal. Es una descripción perfecta de cómo nacen, se desarrollan y mueren los vínculos entre personas que se quieren.

Yo quería que, al final, saliera bien. Que todo sea perfecto y se resuelva satisfactoriamente para los personajes, acabando en un "y se quisieron mucho para siempre". Pero la vida no es así. Y en el final, el guionista termina de confeccionar su pieza maestra (este guión) con una enseñanza que me siento incapaz de describir con simples palabras, y por eso me limitaré al adjetivo: "preciosa".
Todo podría haber terminado pegajoso, o excesivamente feliz. O excesivamente triste. Poco creíble, en resumen. No fue así. En ningun momento es así. No hay tópicos. No hay momentos babosos.
La mezcla entre incontables diálogos excelentes y una intensidad visual basada puramente en el argumento y el poder de sus actores crea escenas inolvidables que quedarán para la posteridad. Algunas son demeledoras. Escenas que podrían, fácilmente, haber resultado un tostón ñoño. Y no lo hicieron. Porque es una de las pocas películas en las que no resulta cursi amar a una persona; amarla, y no querer que te abandone jamás. Es realmente preciosa.
Está muy guay eso de ser cínico y decir que el amor es una chiquillada y cosas por el estilo, te hace parecer muy maduro y "macho" (lo que quiera que eso signifique), sí. Pero en el fondo, creo que es ineludible sentarse un día de estos, más melancólicos, y echar de menos. O disfrutar enormemente de una película como esta, aunque vaya de "amor", esa chiquillada.

¿Cuál es, pues, la enseñanza que deja el filme tras su visionado? ¿Aquella que con tanto esfuerzo y cariño se erige poco a poco desde el primerísimo segundo de la película?
La dejo en el spoiler, solo para los que la hayan visto. Y si no has visto Eternal Sunshine of the Spotless Mind, he de pedirte que no mires lo que yo he escrito: te invito a descubrirlo tú mismo.

En fin, una obra preciosa, maravillosa, llena de escenas emocionantes con interpretaciones del más alto nivel.
Y después de todo esto, sin embargo, me veo incapaz de concederle el 10. Porque, en su visionado, eché mucho de menos soltar una lágrima. O mil. Y envidio a todos aquellos que lo hicieron, que fueron marcados tras terminarla, que pudieron desahogarse y sumirse por completo en la belleza del conjunto. Definitivamente, la película lo merece.

9/10.



SPOILER.



La película nos enseña que nada es perfecto. Todas las idealizaciones que crean el resto de pelis de mensaje barato y estúpido no es más que publicidad irreal en la que nos intentan inculcar que hay que ser perfecto y tener una pareja perfecta, y tener una relación perfecta. Son cuentos a los que nos aferramos cuando la realidad no ha sido demasiado generosa con nosotros.
Nada es perfecto. Pero esto no significa, que todo sea malo.
Todos tenemos malos momentos. Todos tenemos personalidades diferentes que terminarán chocando. Todos hemos pensado mal de alguien a quien hemos querido. Tendemos a recordar, a veces, solo una de las caras: lo bueno o lo malo. Pero nunca termina de ser ninguna de las dos
Ser imperfecto no es malo. Es humano.
Porque una vez comprendes esto, que nada va a ser perfecto, que tarde o temprano encontrarás cosas que no te gusten en las personas, es cuando quizás, podrás ser feliz; ya que es entonces cuando verás la pintura completa: habrá malo, pero también habrá bueno. Y ese bueno, merece la pena. Porque nada bueno vendrá sin nada malo, y si has encontrado algo bueno de verdad, merece la pena pasar por lo malo. No dejes que lo malo opaque lo bueno.

Joel lo comprendió mientras veía su vida pasar. Lo último era aquello que le había llevado a odiar a Clementine. Lo último, que fue malo. ¿Pero, y lo de antes?
Comprendió que no debe dejarse llevar por lo malo. Porque, mientras estaba en un sueño olvidando a la persona a la que quería, supo que no quería olvidarla. Que merecía la pena quedarse con ella.

Joel la cagó varias veces. Clementine la cagó varias veces. Y supieron que podría haber ido mejor. Pero es no significa que debieran olvidar.

Lo que más me gusta del final, es que no empiezan desde cero y todo se vuelve bonito y perfecto de repente, como habría hecho una película romántica genérica. No. Ellos escuchan lo que tenían que decir el uno sobre el otro. Saben que no fue perfecto, es más, fue un desastre. Saben que tarde o temprano, tendrán alguna discusión. Que en ocasiones, no todo será tan bonito como de costumbre.
Pero no importa. Porque ellos lo comprenden, comprenden que no importan las imperfecciones, ya que saben que al final, estar juntos les merecerá la pena. Vivirán con los errores hasta el final.

Uno de los mejores guiones con los que me he encontrado en mucho tiempo.


Tampoco puedo dejar de mencionar cómo los encargados de borrar la memoria aprovechan y se montan una fiestecilla, siendo irresponsables y demostrando más errores aún. Más humanidad.
Por cierto, la traducción del título en español es una puta cagada.

martes, 10 de octubre de 2017

Reseña: Temporada 3 de Rick y Morty (Rick and Morty Season 3) completa. ¿Ha cumplido las (altísimas) expectativas?

Finalmente, este verano de 2017 ocurrió: la mejor serie de televisión actual regresó. Regresó una de las pocas razones por las cuales aún sigue valiendo la pena estar atento a la caja tonta. Regresó uno de los shows más originales, desvergonzados y deliciosos que se hayan hecho en mucho tiempo. Rick and Morty ha vuelto, y ha sido justo como su capítulo inicial predijo para nosotros: más oscuro que nunca. La tercera temporada tenía una dura tarea por delante: igualar, como mínimo, la calidad de las dos temporadas previas. El final de la misma llegó hace un par de días, y como era de esperar, no ha estado exento de polémica.
Bien, ¿ha conseguido esta serie, pues, superarse a sí misma de nuevo? . Y no
Acompañadme si queréis y leed lo que tengo que decir al respecto.

Ya hablé en su momento del maravilloso primer capítulo, The Rickshank Rickdemption. Por lo tanto, no volveré a hablar más sobre este, únicamente me acojeré a una afirmación que habré repetido hasta la saciedad: es una obra maestra.
Dicho esto, centrémonos en el resto de la temporada. En la parte de abajo revelaré partes clave del argumento; pero hasta entonces, haré una crítica libre de cualquier spoiler, que podrán leer tanto los que la hayan visto, como los que no. Vamos allá:

Ha sido una maravilla. Mantiene el estilo casi intacto y cumple con casi todas las posibles exigencias que se le podrían haber pedido. Sin embargo, es la temporada más floja hasta ahora.
Lo cual no quiere decir que sea mala, en absoluto. Pero hay algunos aspectos que no han sido capaces de igualar a sus predecesoras, por poco. Y pienso explicar por qué.


En el apartado positivo reencontramos la gran mayoría de virtudes que Rick y Morty ha demostrado en el pasado, junto con otras nuevas.
Sigue sin tener limitaciones. No hay nada sagrado ni prohibido para los guionistas; de hecho, es al revés: les encanta meterse con todo aquello que cimienta el pensamiento de la sociedad actual para reírse de nosotros. Al no haber límites creativos, estamos ante un festín de groserías macabras, locura y violencia desmedida. Es aquí donde avistamos el primer cambio: ahora, en la serie predomina la violencia ilimitada y la sangre a borbotones. Rick nos lo había dicho, estábamos en el año más oscuro de sus aventuras. Vaya si tenía razón: no se ha escatimado en desmembramientos, asesinatos masivos, canibalismo, violaciones y muchas más situaciones enfermizas.
¿Lo mejor? Todas estas situaciones son tratadas con las mayores indiferencia y banalidad posibles, con el objetivo de seguir planteándonos ideas nihilistas y pesismitas muy interesantes. En el mundo de Rick y Morty reina lo absurdo y lo cruel, pero desgraciadamente, si lo miras con otros ojos, quizás veas que no es tan distinto del nuestro.
Los escritores hacen lo que les sale de la polla, y tienen la habilidad de darle un trasfondo profundo (casi siempre). Siguen siendo fiel a su estilo y nosotros seguimos amándolos por ello.

Los temas tocados esta temporada han sido, en ocasiones, distintos. Al tener una nueva situación familiar sin Jerry, podemos ver cómo eso afecta a cada miembro de la familia y cómo se adaptan. Gracias a esto, el espectador continúa aprendiendo cada vez más cosas de los personajes al mismo tiempo que estos van evolucionando de forma lenta pero segura.
La continuidad, una característica esencial que hacía de la serie algo nuevo y mejor, no ha dejado de tener una importancia crucial. Puede que no se aprecie en los primeros visionados, pero es así. Parece que no hay una historia, mas eso es mentira: la hay, y se está desarrollando.
Nunca sabes cuál va a ser el siguiente paso, pues literalmente, todo es posible. Esto hace que descubrir cada episodio y cada nueva descabellada aventura siga siendo delicioso. El guión ha mantenido sus cotas de calidad en cuanto a diálogos y personajes, ante esto, a mí no me queda más opción que aplaudir.
El único del cual me podría quejar sería Summer. Su importancia se ha visto reducida.

Por supuesto, los escritores son capaces de darle la vuelta a la tortilla: hacer escenas emotivas que ponen los pelos de punta, o intensos análisis de la sociedad actual muy serios, desesperanzadores y sorprendentemente complejos.


De vez en cuando la serie se descolgaba con un nuevo personaje secundario que con solo 5 minutos en pantalla (tanto da que sea villano o "bueno") es capaz de robar nuestro corazoncito irracional e ingenuo, tales como el Pedo, Krombopulos Michael, Abradolf Lincler, Persona Pájaro, Squanch o Zeep hicieron en el pasado. Desafortunadamente, en la ocasión que nos ocupa no han habido tanto como hubiéramos querido, lo que resta muchísimo (al ser esto una de las mejores y más divertidas características de la serie). Solo me vienen a la cabeza Jaguar, los Vindicators o quizás Tommy; el resto son formas alternativas de Rick (Pickle Rick, Toxic Rick) que si bien molan muchísimo, no deberían acaparar tanto como han hecho. En mi caso, habría amado más apariciones de alienígenas con aquellos diseños tan únicos y originales, ahora totalmente olvidados.
No todo ha sido oro en esta temporada, como ya bien estaréis apreciando. He echado en falta ciertos detalles para que la tercera pueda compararse en calidad con las anteriores. Quizás mi visión dentro de un tiempo cambie, y si es así os lo haré saber. No obstante, por ahora, lo que pienso sobre esto es lo siguiente:

Sin ahondar para no destripar momentos de episodios, diré que casi no ha habido episodios de ciencia-ficción pura con aquella peculiar complejidad de trama, y muchos de los primeros no han alcanzado el nivel de los posteriores.
Con esto lo que quiero decir es que en la mayoría de capítulos la trama o aventura interdimensional  ha sido bastante simple. Y no me refiero a la caracterización de personajes; me refiero a la simplicidad del argumento en general. Ya no encontramos apenas aventuras universos o problemas intrincados, ni ha habido suficientes episodios con aquellos plot-twist tan inteligentes e inesperados que tanto hacían resaltar a la serie sobre las demás.


También he echado de menos el tono clásico de las aventuras donde solo estaban Rick y Morty y se las veían canutas para sobrevivir. Están poniendo a Rick Sánchez cada vez más como a un dios invencible. Es un tema complicado, pues intentan hacerlo de manera coherente, respetando (y a veces fallando) las leyes de su propio multiverso absurdo; sin embargo, me gustaría ver ocasiones en las que la supervivencia fuese más complicada, pues eso añadía un punto de tensión que quedaba de puta madre. En la tercera temporada se ha abusado demasiado del poder de Rick (algo que solo debería hacer en ocasiones en las que se ponga muy serio, ya que si no, a él le daría igual), y por eso poco a poco será más difícil inventar nuevas historias tan originales como antes.

No obstante, mucho de lo que he dicho puede ser ignorado en mayor o menor medida pues al fin y al cabo es cambio, y cambiar no es malo siempre que se haga bien. Lo que realmente la ha impedido estar al nivel de las temporadas previas ha sido su final. El décimo episodio de la segunda fue una obra fuera de serie, aunque realmente en esta ocasión no era necesario hacer algo igual de relevante: un episodio final para una temporada así, en la que los personajes han cambiado tanto, podría haber sido brutal al mismo tiempo que modesto. Cuando terminó me sentí frío, porque sí, es un buen episodio, pero como cierre de temporada ha sido decepcionante.
Ese capítulo no debería haber sido el capítulo final.


Ahora, he de decir: BASTA. Basta de tanta crítica negativa, quizás parezca por los últimos párrafos que no he disfrutado enormemente la serie este año, aunque no haya sido así: me lo he pasado de puta madre.
Vamos con lo mejor de la temporada, esos aspectos en los cuales pienso que ha superado con creces a las anteriores, y la razón por la cual pienso que sí, en parte, Rick and Morty ha vuelto a susperarse a sí misma: han sido ciertos episodios en particular.
Porque como temporada en conjunto es la más floja, pero no hay duda de que individualmente ha tenido los mejores episodios de toda la puta serie. Y eso se traduce como algunos de los mejores episodios televisivos de la maldita historia, por los cuales la larguísima espera ha merecido la pena.

No diré cuales son ahora (eso está reservado para la parte spoiler): quiero que os sorprendáis tanto como yo. Además, los guionistas son unos cabrones que juegan con los espectadores, los mayores trolls de la industria cinematográfica actual.
Como no puedo resistirme solo diré que consiguen construir unos mundos tan perfectos, complejos y ricos en tan poco tiempo, que no puede ser denominado de otra manera distinta a milagro.

Así que, veredicto final: seguís teniendo que ver Rick and Morty. Aunque recordad: esta temporada, en especial, no es apta para gente sensible de ningún tipo. 
Un 9,5/10.

Por si te interesa, mi opinión sobre las 2 primeras temporadas: Por qué debes ver Rick y Morty.

ALERTA: ZONA SPOILER
ALERTA: ZONA SPOILER
ALERTA: ZONA SPOILER





El mejor episodio de la serie hasta ahora es, sin duda, el 3x07: The Ricklantis Mixup.
Ha sido la mayor jugada que han hecho conmigo como espectador en mi vida. Todos nos creímos en su momento que iba a ser un episodio como otro cualquiera. Pero no, estábamos equivocados.

Son capaces de construir, en 22 minutos, un mundo que funciona a la perfección, mucho más conseguido que la mayoría de civilizaciones de la ciencia-ficción. La complejidad alcanzada en un límite de tiempo tan pequeño acojona, y es que es plasmada una sociedad tan catastrófica, rica en matices, mentirosa, cruel, oscura, sucia y sobre todo tan real, que asusta. Asusta porque, en el fondo, es un análisis preciso del mundo actual, una visión cínica del sistema que sirve como crítica desesperanzadora del mismo, pues en ella no se alberga nada de optimismo. ¿Cómo han sido capaces de en apenas un cuarto de hora crear hasta 5 putas subtramas, a cada cual más interesante? Y lo mejor: que después, todas converjan en una espiral de revelaciones y plot-twist increíbles para darnos uno de los mejores finales de episodio que Rick y Morty nos ha dado jamás, si no el mejor.

Cuando terminó, juro que estaba gritando en mi salón. El regreso del Morty Malvado, o Evil Morty, fue demasiado para mí. Porque el episodio donde apareció por primera y última vez entraba en mi top 3 de cabeza, y sinceramente, no creía posible que los creadores le hicieran aparecer de nuevo. Así que cuando comenzó a sonar la música característica de este personaje en The Ricklantis Mixup yo no podía contener la emoción. Lo han traído de vuelta de la mejor y más épica manera posible en el mejor capítulo hasta ahora, consolidándolo como el mejor antagonista de la serie y uno de los personajes más carismáticos y misteriosos del cual todos queremos ver más. Eso con apenas unos malditos segundos. Es pura genialidad.

Y no solo eso, cómo vamos a olvidarnos la subtrama de los Mortys que se escapan de la escuela, del policía Morty veterano y el Rick novato, y de la maravillosa metáfora de Simple Rick's. Todas estas partes eran magia hecha serie de animación, una pesimista visión de la sociedad actual, de cómo esta manipula y aliena a la gente despojándolos de sus virtudes para convertirles en meras imágenes sin vida de lo que podráin ser trabajando al servicio de un par de cabrones poderosos que controlan todo desde las sombras, a los cuales no derrocará nadie más que otro cabrón poderoso sin que nadie de a pie sepa jamás nada, creando pues un círculo vicioso. Una sociedad dominada sin saberlo por los medios de comuniación y las grandes empresas, los cuales utilizan hasta la sensación de libertad como un puto producto para el consumo capitalista (¡brutal!) con la intención de mantener al rebaño sumido en una sensación de falsa consciencia.
Lo dicho, maravilloso.

Como he mencionado anteriormente y hasta la saciedad, The Rickshank Rickdemption es también uno de los 3 mejores episodios de toda la serie.

Y aparte de estos, tenemos también el entretenidísimo Pickle Rick, que si bien es jodidamente absurdo, se disfruta hasta niveles insospechados e introduce a nuestro querido Jaguar.
Magistral.

Rest and Ricklaxation es otro de los mejores de la temporada, uno de los más oscuros, intensos, desvergonzados e interesantes. Además, las peleas y diferencias entre los tóxicos y el sanos son una gozada. "God is a lie!! WE MADE HIM UP FOR MONEY". "SANTA CLAUS ISN'T REAL". Buenisísimo (¿único problema? En algunas ocasiones, creo recordar que fue incoherente consigo mismo).

The Whirly Dirly Conspiracy también es magistralThe ABC's of Beth es de los mejores y más macabros.

En mi opinión, los mencionados serían los más destacables de esta tercera temporada.

En cuanto al final, he de decir que la pelea y trama en general de Rick y Morty contra el presidente de los orgullosos y estúpidos Estados Unidos es jodidamente genial. Habría sido un buen final de temporada de haber tenido otro final menos... ¿apresurado?
Ya hay quinientos millones de análisis en internet sobre por qué como final no es el episodio idóneo, así que voy a callarme un poco, que de vez en cuando no viene mal.

¡Un saludo!

sábado, 7 de octubre de 2017

"Blade Runner 2049" de Denis Villeneuve, un orgasmo visual. Reseña y breve explicación del final.

Cuando un nuevo remake es anunciado, mi reacción instantánea es, por lo general, fruncir el ceño. Seguidamente, prosigo con el pensamiento "verdaderamente, la industria del cine se está quedando sin ideas y muere lentamente hoy en día". Es por eso que cada vez soy más reacio ante precuelas, secuelas y reinvenciones, sobre todo si son de películas que en su día fueron un éxito, ya que entonces significa suplir la falta de imaginación de un creador con la de otro.

Blade Runner 2049 no era una excepción: no tenía nada de esperanza depositada en ella, hasta que me enteré de que su director iba a ser uno de los más competentes de la industria actualmente, el maravilloso sr Denis Villeneuve. Entonces, pensé: "hoy, puedo sentirme algo más... optimista".

Porque hay una excepción al primer párrafo que he escrito. Los remakes y demás productos no han de ser malos a la fuerza, tienen probabilidades de salvarse. No opino mal de estos por su calidad general, sino porque se abusa tanto de ellos que pierden el sentido y propósito que deberían guardar.
Cuando un remake está realizado con buen gusto, por alguien que verdaderamente cree y pone pasión en aquello que reinventa, y sobre todo, cuando un remake tiene un sentido por el cual ser realizado algo más profundo que explotar sagas y llevar al público personajes que una vez amaron, cuando hay un mínimo de historia que contar; es cuando un remake merece la pena.

Blade Runner 2049 no es tan buena como Blade Runner. Pero no creo que pretenda serlo, pues eso es, quizás, aspirar a demasiado. Así que haré mi mejor esfuerzo por evitar comparaciones odiosas y hablaré sobre este filme sin prejuicios de ningún tipo, e intentaré ser breve. Vamos allá.


Pienso que el director conoce perfectamente los defectos de la película. Y es por eso que ha intentado darle un nuevo toque para que no se sienta como una mera copia de la original.
Compensa aquellos aspectos en los cuales flaquea por otros en los que, sinceramente, se convierte en un referente moderno.

Porque admitámoslo: te haya gustado o no, no podrás negar que visualmente es perfecta. Así, sin más.
No hay ni un solo plano malgastado. Cada secuencia está rodada con una precisión típica de Villeneuve, consiguiendo que absolutamente todas las imágenes merezcan estar colgadas en un museo.
Villeneuve, el director de fotografía, y los encargados de los efectos especiales han hecho, según yo lo veo, un esfuerzo sobrehumano para que cada maldito segundo de cada maldita escena te fascines por su composición, tanto interna como externa. Creo que desde Barry Lyndon no había visto una película tan impactante debido a su conmovedora belleza. Me atrevo a decir que, puramente en el apartado visual, Blade Runner 2049 puede ser la mejor película que haya visto hasta ahora.

Simplemente, ved estas imágenes, y argumentad si estoy en lo cierto o no:

Y es que Dennis Villeneuve es capaz de plasmar belleza en estado de pureza máxima en sus planos. Juega con las sombras y la luz para ofrecer una estética única. Cada elemento enfocado contiene su dosis de poesía óptica y hace resaltar la belleza, bien pueden ser cuerpos desnudos o pasillos iluminados con esos fuertes tonos anaranjados. Pero lo mejor es que no solo los impregna de ella, sino que además, los hace hablar. Es un director de primera porque consigue darle a cada imagen un significado. Cuando él dirije, puedes dar por hecho que aunque no haya diálogos, la escena está contando algo. La duración de Blade Runner 2049 se extiende muchísimo, hasta más de dos horas y media; el ritmo es increíblemente denso y pausado, tomándose su tiempo cada vez que quiere "relatar" una escena. Y aun así, no me aburrí ni un segundo. La película no atrapará a todos pues no todos están hechos para aguantar 2 horas sea como sea el producto; pero indudablemente es intensa sin importar cómo sea el ritmo. A mí sí me atrapó desde el principio y sé que a mucha gente le pasó lo mismo. El trabajo conjunto de los creadores nos introduce de lleno en este mundo y nosotros lo creemos. Eso es algo que desafortunadamente, falta hoy en día.

Es por esto que creo que Blade Runner 2049 se habría desinflado completamente de no ser por él (Villeneuve). En manos de cualquier otro, la película habría sido más tediosa, más soporífera, y mucho menos profunda.


Ahora bien, fuera del apartado más técnico y visual, no tiene nada más. Por eso es en mi opinión que Villeneuve se ha enfocado tanto en la estética, logrando así que dejemos pasar el resto de aspectos que flojean de forma tan evidente. Él consigue que la historia entre sus manos sea lo mejor que podría haber sido.
El argumento en sí es simple de cojones, y visto desde un punto de vista objetivo, no es suficiente como para componer una buena película. Pierde la vasta mayoría de implicaciones filosóficas que la original tenía y la historia, en consecuencia, es mucho más floja. Tiene puntos buenos y partes inesperadas, pero se queda a medias en casi todas las subtramas y no ahonda lo suficiente en los aspectos interesantes. El resultado es un producto hermoso pero frío y distante, tanto, que no puedes sentir ninguna empatía por él. Como un robot, o en este caso, un replicante.
Porque el protagonista es uno de ellos, y aunque al final sí se consigue generar unos poquitos pensamientos en el espectador sobre la humanidad de los seres y el auténtico significado de esta, no deja de ser un resultado 100% apático. A mí, personalmente, me hubiera encantado ver más de la pareja principal, un desarrollo que nos produzca un mayor apego hacia ellos; además, así de paso se podría haber planteado más preguntas de carácter filosófico.

Habría sido posible meter mucha más historia y no puedo evitar sentir que está desaprovechada. Imaginad lo que este hombre habría hecho con un guión verdaderamente decente.
De hecho, es muy probable que vayan a hacer una segunda parte (o tercera, si cuentas a la original como primera), lo cual a mí no me termina de agradar: porque bien podrían ponerse a hacer cada película sólida y que funcione de forma individual, y no al contrario, que estas se sientan incompletas porque quieren que la gente vaya a la siguiente.
Primero, lo que tienes entre manos ahora.
Después, lo que tendrás en el futuro. Yo creo que así, todo iría mejor.
Digo esto porque como ya he mencionado dejan una cantidad nada despreciable de tramas en el aire y sin desarrollar, apuntando posiblemente a otra secuela.
Lo que sí ha hecho bien Blade Runner 2049 es ponerle punto y final a cualquier historia relacionada con la película original. Eso sí, seguimos sin saber si Deckard era al final un replicante o no. No aclararlo es, para mí, una decisión muy acertada por parte de los guionistas, ya que no es un tópico relevante para la historia.


En cuanto a las actuaciones, Ryan Gosling es una elección perfecta dado el carácter del protagonista. No concuerdo con las personas que lo califican como mal actor; para mí, su supuesta inexpresividad expresa mucho y es capaz de transmitirme más que otros intérpretes sobreactuados.
Ana de Armas realiza un muy buen trabajo desde mi punto de vista, y es por eso que pido más de ella, pues creo firmemente que debería haber tenido más relevancia en la trama.
Sylvia Hoeks hace otro trabajo genial como replicante badass y malvada.
Jared Leto sufre una maldición, y es que cada vez que parece tener un papel de villano, este carece por completo de importancia. Su personaje es prescindible y el guión no le deja hacer nada con él.
En cuanto a Harrison Ford, no es que tenga demasiado tiempo en pantalla, pero mola verlo "en acción" de nuevo siendo nuestro Blade Runner favorito, Deckard.
Y Bautista demuestra, una vez más, que como actor es muy superior a sus compañeros luchadores.


El uso de la música es también característico del director francés y tiene una calidad notable. No hay tanto melodías, sino sonidos que acentúan la tensión en el ambiente. Por esto, y evidentemente por el ya mencionado apartado visual, es por lo que si vas a ver Blade Runner 2049 estás obligado a ir al cine.



¿Veredicto final? Solo recomendable para ciertas personas a las que le guste este tipo de cine en particular: el bello, pero lento. En conjunto no es una obra maestra, pero merece la pena ser vista teniendo en cuenta el estado actual de la industria cinematográfica.
Un 8 sobre 10





SPOILER: EXPLICACIÓN FINAL




No es que sea demasiado difícil hilar todos los cabos sueltos para encontrar el sentido, pero yo salí algo confuso de la sala del cine y quizás haya más gente como yo. Es por esto que haré un resumen de todas las cosas que yo considero más difusas:

Joe (voy a llamarlo así) NO es el hijo de Deckard. Simplemente, el recuerdo que él tiene de su caballo de madera le fue implantado; esas memorias pertenecen a la chica aislada que crea recuerdos falsos, Ana Stelline, la verdadera hija de Deckard. Esto es debido a que Deckard en su momento mezcló y manipuló la información sobre el nacimiento de su hija, aprovechando el apagón masivo, para que no supieran su verdadera identidad.

Joe estaba metido en una riña entre dos bandos. Estaban los replicantes que le dicen a él la verdad sobre su identidad, que son aquellos que buscan ser respetados al igual que los humanos, para esto, necesitan al niño nacido de una replicante. Por otra parte está Jared Leto, un replicante que quiere crear otros replicantes capaces de dar a luz y por eso necesita a Deckard y a su hij@, para investigarlos y reproducir el nacimiento de un replicante (probablemente matándolos en el proceso).


Existe una teoría bastante loca de mi querido guionista de cómics Mark Millar sobre el final, pero no la comparto. No obstante, dejo el link aquí para quien le interesen estas conspiraciones extrañas. De hecho, al ser este un trabajo de Villeneuve, quizás no sea tan descabellada...