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lunes, 12 de noviembre de 2018

SENTIMIENTO: Crítica de 'Bohemian Rhapsody'. Una carta de amor a Queen.

Queen es una leyenda. ¿Es posible que no le guste a alguien? Lo digo en serio. Su influencia todavía se nota hoy en día, décadas después de su "época dorada". ¿Eres una de esas personas que, hasta la salida del filme, no tenía conocimiento de su existencia? No te preocupes, no necesitas un máster en su trayectoria para disfrutar de la película. De hecho, con toda probabilidad has escuchado una (o varias) de sus canciones sin ser consciente. Es más, subo la apuesta: alguna vez en tu vida has interpretado uno de sus mejores ritmos. ¿No me crees? Busca We Will Rock You en YouTube.

Me encanta Queen. Ahora bien, no soy su fan número uno. No conozco la historia al completo, no he escuchado todas las canciones, ni sé todas las letras. Sin embargo, puedo asegurar que me encanta.
¿Qué quiero decir con esto? Que, a pesar de admirar el grupo, no me dejaré llevar por tal hecho a la hora de juzgar Bohemian Rhapsody.
Los estúpidos argumentos de "solo te ha gustado porque admiras Queen" no son válidos. No pienso ser más blando con ella. Si (en mi opinión) no ha dado la talla, yo lo diré. Y haré lo mismo en caso contrario.


Entonces, ¿la cinta ha alcanzado las expectativas? ¿Ha resultado decepcionante? ¿Qué me ha parecido finalmente?
Un PELICULÓN.

Bohemian Rhapsody comete numerosos errores. Es una película imperfecta como la que más, pero aun así la perdono, porque desprende una pasión pura y un poderosísimo sentimiento contagioso muy, muy difíciles de encontrar en el cine actual. Hay un cariño infinito puesto en cada maldito fotograma del que es imposible no enamorarse, y que automáticamente hace parecer insignificante cualquier pequeña metedura de pata que haya sucedido por el camino.


¿Podría decir muchos aspectos negativos acerca de ella? Podría, sí.
Podría decir que su estructura es irregular y en el guión apenas hay cohesión entre cada escena. Se suceden de forma algo artificial.
Podría decir que dejan miles de cosas en el tintero, pues apenas indaga en la historia de Queen o sus integrantes.
Podría decir que he avistado errores técnicos o secuencias que tenían la oportunidad de haber sido rodadas de mejor forma.
Podría decir que el repertorio de canciones no es excesivamente grande.
Podría decir que no todos los personajes obtienen mucha profundidad.
Podría decir que recurre a algunos clichés.
Podría decir...

Pero, ¿sabéis qué? También puedo decir algo diferente. Puedo responder a todas esas exigencias. Puedo, y prefiero hacerlo.


Puedo decir que alcanza el equilibrio perfecto entre música e historia. Algunos aseguran que se debería haber dado más tiempo a la historia. No obstante, nos habrían dejado menos música si hubiera ocurrido así, y eso no sería bueno. De la misma manera, la historia habría quedado demasiado descuidada con un mayor enfoque hacia el apartado musical. Por suerte, ninguna de estas dos opciones han ocurrido.
Puedo decir que, aunque el guión esté lleno de carencias, estas son fácilmente eclipsadas por unos intérpretes inmensos y una direccion ágil, atrevida, creativa y ¿por qué no? excelente.
La carencia de profundidad de los personajes en el guión queda perfectamente suplida por el talento de los actores y la sinergia que existe entre ellos. Aportan esa personalidad y carisma necesarios para dar vida propia a las personas que interpretan, engañándonos a los espectadores por completo al hacernos creer que son los verdaderos integrantes de Queen sin que lo dudemos un solo segundo. Son una familia. Funcionan en conjunto y por separado. Son los inadaptados que tocan para otros inadaptados en fondo de la sala... y pertenecen a ellos.

Rami Malek. Jamás pensé que ese nombre pasaría a los anales de la historia. Cuánto me equivoqué. Ha superado todas las expectativas. Cualquier cosa que yo añada es innecesaria. Simplemente, como no le den el Oscar a Mejor Actor este año, me voy a ver obligado a cagarme en el criterio de unos cuantos incautos académicos. Vaya PAPELÓN ha realizado el chaval, dios. Extravagante. Poderoso. Rompedor. Único. Freddie Mercury en toda regla.
Eso sí, recuerdo que en el reparto nadie se queda atrás: toda actuación en esta cinta es excelente. Ahora bien, era obvio quién debía destacar.


Bryan Singer también ha sido una pieza vital a la hora de dotar a Bohemian Rhapsody de su energía y vitalidad. La duración no es moco de pavo (2 horas y 15 minutos), pero se pasa en un abrir y cerrar de ojos gracias a un ritmo endiablado e imágenes que golpean la retina. A la hora de transmitir la emoción y el sentimiento de la película, nuestro director se junta con el magnífico reparto y juntos ofrecen un resultado inimitable, extraordinario. Todo un espectáculo de sensaciones con una música inmejorable (¿podemos estar de acuerdo en que estamos ante una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine?) que consigue hacernos sentir más amor por Queen del que ya teníamos.

Y a pesar de que pareciera imposible en un principio, al final es creado un drama sumamente competente detrás del escenario. Nos hace sufrir, nos desgarra y nos recuerda la tragedia del protagonista. La evolución de Freddie influenciada por el sutil (y muy bien escrito) personaje de Paul es pura brillantez cinematográfica. La conclusión de sus relaciones amorosas en la película es simplemente bellísima.

Habrá quien diga, como motivo de crítica negativa, que el filme se aprovecha de la influencia del Queen real y el amor que profesamos hacia su música. Mi pregunta es, ¿y qué? Vamos a ver, soltemos los prejuicios un momento y dejemos las tonterías: si a mí me mandaran hacer un biopic de la banda de rock and roll más aclamada del mundo, sería un puto idiota si no me aprovechara de eso mismo. Estaría abandonando toneladas de potencial malgastado. ¿Qué le podemos reprochar?

Además, creo firmemente que nos hallamos en una época perfecta para su lanzamiento. Queen es una leyenda y jamás será olvidada; ahora bien, su influencia ha bajado considerablemente con los años. Personalmente, me encanta ver cómo la gente vuelve a escucharlos y a ponerlos en la radio, permitiendo así un encuentro con nuevas generaciones que los desconocían hasta ahora. No te sientas avergonzado si la cinta que nos ocupa ha sido la razón por la que te has introducido a este maravilloso mundo. ¡Nunca es tarde!


En mi opinión, Bohemian Rhapsody es una carta de amor al que, posiblemente, ha sido el grupo musical más grande de todos los tiempos. Poco importa que sepas más o menos de él: todos y todas seremos capaces de disfrutar por igual. De la misma manera, tampoco esperes salir de la sala de cine sabiendo todo acerca de la banda. No vayas a ver el filme con intención de presenciar una biografía detallada de Queen, pues no es el objetivo. Estamos ante una "experiencia" más que ante una "película" en sí. Vívela. Preocúpate del resto más tarde.
¿Cómo podría no otorgar una gran calificación a una obra que me ha hecho sentir como si estuviera en el mismísimo escenario? He formado parte del grupo. Del público. Me he emocionado con la historia. Me he emocionado con el concierto. Demonios, he vivido ese concierto en mis propias carnes. ¿Cómo no le voy a dar un sobresaliente, por favor?
¿Podría ser mejor? Sí, podría. Pero entonces, habría sido un maldito 10/10. Para mí, es de lo mejor en lo que llevamos de año.

8.5/10

sábado, 6 de octubre de 2018

Criticando Clásicos: 'Sonata de Otoño' de Ingmar Bergman (Höstsonaten)

Cuando una persona quiere ampliar su conocimiento sobre el mundo del cine con el objetivo de saborear nuevas experiencias de un nivel 'superior' (por decirlo de alguna forma), cuando se buscan aquellas pequeñas joyas poco conocidas por el público general debido a su naturaleza "anti-comercial"... en fin, cuando uno anhela cine de calidad es inevitable encontrarse, tarde o temprano, con la figura de Ingmar Bergman. Yo, personalmente, tenía muchas ganas de empaparme en la obra de este cineasta sueco, y gracias a las sesiones semanales que se están proyectando en uno de mis cines de confianza (Málaga Nostrum) he hallado la excusa perfecta para comenzar. Estamos en una buena época para descubrir su legado. Id al cine a verlo, si podéis. Os lo recomiendo encarecidamente.

Höstsonaten es un filme (¿casi?teatral. Su trama se desenvuelve mediante el uso continuo del diálogo, con apenas cuatro intérpretes en una sola localización concreta y un período limitado de tiempo. Este tipo de películas son un arma de doble filo: por una parte, hay una gran posibilidad de que acabe siendo aburrida, monótona y simple en exceso; no obstante, en el caso de que se haga bien, el resultado puede dar lugar a obras maestras únicas que guardan un mérito mucho mayor que cualquier otra cinta convencional (como, por ejemplo, 12 hombres sin piedad, Reservoir DogsLa Huella).
Y Höstsonaten cae en esa última categoría.

Su éxito reside en la calidad de los diálogos, las trágicas implicaciones de la historia, la dirección sobria e íntima de Bergman y la arrolladora potencia dramática de las dos actrices principales.

Esta crítica será breve, ya que Sonata de Otoño goza de gran sencillez (de hecho, podría decirse que la película está compuesta por dos escenas, nada más) y puede resumirse perfectamente con el párrafo anterior. Efectivamente: estamos ante una de esas piezas magistrales capaces de demostrarnos que no es necesaria una cantidad inmensa de dinero para atrapar y conmocionar al espectador.


Los detractores de Bergman siempre le han acusado de ser demasiado "metafórico", "ininteligible" o "indescifrable" (cosa de la que yo aún no puedo dar fe, pero comprobaré por mí mismo dentro de poco). Bien, pues en esta ocasión es todo lo contrario. El guión es cristalino como el agua y contundente como una locomotora. Las sutilezas son abandonadas por un mensaje que no se esconde, sino que quiere ser oído alto y claro. Ver Höstsonaten no es una experiencia amena o agradable. Se trata de un filme agresivo y muy duro de ver. Habrá muchos (muchísimos) que no salgan contentos de la experiencia, quizás hasta no quieran volver a verla... y es ahí donde reside uno de los varios testimonios que afirman su grandeza. En la vida, enfrentarse contra ciertos tópicos es incómodo, sí, pero también necesario. Y si una película es capaz de dejarte tan impactado y reflexivo de forma totalmente intencionada, sabes que ha hecho un trabajo impecable.

Ingrid Bergman y Liv Ullmann, habéis dejado vuestra huella en la historia del cine dando dos de las actuaciones más intensas y reales de todos los tiempos, en un duelo interpretativo que no para de crecer y crecer, superándose ambas con cada nuevo diálogo que ofrecen. Sobre ellas reside gran parte del peso de la obra, y es debido a ellas que Höstsonaten ha alcanzado su máximo potencial y se termina de confirmar como una de las mejores películas jamás rodadas. Han sabido dar vida a un guión magistral que representa el pilar principal del filme. Cada frase, cada escena, cada monólogo, cada descubrimiento, cada revelación y cada posterior consecuencia de todo lo mencionado se conjuntan para dar forma a una historia que es contada de forma simple, pero detrás guarda un sinfín de matices increíblemente complejos. Bergman imprime el drama con esos primeros planos de gran intimidad y poder emotivo, sacando a relucir lo mejor de sus actrices y su guión.
Me impresiona cómo, con tan poco, se habla de tantas cosas: personas infelices, aprisionadas y atormentadas que han transmitido (¿sin querer?) esa agonía a las generaciones siguientes, a los familiares, a los amigos. Sentimientos y libertades reprimidas chocan, sin caer en lo lacrimógeno o exagerado. La figura materna es esencial y, de no ser llevada a cabo correctamente, puede traer terribles efectos en personas inocentes (nótese cómo la hija mayor es saludable físicamente y tiene carencias psicológicas, mientras que la menor tiene deficiencias físicas pero nunca dejó de amar a la madre). Al final el perdón es vital, sin embargo, el filme nos deja con una nota de ambigüedad respecto de la culpa y la responsabilidad... para que saquemos nuestras propias conclusiones.

Höstsonaten no es una película "perfecta". Algunas subtramas se dejan abiertas sin suficiente propósito o explicación, y ciertos personajes (como el marido) no poseen un arco argumental definido. A veces, el diálogo es excesivo en detalles poco o nada relevantes (esto solo ocurre, a mi ver, al principio de la cinta), y muy seguramente su aire teatral y cargado de conversaciones sea demasiado difícil de tragar para gran parte de los espectadores... Pero estas minucias no son capaces de empequeñecer una cinta tan redonda, que acapara una cantidad tan vasta de detalles, cuyas "limitaciones" o "carencias de medios" (probablemente autoimpuestas voluntariamente y de buena gana) no hacen más que ensalzarla y darle una mayor sensación de obra maestra al conjunto final.

Quizás, hablando en términos de satisfacción personal pura y dura, esta producción de Bergman se acerque más a un 8.75. No obstante, siento que no me parece nada justo colocarla en tal categoría, puesto que cuando la comparo con el resto de películas a las que he otorgado la misma nota... sale ganando fácilmente. Höstsonaten se ha ganado, con todas las de la ley, su merecidísimo 9/10.

jueves, 4 de enero de 2018

Reseña "Coco" (2017). La mejor película del año, fácilmente.

¿Hay algo que Pixar no pueda lograr? 
En una época donde las ideas escasean; donde el cine comercial es dejado en manos de personas sin alma ni talento que recurren a las precuelassecuelas y remakes continuamente para suplir su falta de imaginación; donde el dinero manda por encima de todo y no se corren riesgos, de manera que cada vez las películas son más planas e iguales; en definitiva, en una época de pesimismo para el arte cinematográfico, es cuando Pixar llega con más fuerza que nunca para demostrarnos que el futuro todavía alberga algo de esperanza.


Coco es una película apta para todos los públicos (llamemos a esta clasificación: "A"), pero me temo que ese significado ha ido perdiendo su valor original: una película es apta para todos los públicos (A) cuando ambos, pequeñ@s y adult@s, pueden disfrutarla por igual.
Sin embargo, el nuevo concepto que parece tener actualmente no se parece demasiado, considerando película "A" toda aquella que solo puede gustarle a un niño pequeño, ya que para alguien con más de 5 años de edad resultaría algo tan bobo, mediocre y simple como un capítulo de "Dora la Exploradora".
Esto NO tiene por qué ser así. Y Pixar lo comprende a la perfección.

Lo que hace de Pixar uno de los mejores estudios cinematográficos de hoy en día es su capacidad de realizar películas de niños, para adultos. Estos son filmes cuyo significado progresa conforme el espectador va creciendo. Películas que, además de ser entretenidísimas sin un solo segundo aburrido, son capaces de dejar mensajes preciosos para el público de menor edad; y mensajes emotivos, maduros, para el público de mayores años. Coco no es un producto genérico que se limite a decir las cuatro tonterías vacías y efectistas del cine infantil común. Coco es arte en su estado más puro, que cualquier miembro de la familia puede (y debe) disfrutar.
Si eres un enanillo, la película te atrapará por su ritmo, sus carismáticos personajes...
Si eres una persona ya crecida, la película te conmoverá, porque va dirijida a ti, y tú la vas a entender en su totalidad. Créeme, no importa cuán duro o dura te creas, la emoción está asegurada.
A pesar de ser todavía joven, creo saber apreciar que hay algo en esta película que me hará entenderla y quererla más aún cuando sea unos cuantos años mayor.


Primero y principal, me encanta la valentía que han debido tener para que la muerte fuera el tema principal del filme. Pero adoro más todavía incluso la forma en la que la han explorado.
Por lo general, la muerte en el cine se tiene como algo horrible, triste y oscuro; es sobreexplotada en el cine de terror como la mayor amenaza del ser humano, algo de lo que se debería huir hasta el final.
En Coco no es así.
La muerte es tratada con tono divertido, cálido y tranquilizador; no es algo de lo que debas huir, sino algo natural, que no es un pozo de lloriqueos. Sin embargo, se luce de verdad cuando vemos el mensaje detrás de todo, y es que la única y definitiva muerte no es el momento en el que nuestro corazón deja de latir, es aquella en la que eres olvidado. Cuando tus historias y aventuras no aguantan el paso del tiempo, desvaneciéndose para siempre en el triste vacío del olvido.
Pero ojo, no se refiere a "si no eres famoso, no eres nadie", no.
Es una oda al recuerdo, a las memorias personales. Siempre permaneceremos en los corazones de todos aquellos a quienes hemos amado, a quienes hemos ayudado a mejorar, y quienes nos han amado de vuelta: la familia; esa es la única y mejor forma de perdurar eternamente. Puede parecer algo baboso o sentimental, no obstante, la película lo representa de forma perfecta, sin caer en excesos de sensiblería irritante. Consigue que reflexiones, que aprecies más a tu familia y sus acciones, a todas las personas que se preocupan de ti a veces incluso sin esperar nada de tu parte sabiendo que su esfuerzo nunca será recompensado pero lo hacen igualmente; a los que están y a los que se ya se han ido, porque si es la familia que mereces (tú y todos), te quieren. Y eso... eso es lo más importante del mundo.
El éxito del chico con su guitarra es totalmente secundario. Es el éxito de una familia feliz y tolerante lo que verdaderamente importa.
Sí, admito que estuve al borde de la lágrima, otra vez. (...) Vale, "al borde" no es la expresión que busco: lloré como una magdalena. Cuando una dirección impecable, un guión simplemente hermoso capaz de transmitir todo lo que quiere mediante premisas originales y situaciones maravillosas, y una música tan jodidamente genial se unen, prepárate para convertirte en un niño o una niña pequeña de nuevo. Prepárate para un viaje por un mundo de los muertos rebosante de la imaginación, recursos e ingenio de los que adolece el cine actual.


Estoy simplificando muchísimo, ya que esta película da para horas de conversación.
Si no la has visto, has de verla ya.
Si ya tuviste el placer, espero de corazón que esta crítica haya traído de vuelta esos recuerdos cálidos y acogedores que la película produce, si es que te gustó. Para mí, merecen la pena.

El único 10 del año 2017 por ahora.





















PD: la película no ha sido doblada al castellano, y me parece la mejor (y única) opción. ¿Por qué despojarla de su verdadera esencia solo porque un par de tarados no sepan aceptar que hay otros acentos u otras personas de distintos sitios que hablan su mismo idioma?

lunes, 27 de febrero de 2017

Opinión sobre "La La Land: La Ciudad de las Estrellas" y los Oscar 2017

Creo que una de las cosas que me definen es "llegar siempre tarde a todo". La La Land ha sido un éxito en todos los aspectos, y yo deseaba verla desde el momento en que salió. Lo que más me atraía, era su director, Damien Chazelle, el cual ya había dirigido la magnífica obra Whiplash, así que el disfrute estaba casi asegurado.

No paraba de leer críticas que decían, "no me gustan los musicales, ni las películas románticas, pero me encanta La La Land". Y me sentía tan identificado (aborrezco la mayoría de musicales y filmes románticos que he visto).
Después de casi 2 meses estrenada, ayer fui a ver esta película al cine, casualmente en la misma noche de la gala de los premios de la Academia, los cuales uno ya no puede tomar en serio. ¿Mis impresiones? No es por copiar, es la pura verdad: no me suelen gustar los musicales ni las pelis románticas, no obstante La La Land es una auténtica maravilla.

Me encanta Damien Challeze, este hombre es un halo de luz en la oscuridad que representa el cine de hoy en día. Su marca es indudable, cualquiera con dos dedos de frente (yo no soy de esos, pero casi) vería 2 de sus obras y sabría al instante que han sido realizadas por el mismo director. 
Sus historias suelen ser simples, de dos personajes como mucho, y siempre comparten un elevado grado de amor por la música, el jazz en concreto. Nunca es nada rebuscado ni complicado; es una única trama lineal, pero retratada de una manera muy personal y muy, muy intensa.

Desde su primera escena te atrapa, por esos colores tan vivos, esas escenas tan perfectas técnicamente, esos personajes sencillos, muy humanos, que viven buscando un sueño en la realidad. No me salen las palabras a la hora de describir la belleza del conjunto. Cuando la música (exquisita), la letra, los actores y la cámara se unen nos ofrecen un espectáculo precioso.
Y vaya dos actores. Sus papeles no destacan por ser complejos, son reales. La mirada entre Ryan Gosling y Emma Stone es sincera. Sus actuaciones sobrepasan la mera interpretación de un personaje, se meten dentro de él. Al menos esa era mi impresión al verlos actuar. En ningún momento se me pasó por la cabeza que aquellas personas no eran más que interpretaciones. Nada resulta forzado en esta historia de amor, todo fluye con una armonía magistral.

No sé si hay excesivas lagunas argumentales, no sé si es un producto efectista, no sé si es tramposo o poco fiel a yo que sé qué premisa. Y, sinceramente, no me puede importar menos. Estamos ante una película de sueños. Desde principio a fin, te introduce un mundo mágico que nos enseña a soñar más allá de las estrellas. Reivindica la importancia de los sueños, sus valores y su precio; del romanticismo en una sociedad aburrida, cada vez más llena de personas "realistas" que no quieren dejarse llevar por las ilusiones y prefieren dedicarse a lo monótono antes que entregarse a los sentimientos.
Es una película que me hizo soñar y por ello, mi calificación no puede ser menor que la de "obra maestra".

Los últimos minutos han creado cierta polémica. Yo me encuentro, como de costumbre, en aquellos que piensan que son maravillosos. Sin hacer spoiler (aunque si no la has visto, te recomiendo pasar al siguiente párrafo directamente), lo considero una oda a lo que podría haber pasado, a ese sueño idílico, que es desvanecido completamente por la dura realidad. Un sueño que jamás podrá llegar a cumplirse, pero que jamás dejará de estar presente en la cabeza de nuestros protagonistas.

Objetivamente, Whiplash me parece (un poquitín) mejor, sin embargo, por una serie de casualidades ocurridas en la sala del cine que junto al filme me ayudaron a soñar y a creer que aun existe la gente soñadora, no puedo otorgarle menos de un 10 a la bellísima La La Land; si no lo hiciera, estaría mintiéndome a mí mismo.
En cuanto a la ceremonia de los Oscar 2017 celebrada hace unas pocas horas, tengo poco que decir. Por supuesto, lo voy a decir igualmente. 

El fallo a la hora de nombrar el premio de Mejor Película ha sido lo más sonado de la ceremonia, pero ni mucho menos lo que más me ha impactado. Cualquiera puede tener un error, y se ha liado una buena a raíz de uno de estos. Es cierto que se han roto en parte las ilusiones de aquellos los cuales iban a recibir el premio y al final no ha sido para ellos, pero el cabreo y la falta de modales de ciertas personas ha ocurrido y, en mi opinión, era injustificado. 

Lo que me ha impactado es que La La Land no haya ganado el de mejor película. Estoy prejuzgando demasiado ya que de las candidatas he visto muy pocas, y la ganadora (Moonlight) es una de las que no he tenido el placer de ver todavía. Aun así me atrevo a aventurar que, con mucha posibilidad, no va a ser tan buena como La La Land. No me baso en su argumento, ni actores, ni director. Solo me baso en que lo que me ha hecho sentir esta peli, algo que escasea en el cine actual. Espero ver Moonlight en un futuro próximo y quién sabe, quizás me calle la boca y me de una lección. Quién sabe.

La única que quizás le haga sombra es La Llegada (Arrival) de Denis Villeneuve, otro director muy prometedor en el cual tengo también puestas esperanzas y quiero verla inmediatamente.

Eso es todo por hoy. Un saludo muy grande a todos.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Whiplash. Mi opinión.

No una película innovadora. No nos cuenta una historia inédita. No hay ningún giro del argumento tan inesperado o estúpido que cambie por completo la trayectoria, ni planos secuencia imposibles.
Es una película simple. Y por eso, es una formidable obra de arte. Esto es cine puro.

Sin duda capta la esencia del cine antiguo. Aquel que, sin necesidad de nada espectacular, con un argumento sencillo y unos pocos personajes, se valía de sobra para emocionar al espectador. Es un mérito sin precedentes, y también un indicador de que es cine en estado de gracia. Estamos ante unos de esos filmes que ya no se hacen, que te recuerda lo buenas que eran las películas del siglo anterior, sobre todo teniendo en cuenta los pocos medios con los que contaban.

No soy un experto en jazz, me temo que no hablaré sobre la rigurosidad musical como algunos han hecho. Me limito a exponer sus virtudes y defectos respecto a sus propias normas impuestas.

Andrew Neiman es un joven cuyo sueño es ser un gran baterista de jazz. Terence Fletcher le ofrece un puesto en su conjunto de jazz, pero sus métodos de enseñanza ponen al chico al límite. Ya está, eso es todo. Sin embargo, quedas atrapado por la historia desde el principio. Quieres saber qué ocurrirá con Neiman, por qué Fletcher es tan cruel, ¿es realmente necesario? Sumidos en el mundo de Whiplash, juzgaremos cada paso de los personajes y seremos uno más con el protagonista. La tensión no es recreada a partir de la acción sino desde el estrés y la incertidumbre; se construye de forma impecable. Máxima atención, ojos como platos, adrenalina. Cabe decir que en ningún momento se hace pesada o aburrida, sientes cada segundo en tu pecho. En cierto modo, podríamos decir que es una película difícil de ver por el agobio que causa. No obstante es esa sensación la que, tras terminar el filme, echo de menos. El director realiza un trabajo excepcional, sacando a flote nuestros sentimientos incluso con situaciones cotidianas que contienen decisiones difíciles; pero consigue algo más que eso, llega a momentos de máximo esplendor cuando, sin necesidad de palabra alguna, transcurren los hechos y nosotros contemplamos atónitos.

La película también se sostiene por el increíble trabajo de sus actores: Milles Teller y J. K. Simmons lo bordan, ponen toda la carne en el asador en cada escena, es un orgasmo visual verlos en acción. En cuanto a Teller, no pensaba que este hombre pudiera alcanzar un nivel tan alto, producto de mi falta de información sobre él; en el caso de Simmons, se consolida como un monstruo de la actuación, que gracias a su recreación de Fletcher barre el suelo con la cara de casi cualquier otro actor en los últimos años. No pienso, sinceramente, que sea un tipo que grita y nada más. Hay mucho más en su personaje a parte de las escenas donde demuestra su rabia.

Los dos personajes principales están muy bien construidos por el guión. Cada acción realizada, cada escena que va aconteciendo, cuentan. No tiene apenas secundarios; pero no es un detalle que importe en lo más mínimo. Es una historia personal, no pretende abordar las vidas de muchos individuos; solo de los dos protagonistas. Aun así, no hay ni una persona que salga que no aporte una pieza importante del puzzle que termine esta obra de arte.

La fotografía e iluminación benefician considerablemente al producto en mi opinión, creando una atmósfera más sobria con colores templados, excelente. El montaje es sublime. Eres, continuamente, bombardeado por imágenes colocadas con precisión suiza, pero que no resultan innecesarias ni cargantes.

Podría continuar alabándola pero no quiero ponerme pesado.
Es una pena que no pueda hablar más sobre ella, ya que serían spoilers.
Si no la has visto ya, ve a verla, así de simple. ¿A qué esperar? Probablemente te espera una de las experiencias más enriquecedoras de tu vida.

Se queda con un 9 y medio a las puertas del 10, pero el cuerpo me pide algo más.
9,5 / 10.
...
...
Qué coño, un 10. Es una de las mejores películas de la historia, sin discusión.
La mejor película del 2014. Sí, mejor que Interstellar.




SPOILER





El final es sublime.
Fletcher solo quería poner al límite a Neiman porque pensaba que era la única manera de conseguir sacar el máximo de su potencial. Y vaya si lo consiguió.

"I never had a Charlie Parker", se quejaba.

Diseñando su retorcido plan para vengarse de Neiman, llegó a ese punto.

Recuerdo lo que sentí cuando escuché que decía "Upswinging" en vez de "Whiplash". Qué mal lo pasé. Neiman lo pasó peor. Cuando sale, decepcionado, todos pensamos: "Vaya pedazo de hijo de puta, se ha salido con la suya". Yo sufrí al verle abrazando a su familia, los cuales sabían que había sido engañado. Sin embargo, segundos después, él cambia de idea. Vuelve al escenario, en contra de todo pronóstico, y hace el mejor puto solo de batería que yo haya visto en una película.
15 minutos de puro arte. No se habla, pero no hace falta: la acción continúa su imparable rumbo. Con simples miradas y planos, sabemos qué piensa cada uno. La tensión llega a un punto culminante en el que el calvo, se ha dado cuenta. Ahí tiene a su Charlie Parker. Neiman lo ha hecho: ahora, es grande.
Como ya he dicho, un final perfecto.
15 de los mejores minutos que he pasado en mi vida. Magia.

                                         

viernes, 10 de julio de 2015

Los Miserables (2012), crítica



Ya tiene sus años esta película (2012), pero mejor tarde que nunca. Hoy vengo dispuesto a daros mi opinión sobre la película Les Misérables, obra bastante aclamada con varias nominaciones a los premios de la academia de su respectivo año, obteniendo de todos ellos 3, cabe destacar el de mejor actriz de reparto.

Antes de nada, decir que yo no soy muy fan de los musicales. Suelo encontrarlos aburridos, monótonos, y ni siquiera me gustan las canciones que suelen ser cantadas. En este caso, ocurre lo contrario. A través de todas esas canciones y espectáculos visuales, nos ofrece una historia, interesante y preciosa, a la par que triste; con personajes atormentados y depresivos en tiempos oscuros. Es emocionante, por supuesto. Y está llena de sentimientos. Pero vaya, a quienes no le gusten este tipo de historias, que no vayan a ver un film llamado ‘Los Miserables’. Hay que pensar un poquito antes de gastar el dinero.
Son tres horitas de pura música, pero que a mí, en el conjunto general, no me resultaron pesadas. La cámara tiene un tambaleo constante y un ritmo frenético, acompañado de asombrosos planos por doquier que hacen que estés atento continuamente. Esto, en algunos momentos puede resultarte agotador, teniendo que leer los subtítulos acompañados de las imágenes frenéticas en todo momento con abundantes planos íntimos. Alguna que otra transición de escenario, un plano más abierto y espacioso, habría venido genial. Pero al final, consigue lo que quiere, mantenerte ahí. Aunque canse a veces, no se va a hacer larga a pesar de su demoníaca duración.

No es solo el mérito de mantenerte en vilo únicamente con personajes cantando, te traslada completamente a la época, con unos efectos visuales excelentes y unos decorados asombrosos, bastante difíciles, pero que consiguen captar la esencia de los tiempos recreados a la perfección. Súmale un vestuario de vértigo, no se escapa uno, desde los de la clase baja, aparentemente sucios, viejos, desgastados, y los de la clase alta, muy bien realizados, coloridos.
Otro mérito es sin duda la sensación que tienes de, a veces, estar viéndolo en vivo. Da una sensación de mucha más fuerza, poder. Más emoción y sentimientos a raudales.

La historia, realmente, es simple. Pero no importa. No necesita de gran complejidad para ser grande, y aquí tiene mucha importancia cómo es contada, todas las gozadas visuales que vas a observar y las peripecias artísticas, de los actores y el apartado técnico. Los personajes, pueden ser arquetipos (la niña pava, el padre honorable que roba por su familia, el policía que persigue este, el chico guapo pavo también); no importa, están hechos así a propósito, para darle más credibilidad, para meterte más de lleno en el contexto. Al fin y al cabo, estamos hablando de un musical en la gran pantalla, de intachable calidad, no puedo quejarme en absoluto, quién seré yo para criticar esta enorme historia.

Fuera de lo técnico, el apartado que más destaca es, sin duda, las actuaciones. Sobresalen prácticamente todos, aunque el trabajo de Hathaway es magistral y nos deja con la boca abierta demostrando más sentimientos que la mayoría de sucios actores de Hollywood, no podemos menospreciar a Jackman, quien poco a poco nos va demostrando que es uno de los actores del momento capaz de realizar distintas variedades de papeles; Russell Crowe, a él todos le conocemos y ya sabemos de su talento. Después de ver esto, pienso en la vergüenza que daría seguir sacando cada nueva película apestosa que sacan, de ídolos juveniles, que intenta ser una obra de arte.


A pesar de lo que he dicho al principio, hay ciertos momentos más flojos que otros, en los que la trama se centra en los personajes menos atractivos. Luego hay otros, en los que te meten así sin avisar una escena no solo excelentemente realizada, sino que además, es muy divertida y graciosa. Compensación, supongo.
Deja un excelente sabor de boca, al final. Definitivamente se merece los elogios, y todas sus nominaciones. No es para todo el mundo, pero aun así yo la recomiendo, para verla sin prisas y atentos a los detallitos.

8,5/10