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viernes, 13 de julio de 2018

Obras que no te puedes perder: "Los Soprano" (Reseña de la serie completa y análisis del final)

¿Cuál es el pináculo de la era televisiva moderna, la trinidad de las series que ha consolidado a la caja tonta (anteriormente considerada un medio "menor") como una nueva forma de arte capaz de rivalizar con su predecesora, el cine de la gran pantalla, es decir, las películas?

Cada individuo tendrá su (totalmente respetable) opinión sobre esto. Muchos asegurarán que "Los Simpsons" pertenece a esa categoría, una cantidad parecida no dudará a la hora de mencionar los clásicos "Friends" o "Lost", y otros quizás opten por algo más reciente, como "Game of Thrones".
Sin embargo (y creo que la extensa mayoría me daréis la razón en esto), yo considero que las series que realmente han marcado un antes y un después en el mundo del cine son, en orden cronológico: The Sopranos, The Wire, y Breaking Bad; aquellos colosos que, en su día, demostraron la capacidad de la televisión a la hora de ofrecer un producto inteligente, de peso y relevancia, merecedor del status de "obra maestra".

De las 3, hasta hace unos días, yo solo había visto y había hablado de dos en este blog: Breaking Bad y The Wire. Grandes series, sin duda. Pero lo tuvieron más fácil que la que nos ocupa en este post.
The Sopranos fue la pionera, la que despejó el camino para que este mundillo pudiera desarrollar su ilimitado potencial. La semana pasada terminé esta serie de televisión, y ahora mismo, quiero brindarle el tiempo que se merece en esta "breve" reseña donde me dedicaré a escribir sobre las virtudes que la hacen tan magnífica y especial para mí, y sobre su polémico final (del cual daré mi interpretación personal en la zona spoiler de abajo).
Vamos allá.



Es cierto: es muy cliché decir "oh, esta serie es una de las mejores de la historia". Pero... lo es. En el caso de que hayas venido con la intención de buscar un punto de vista distinto... lo siento, este no es tu sitio.
Si quisiera hacer un análisis en profundidad de Los Soprano, me saldría un texto más largo que la mismísima biblia. No sabría ni cómo empezar, porque no le haría justicia a la inmensa (repito, INMENSA) cantidad de tópicos que la serie aborda en sus 86 capítulos.
Sí, es larga de cojones, pero créeme: más que una pega, al final eso es una virtud, porque no solo así le da más tiempo a explorar nuevos horizontes sino que además, tú no querrás que se acabe.
Como ya he dicho, ponerme a analizar la totalidad de las implicaciones que posee sería físicamente imposible, de manera que lo resumiré de la forma más contundente posible:
Los Soprano tiene, sin duda alguna, a los personajes más humanos, reales y psicológicamente complejos de la historia de la ficción. Así, sin más.
...

¿Cómo?
¿Esas 3 características van en serio?
Sí, efectivamente, lo digo en serio. Muy en serio.
Voy a recurrir a ciertas comparaciones para explicar este punto. Y que quede claro: mi objetivo con ellas no es, ni por asomo, infravalorar o minusvalorar otras obras, o la opinión que cualquiera tenga hacia ellas. Obviamente, esto es mi opinión personal y yo no lo sé todo.
También os recuerdo que, ahora mismo, me voy a referir única y exclusivamente a los personajes. No a la verosimilitud de la trama o de los acontecimientos, ni al realismo a la hora de abordar los temas; solo a los personajes.


Bien, imaginad cualquier trabajo de ficción, no importa el medio al que pertenezca. Libros, cómics, películas u otras series de televisión... todos ellos han parido personajes asombros@s, complej@s, realistas, etc. Sin embargo, ninguno de ellos, ninguno, ha juntado y explorado las 3 características mencionadas a un nivel tan alto como se ha hecho con Tony Soprano y sus colegas.

Ahora, si yo tuviera que pensar en personajes u obras que pudieran hacerle frente, recurriría a lo mejor de lo mejor: Breaking Bad, The Wire, Berserk, 20th Century Boys, las primeras temporadas de Game of Thrones, The Dark Knight, Se7en, Schindler's List, UnforgivenFullmetal Alchemist, WatchmenGantz y todas las que me estaré dejando atrás... Muchas de estas podrán igualar la grandeza que tiene Los Soprano en una de las 3 categorías de las que hablamos (quizás en dos de ellas, como mucho); pero, ¿aunar las 3 al mismo tiempo y mantener el nivel máximo de perfección en todas a la vez?
Solo Los Soprano.

Pienso en Walter White, Omar Little, Guts o el Joker. Son personajes míticos, no obstante, tienen una cosa en común: aunque están estudiados al milímetro, se desarrollan y evolucionan sin fisuras a lo largo de la historia... a pesar de eso, a la larga o solo por algún pequeño momento, se sienten como personajes en una obra de ficción (lo que puede ser independiente de su calidad objetiva). Y esa es una sensación que no tuve mientras veía Los Soprano.

El único producto capaz de igualarla en términos de realismo es The Wire; la diferencia es que esta última no solo se centraba en sus personajes individualmente: también acaparaba la sociedad y el comportamiento humano de forma colectiva, la corrupción del sistema y demás; por lo tanto, aunque sea más completa en los otros apartados, no tuvo tanto tiempo para profundizar en los individuos protagonistas (al menos, no tanto como Los Soprano).

Como cualquier otra gran obra, The Sopranos se entrega exclusiva e incondicionalmente a sus personajes, a explorar su psique de forma individual. Y de entre todos ellos, el que destaca (por supuesto) es Tony. No vas a aprender cómo funciona la organización criminal al detalle, ya que al igual que la "trama" y los eventos de la misma, todo eso adquiere un plano secundario. Solo son los obstáculos para los protagonistas, como lo serían para nosotros en la realidad. La sensación que uno tiene cuando ve a estos tipos y tipas en acción en ningún momento es el de ver a personajes en una serie ficticia; sino de personas auténticas en su vida cotidiana.
Si me lo preguntas, es un logro sin precedentes.

Jamás había visto un elenco de individuos con una moralidad tan gris (metafóricamente hablando). No hay ni un solo héroe, y no hay ni un solo villano. Estamos ante una panda de hipócritas, egoístas, irascibles, infantiles, ignorantes, falsos, orgullosos, envidiosos, mentirosos y mucho más... es decir, son iguales que nosotros, el público. Un análisis profundo y cínico del ser humano y sus miserias. Fallan. Ceden ante los impulsos. Tienen mil y un defectos. Están en un constante cambio y demuestran un rango de sentimientos abismal en cada episodio. Puedes amarlos y odiarlos en cuestión de minutos. Y todo ello está relatado con una sutileza impecable en actuaciones, guión y dirección.


En mi opinión, otro de los aciertos de la serie que la hace tan jodidamente magnífica es el contraste.
En el cine, las historias sobre el crimen organizado siempre han tenido un atractivo especial. Para qué negarlo. Es muy difícil que aquellos a quienes nos gusta el mundillo no tengamos entre nuestras películas favoritas alguna historia de gángsters (El Padrino, Uno de los Nuestros, Scarface). En estas obras (incluso en las más neutrales, como Goodfellas) se da una versión casi romántica de la mafia y su mundo, o quizás se les pinta como tipos duros sin escrúpulos, carentes de un solo atisbo de humanidad en ellos.
En Los Soprano, como puedes imaginar, debes prepararte para ver esta "regla" hecha añicos. El mito cae en picado. Se trata de la desmitificación suprema del mafioso. Coge a estos supuestos machos alfa y los baja a la tierra con un tortazo de realidad: los humaniza, los vuelve débiles y frágiles, imperfectos. Se asegura de sorprendernos continuamente y de dar un giro de 180 grados a cada estereotipo. No se salva ni uno.
Hay algo... reconfortante cuando ves a estas personas crueles y sanguinarias lidiando con los más típicos problemas mundanos y cotidianos. Se hacen daño, tienen pánico, ataques de ansiedad, depresión, se ponen enfermos. También tienen familia. Amigos. Y pese a que la caguen continuamente, les quieren. Sus sentimientos son reales, aunque intenten esconderlos para aparentar. Y entonces, la serie nos ataca con un doble contraste: estos tíos tan similares a nosotros que la serie tan correctamente ha humanizado, en cualquier momento pueden volverse auténticas bestias capaces de asesinar a sangre fría. Se juega con ambos contrastes para la sensación de realismo absoluta. Vemos a estos individuos completamente modelados por un ambiente hostil que ha acentuado sus características negativas. Son pocos los capaces de aguantar en el negocio, y para hacerlo, deben esconder sus sentimientos tras una fachada falsa de tipo duro e insensible. Parece una tarea fácil, pero la verdad, es que es imposible.
¿Dónde está Michael Corleone? ¿Dónde está Tony Montana? ¿Dónde está Tommy DeVito?
No están. Esos personajes, aunque inmensos, solo pueden ser concebidos en un mundo ficticio.
Aquí, el único al que tenemos es a Tony Soprano.

De hecho, llega un punto en el que el espectador (al menos en mi caso) piensa: "Qué coño... ¡pero si son iguales que yo! ¡Estos tíos podrían ser mi vecino!". En efecto, consigue que el público se sienta identificado con esos mafiosos que parecen tan alejados de nosotros. Lo logra mostrándonos sus vidas fuera de los negocios, dándole suma importancia a la típica parte que cualquier otro guión se saltaría por ser, supuestamente, "irrelevante".
No, no es irrelevante. Es la diferencia entre un buen producto, y una obra maestra. Los Soprano lo entendió.


Aunque la serie está contada desde el punto de vista de los criminales, en ningún momento se posiciona a favor de ellos. Es muy difícil hacer un producto tan neutral cuando tus protagonistas son los propios miembros del hampa, y aun así, Los Soprano lo consigue. Si crees que hace "apología al crimen o a la violencia", no has estado prestando atención. David Chase (el genio que ha creado esto) se dedica a mostrarnos lo que hay, y punto. En esta "familia" hallamos machismo, racismo, xenofobia, homofobia... pero no hay una crítica de los mismos, ya que juzgar estos actos no está en manos de Chase. Está en nuestras manos. Como espectadores, nosotros debemos decidir qué nos parece aquello que Chase y su talentoso equipo de escritores quieren mostrarnos.
Se habla de homosexualidad. De religión (estando tan ligada con la cultura italo-americana, os podéis imaginar que esta, en concreto, da mucho de qué hablar). De la masculinidad y lo tóxica que esta puede llegar a ser. De la familia, los prejuicios, las tradiciones y mucho más. No seguiré ahondando en ello; uno debe experimentarlo por sí mismo y sacar sus propias conclusiones.

Como ya he dicho antes, nos sentimos identificados con estas personas de mentalidad tan retrógrada... pero es que, al final, aunque nos cueste admitirlo, somos todos iguales.

Tony Soprano. Uno de los mejores personajes jamás escritos. ¿Por qué sentimos empatía por él? Porque, al final, no dejamos de ver a una persona. Una persona de mentalidad diferente, con quien no estamos de acuerdo, pero a quien podemos entender. Su profundidad y realismo llegan a un nivel en el que no se distingue la ficción. Hemos vivido a su lado, en sus buenas, malas y peores. Cuando la serie termina, hemos entendido sus valores, sus principios, por lo que tenemos la sensación de "conocerlo"; ahora bien, también hemos entendido sus defectos, que le aportan ese toque imprevisible.

¿Por qué solo estoy mencionando a Tony? ¡Qué demonios! Lo que digo podría aplicarse para el elenco completo de personajes. Nadie sobraba: con que hubiera faltado uno, el resultado ya no habría sido el mismo. Cada cual era diferente, se expresaba de forma diferente, y pasar el tiempo conociéndolos es una auténtica gozada. No entraré en detalles para no alargarme más aún; simplemente, gracias Paulie. Carm. Sil. Bobby. Vito. Chris. Adriana. Ralphie. MeadowRichie. Blundetto. Janice. Corrado. Johnny. Philly. Mikey. Melfi. Pussy. Parisi. Furio. Artie. Jackie y Jackie Jr. Carmine. Livia. E incluso AJ, aunque sea un niñato malcriado. ¡Los amo a todos! ¡Inolvidables!


Vale, ahora que me he quitado el apartado más complejo de todos (los personajes), ¿qué más tiene para ofrecernos Los Soprano? Oh, mucho más. La cosa no acaba aquí.


Nada de lo que he estado hablando hasta ahora habría sido posible de plasmar sin un trabajo interpretativo soberbio y depurado. ¿Cumple la serie en ese aspecto? Puedes apostar tu culo a que .
Los actores llegan a tal punto de inmersión en el que se confunde la persona con el personaje. Destacar a unos pocos de entre todos podría considerarse una falta de respeto (no hay ninguno que baje del más puro sobresaliente), pero me veo obligado a hacerlo, ya que algunos papeles conllevan un mayor peso emocional que otros.
Edie Falco es simplemente perfecta en la trayectoria completa de la serie. Cuanto peor se ponen las cosas, más creíble y poderosa se vuelve su actuación. Impagable. Una fiera.
Michael Imperioli se funde con Chrissy hasta un punto inigualable. Todo un profesional que capaz de estar a la par que el mismísimo Gandolfini.
Tony Sirico y Steven Van Zandt son los lacayos más divertidos y destacables en la historia del cine. Jodidamente impagables.
Nancy Marchand dió vida a una de las "villanas" más reales y odiosas de todos los tiempos.
Lorraine Bracco brilla con luz propia, sobre todo cuando los episodios se centran en su entorno.

Y, por supuesto, no podía faltar James Gandolfini. Qué voy a decir yo que no se haya dicho ya sobre su labor en esta serie. El infinito rango de emociones que es capaz de representar es demencial, hace que parezca fácil. Siempre extraordinario, siempre verosímil, este hombre fue quien hizo de su personaje alguien real y tangible. Es que, realmente, da la sensación de que no hay actor; su interpretación es una de las mejores y más genuinas en la historia del cine. Nada más que decir.

Si hay uno solo que no me convence, es (bajo mi punto de vista) Robert Iler en los primeros episodios. Quizás era demasiado joven. Con el tiempo, su actuación mejoró notablemente para estar a la altura de las (elevadas) exigencias. Al final, es otro capaz de hacer frente al mismísimo Gandolfini sin echarse atrás.


¿Cómo fluyen los eventos del argumento? Igual que un minucioso reloj de máxima precisión. Simple acción y reacción: como el fiel retrato de la vida que es, todos los acontecimientos tienen su causa y su posterior consecuencia, lo que hace que los personajes deban ser cautelosos y la trama avance de forma lenta, pero firme. El guión carece de lagunas ni trucos baratos de escritores vagos.
Su estructura es bastante más episódica de lo que estamos acostumbrados hoy día (cada capítulo trae un pequeño saco de contratiempos individuales que se suelen resolver en su misma duración), y por lo general, los problemas gordos no estallan hasta los últimos 2 ó 3 episodios de cada temporada, momento en el que empiezan a causar verdaderos estragos los efectos de todo lo que se ha ido acumulando durante las temporadas. Las cosas llegan cuando deben llegar y los clímax están construidos con suma maestría.
A pesar de su densidad inicial, la serie consigue mantener el interés intacto incluso en sus lentos comienzos (ahí no está al nivel de la tensión final, pero sigue siendo palpable). Los Soprano nunca deja de ser muy entretenida y (sorprendentemente) divertida gracias a su ácido humor negro, una de sus características más representativas. Ese contraste del que ya he hablado da lugar a situaciones tan absurdas y atípicas que acaban siendo hilarantes. Las frases de los personajes son como bombas que explotan en nuestra cara. Podemos hallar de todo: conversaciones de auténtica profundidad que te hacen reflexionar o discusiones divertidísimas llenas hasta los topes de líneas magníficas, siempre impregnados de gran realismo. Nada chirría ni se siente forzado, las charlas son tan naturales que da la sensación de estar escuchando hablar a personas de verdad. De entre los guionistas (obviando a Chase, evidentemente) destaco a Terence Winter, maestro indiscutible de la comedia negra y los diálogos punzantes.


Ahora bien, aunque pueda sonar ilógico, Los Soprano no solo se desenvuelve bien en el género puramente "realista". A primera vista no nos damos cuenta, pero los creadores se han dedicado a plantar, de vez en cuando, numerosas pistas y presagios ocultos. La serie posee una altísima cantidad de elementos escondidos para aquellos amantes de las teorías a quienes les encanta diseccionar cada escena (el ejemplo más claro es el final). Parece mentira, siendo este un show (aparentemente) nada dedicado a lo paranormal, pero es cierto: su simbolismo es de los mejores que yo he visto nunca.
Hay ocasiones en las que el tono es drásticamente cambiado por uno surrealista al más puro estilo David Lynch. Os lo juro: he llegado a pasar más miedo en una escena "fantasmagórica" de Los Soprano que en una auténtica película de terror sobrenatural.




Si hay una única pega que puedo ponerle, es que la forma en la que el guión es organizado dificulta que el espectador se pueda enganchar a la serie tanto como le gustaría, ya que por momentos, parece ir dando palos aleatorios sin un rumbo definido. En muy pocas ocasiones (creo que he contado 2, nada más) hay episodios irrelevantes, tanto para la trama (menos importante) como para la evolución de los personajes (lo realmente importante).

No es una serie fácil de digerir. En sí, su ritmo y forma de desarrollar la trama son muy distintos del estilo con el cual estamos familiarizados actualmente en el mundo televisivo. Al contrario que las series de ahora, no ofrece la sensación de satisfacción inmediatamente; el espectador debe ganársela. Es un producto que crece poco a poco en tí sin que te des cuenta. Cuanto más avanzas, vas aprendiendo a ver la serie de verdad y la aprecias cada vez más. Si echas la mirada hacia atrás, descubres constantemente nuevos detalles que pasaron desapercibidos. Estos personajes se adentran gradualmente en tu vida personal, hasta el punto de llegar a considerarlos... casi como otra familia. La tensión nace de las situaciones más insospechadas, y es por el gran apego que has adquirido hacia estos desgraciados. Las visitas a capítulos aleatorios una vez terminada no hacen sino mejorar la serie todavía más, pues la infinita cantidad de sutiles detalles y misterios esparcidos nos asegura que no importa cuántas veces la veas, siempre encontrarás algo nuevo que te sorprenderá.
Me resulta imposible separar las temporadas o los capítulos según su calidad. Los Soprano es una única historia de principio a fin, cuyo increíble nivel permanece estable desde el primer capítulo hasta el último.
"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". En este caso, ese refrán no podría ser más acertado: mientras la estás viendo no te das cuenta; pero el momento en el que la has terminado, el momento en el que te das cuenta de que ya no tendrás más citas diarias con Tony Soprano en la pantalla... es entonces cuando comprendes lo magnífica que es.
Mi 10/10 es evidente, ¿no?
Ya estaba yo ansioso por encontrar otra nueva obra capaz de colarse entre "lo mejor de lo mejor".







¡CUIDADO!
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¡ZONA SPOILER!
¡ZONA SPOILER!
¡ZONA SPOILER!





Hablemos del final.
¿Murió Tony Soprano, o no?

Independientemente de la respuesta, me gustaría señalar lo brillante que me pareció esa última secuencia completa. Creo que es, sinceramente, el mejor final que la serie habría podido tener. ¿Queréis un dato curioso? Me pasó como a muchas otras personas: por un momento, pensé que la tele se había estropeado.

Gracias a la cantidad de teorías que se han hecho al respecto en vídeos, hilos de redes sociales y mucho más, creo tener toda la información necesaria para determinar qué ocurrió tras ese fundido negro.

Simbolismo: supuestamente, en una entrevista David Chase dijo: "Si prestáis atención, todas las pruebas están ahí". Os voy a listar la cantidad de "evidencias" que la gente ha ido hallando con el paso de los años:

1.- La escena (al igual que, prácticamente, la totalidad de la serie) está vista desde el punto de vista de Tony. Él entra en el restaurante y (en un guiño hacia 2001: Una Odisea en el Espacio, uno de los filmes favoritos de Chase) se ve a él mismo sentado en la mesa (¿qué es lo que vio Dave Bowman antes de morir en la película antes mencionada? A sí mismo antes de morir... ¿más simbolismo, quizás?).

Cada vez que el timbre suena y una nueva persona entra, Tony echa un vistazo y la cámara enfoca al individuo en cuestión que Tony está viendo. Sin embargo, cuando Meadow entra y el timbre suena... negro. No vemos nada...


2.- El que sería el supuesto tirador, que entra al mismo tiempo que AJ, lleva una chaqueta de Members Only, título del primer episodio de la 6º temporada. Casualmente, en ese mismo episodio, Eugene Pontecorvo llevaba esa misma chaqueta cuando asesinó a un tipo en una cafetería.


3.- El supuesto tirador, antes de lo que podría ser el disparo final, se dirige hacia el cuarto de baño, en una escena muy similar a la de Michael Corleone en la primera entrega de El Padrino, nada más y nada menos que la escena favorita en la historia del cine de Tony.

Respecto de Tony, la posición (según las agujas del reloj) en la que se habría realizado el disparo sería las 3 en punto (¿posible referencia al sueño de Chrissy en la segunda temporada?). Si Meadow hubiera estado ahí sentada, habría bloqueado la trayectoria.
Meadow, a lo largo de la serie, ha demostrado ser la persona más importante en la vida de Tony. La única capaz de "salvarle" (y además, es la "causa" del enfrentamiento final contra Nueva York). Sin embargo, es la única de la cual no tenemos un plano entrando en la cafetería.


4.- Meadow intenta aparcar tres veces. Las dos primeras fracasan, pero a la tercera lo consigue.
Dos veces han intentado atentar contra la vida de Tony, y las dos han fracasado. ¿Es a la tercera cuando lo lograrán?


5.- Justo antes de que el supuesto disparo ocurra, dos chicos negros entran en el bar. En la primera temporada, las primeras personas que intentaron acabar con Tony eran dos chicos negros.


6.- "You probably don't even hear it when it happens" (Probablemente ni lo oigas cuando ocurra). Eso le dijo Bobby (uno de mis favoritos) a Tony en el episodio 13 de la sexta temporada.
De una forma parecida, cuando asesinan a Gerry Torciano en frente de Sil en el episodio 14 de la 6º temporada, este último no escucha el primer disparo.

Si han asesinado a Tony antes de que pudiera ver a Meadow entrar por la puerta, y los espectadores estamos siendo testigos de su punto de vista, tendría sentido que ni nosotros ni él escucháramos el disparo.


Bueno, después de todo esto, parece que la única opción posible es la que nadie quiere: Tony es liquidado... ¿o quizás no?

Recordemos que todo esto es puro simbolismo. No hay pruebas reales o físicas de que el tipo de la chaqueta tuviera un arma, ni de que Tony fuera asesinado. Todas estas pistas podrían podrían ser tanto la indicación de que Tony muere, como una retorcida manera de jugar con nuestra mente por parte de Chase. Es posible que su única intención haya sido, simplemente, dejarnos en la más completa incertidumbre, ofreciéndonos pistas vacías de algo que nosotros mismos nos estamos imaginando (objetivamente, él no ha insinuado nada, todo este lío nos lo hemos inventado nosotros). Esta escena está imbuida en una tensión asombrosa, pero... realmente, nada ha ocurrido en ella.
David Chase explora la paranoia que debe estar pasando por la cabeza de Tony en ese momento, y consigue transmitirla directamente al público. Así es como tendrá que estar nuestro capo favorito por el resto de su vida: siempre alerta.
¿Si esto que digo fuera cierto, por qué cortar justo a la entrada de Meadow? Simple: Los Soprano, desde el principio, ha sido una serie sobre la familia. Hemos visto cómo Tony ha intentado sobrellevar sin éxito sus dos familias: la de sangre, y la mafia. Por primera vez, la familia que realmente le importa se reune feliz, de manera que el arco completo del personaje estaría finalmente completo.


¿Cuál es, entonces, la respuesta correcta?
No la hay.
Puedes escoger lo que quieras. ¿Le harás caso al simbolismo? Entonces, Tony está definitivamente muerto. ¿No quieres pensar que un personaje tan grande haya llegado a su fin? También puedes acogerte a esa opción. Independientemente de lo que elijas, las cosas van a ser duras para Tony; pero sin duda, lo más bonito de todo, es que este final aún siga causando dudaconmoción y debate más de una década después de su salida. 
El trabajo que Chase ha realizado con esta obra maestra debe ser muy importante si todavía, a pleno 2018, seguimos buscando o negando pruebas sobre la muerte su un mero personaje ficticio.

lunes, 2 de julio de 2018

¿Es "El Padrino" realmente la mejor película de la historia? (Reseña The Godfather)

He de andarme con mucho ojo, pues no todos los días uno se dispone a hablar sobre la película más aclamada de todos los tiempos, esa obra considerada como la más grande del séptimo arte por la extensa mayoría del público adepto al cine. Si te gusta este mundillo, es indudable que El Padrino es, tarde o temprano, una cita obligada.
Ahora bien (y aquí es donde empezará la lluvia ácida sobre mí), ¿es, realmente, la mejor película de la historia?
Ayer tuve el privilegio de presenciar en la pantalla grande esta legendaria cinta, y hoy, creo estar preparado para ofrecer mi granito de arena al debate que la anterior pregunta suscita.
Obviamente todo esto depende de la persona, de lo que esta busque en un filme, de sus gustos personales y sus preferencias; pero no estamos aquí para hablar de eso.


Sé que estoy sonando muy atrevido. En la comunidad "radical" de amantes del cine, si no le otorgas un 10/10 a El Padrino, tu criterio será automáticamente invalidado, así que muchos simplemente se dejan llevar por la opinión general sin atender a su propia opinión. Yo considero ambas cosas que he mencionado una completa estupidez; y ahora quiero ser sincero a lar par que objetivo y subjetivo para explicar por qué, bajo mi punto de vista, El Padrino sí merece un 10, pero no es la mejor película de todos los tiempos.
Seré breve (lo máximo que pueda) y no ahondaré demasiado en detalles cruciales de la historia o el argumento, de manera que si aún no has visto El Padrino, puedes estar tranquilo.
...
Aunque, en serio, ¿qué haces que no la has visto todavía? ¿A qué c*ño estás esperando?



Hablar de este film es hablar de perfección técnica. Absoluta perfección técnica. Me gusta pensar en él como un intrincado mecanismo de relojería (sí, es una "referencia" a Watchmen). Para que este funcione todos los engranajes, grandes y pequeños, deben encajar con exactitud milimétrica y deben dar sus respectivas vueltas sin entorpecer ninguna de las otras piezas, sin chirriar o hacer que el conjunto falle en lo más mínimo.
Objetivamente, El Padrino no tiene fallos. Se trata de una obra de precisión suiza definitiva. Su estructura no deja ni un solo cabo suelto: desde los personajes, sus motivaciones y actos, hasta la historia, cómo esta se desenvuelve, las diferentes escenas que se van sucediendo, todo encaja y se desarrolla con la perfección requerida para que el resultado final sea impecable.
Cada acción tiene su propósito, su porqué y sus consecuencias. No hay ni una sola laguna argumental. La sutileza y la elegancia invaden esta obra y la hacen un auténtico regalo para aquellos amantes del cine a los que nos gusta que no se nos tome por idiotas.
No obstante, aquello que la diferencia de muchas otras películas que también han demostrado gran destreza en estos apartados, es que la obra se dedica por completo a sus personajes. Los eventos y la trama adoptan un plano secundario para dar paso a los individuos protagonistas. Todo lo que ocurre es por, para y debido a ellos. No tiene prisa y se toma su tiempo para que la historia fluya de forma coherente. Son numerosas las veces en las que nos alejamos por completo del argumento en pequeñas (o grandes) escenas, aparentemente inútiles (lo cual no es cierto), que sirven exclusivamente para enseñarnos cómo es o cómo ha evolucionado cada personaje.

Vito Corleone es una leyenda. Se convirtió en el estereotipo primordial del gángster y antihéroe italo-americano para el resto de la eternidad. Su influencia en la cultura popular es innegable. ¿Es para tanto? , porque representa al tipo de persona que todos querríamos ser, el ícono de la masculinidad suprema: él es el tipo duro, poderoso y valiente que consigue todo lo que quiere y al que nadie le puede dar órdenes, pero que a pesar de ser implacable en los negocios y contra sus enemigos, demuestra gran cariño, respeto y afecto por su familia, amigos y asociados. Un hombre que tiene un código de honor el cual (a pesar de no ser ético moralmente hablando) sigue a rajatabla sin importar las consecuencias (¿cuántos de nosotros podemos decir eso?). Logra que, de repente, en el espectador aparezca un interés (e incluso diría admiración) bestial por la mafia y sus historias.
La actuación de Marlon Brando, su voz, gestos y presencia no hacen más que acentuar esa sensación de grandeza que el personaje transmite.

Eso sí, del resto del elenco, no hay ni uno solo fuera de lugar, ni un solo actor que desentone (ya lo he dicho, nada entorpece el transcurso de la película). En la secuencia de la boda (quizás la mejor del metraje en mi humilde opinión) tenemos una presentación perfecta de todos ellos. Poco a poco, conforme avanza la historia, los comprenderemos mejor a la par que seremos testigos de sus estudiadas evoluciones como individuos. Por ejemplo: Santino es impulsivo, pasional, emocional, la clase de persona que actúa y después piensa; mientras que Michael es, por contraposición, frío, apático, insensible y difícilmente perturbable (por eso era obvio, desde el principio, que él era el único con madera para convertirse en el próximo Don). Al Pacino da una lección interpretativa sublime (la cual superará incluso a la de Brando con la segunda entrega) ya que, en todo momento, podemos ver a través de sus ojos si es feliz o si, por el contrario, ya ha comenzado su travesía hacia los pozos del averno. Estamos ante el comienzo de una de las carreras más míticas que el cine jamás tendrá.
Junto con unos secundarios memorables y un casting de lujo, el plato está servido.



La banda sonora es una de las piezas de música más grandes jamás compuestas. Decir más sobre ella sería esforzarse en vano: dedícate a escucharla, y punto. Me darás la razón.


A pesar de durar 3 horas, estas no se me hicieron pesadas, y lo considero un factor determinante para que esté entre mis películas favoritas (porque, por mucha perfección técnica que haya, si una película no te atrapa o te aburre, jamás podrá ser tachada de obra maestra). Comprendo que muchos no estén de acuerdo conmigo en este apartado y la hayan encontrado soporífera, ya que su ritmo es indudablemente lento y si no te interesa lo suficiente, será imposible que puedas terminarla.



No obstante, pese a todos los halagos que respetuosamente estoy ofreciendo a mi Padrino... perdóneme, Don Corleone, mas no puedo introducirle en mi categoría estrella, la más ansiada y exclusiva, "Lo mejor de lo mejor". ¿Por qué?
Es simple. El cine es un arte y como tal, la excelencia, la delicadeza y la pureza a la hora de elaborarlo es sumamente importante... sin embargo, no lo son todo.
Solo hay una cosa que me falta en El Padrino: más emoción. La característica que yo más estimo de una cinta es su capacidad de transmitirme sensaciones. No niego que hay escenas impactantes, preciosas y emotivas (el plano final, el bautismo, la secuencia inicial, etc). Coppola, el director, tomó un enfoque principalmente superficial, y eligió centrarse más en demostrar su destreza estética objetiva a la hora de dirigir. En ocasiones (la mayoría de ellas) esto resultó un éxito al dar a la película un toque sobrio y realista; pero en otras ocasiones (que no podemos ignorar) resultó dificultoso a la hora de conectar con el espectador a un nivel emocional más allá del exterior, un nivel que el funcionamiento objetivo de la obra no puede alcanzar.



Espero que mi opinión sobre El Padrino haya sido bien expresada y te haya resultado interesante. Estoy abierto a cualquier sugerencia o conversación agradable en los comentarios, si es que hay alguien que me haga una oferta que no podré rechazar.
10/10.
Contad todas las veces que he dicho la palabra "perfecta" o "perfección", por cada una os invitaré a un helado. Perdón, pero es que lo he hallado necesario si quería hablar de El Padrino.

domingo, 20 de noviembre de 2016

"Snatch: Cerdos y Diamantes", breve análisis.


¿No toleras la violencia, los insultos; o el humor negro, en general? ¿No eres capaz de seguir varias tramas diferentes con una buena cantidad de personajes, a cada cual más estrafalario? Entonces esta, no es tu película.

Por supuesto, si todo lo anterior mencionado está dentro de tus preferencias, y tienes ganas de echarte unas carcajadas a costa de unos cuantos chalados egoístas haciendo el gamberro, ¿qué haces que no la estás viendo ahora mismo?
Esta delirante comedia políticamente incorrecta tiene todo eso y más. Es perfecta para todo aquel que quiera ver un peliculón, o pasar un rato entretenido evadiendo la realidad.

Su gran baza está en lo absurda que es. Deja claro desde el principio que ese es su objetivo, y será la manera de hacerte reír. Te mantiene constantemente atento, con un ritmo trepidante y apariciones continuas de tipos muy atractivos. Cada uno de ellos protagoniza tramas distintas, pero relacionadas entre sí por la simple existencia de unos diamantes. 
Y con una idea tan simple, es construido un surrealista viaje lleno de violencia, cuyas complicaciones crecen conforme avanza la historia y meten cada vez más a los personajes en un pozo de mierda, del cual no se puede salir impune. La película juega a crear la pregunta en el espectador: "¿cómo demonios hemos llegado hasta este punto?", y lo hace de puta madre, arriesgando y ganando. La capacidad de crear situaciones descabelladas y llevarlas a cada minuto a niveles superiores, se conjunta perfectamente y para mí, fue imposible no disfrutarla.
Ese tono oscuro y deprimente que tiene la fotografía todo el metraje es una elección sumamente sabia, muy acorde con la personalidad de la peli.

No solo los diálogos son brutales y desvergonzados, cada personaje tiene momentos personales extremadamente divertidos. No puedes elegir un favorito porque cada uno es perfecto a su manera, tontos o listos, putos amos o completos inútiles, yo me enamoré de todos.
Boris el esquiva balas, el Turco, Mickey el gitano, Frankie cuatro dedos, Tony dientes de bala, Tyron el gordo cabrón, Tommy el tontito y muchos otros cuyos nombres olvido, pero cuyas acciones dejan huella.

El destino de todos ellos concluirá fiel al estilo del filme, inverosímil y a su vez, indudablemente satisfactorio.

Las actuaciones son muy buenas, sin llegar a nada fuera de lo común, manteniendo siempre una comicidad muy agradecida.
El montaje me ha parecido sublime, estructurando la peli de modo que todo encaje, además de siendo ágil, introduciendo imágenes y escenas para no aburrir en ningún momento.

La única pega grande que le veo es que, como ya he dicho al principio, está dirigida a un púbico minoritario. La mayoría no sería capaz de entenderla y solo vería una epopeya de sangre, tiros, gilipollas extravagantes y mucho movimiento.

Perfecta para ver con los colegas, como yo hice, y disfrutar como un cerdo.
Es mucho mejor verla sin saber qué te vas a encontrar, y que te sorprenda, ya sea para bien o para mal. No es arte puramente dicho, solo una gamberrada muy bien hecha y muy, muy divertida.
Toma, un pedazo de 9.




Spoiler


El momento cara a cara de el putísimo TONY DIENTES DE BALA contra los tres negros; para enmarcar. 
Boris el esquiva balas, dando por culo vivo después de que le disparen 8 tiros, habiéndolos esquivado todos. Brutal.
El atraco a la joyería. Divertidísimo.
Y de momentos así, la película está repleta hasta los topes.
¿Cómo no rendirte ante ella?

martes, 11 de octubre de 2016

Narcos. Mi opinión.


Otro bombazo de Netflix, plataforma que se posiciona como la reina de las series de este año 2016.
Narcos ha tenido una recepción mixta. Aunque en su mayoría, el público la ha amado; hay otra cantidad importante de detractores que se centran, sobre todo, en su "falta" de rigurosidad.

Como siempre, hoy vengo yo a dar mi opinión sobre las dos temporadas de esta serie que tratan el ascenso a la cumbre de Pablo Escobar, su estancia allí y su caída final.
Evitaré hablar de las dos temporadas de manera separada y unir una única idea que englobe todo.
Vamos allá.


Para comenzar, debo decir que a mí también me ha gustado bastante. Está lejos de ser perfecta por culpa de ciertos aspectos cuya ausencia de nivel es bastante llamativa.
Tiene una (muy) considerable cantidad de puntos positivos. La banda sonora ha de ser mencionada primero, porque desde que empieza a sonar en los primeros minutos, se coló entre mis favoritas. No podría haber sido más acertada, además de buena. Ofrece un incremento de calidad a las escenas, que ya de por sí, me parecen geniales; sobre todo las de Pablo Escobar. Él es el alma y vida de la serie, la razón por la que nos engancha desde su inicio, el que se lleva los mejores momentos, las mejores partes del guión y la mejor actuación.
Wagner Moura, a pesar de ser brasileño (y por lo tanto, no tener ni idea de español) aprendió a hablar el idioma en 6 meses, lo que desde mi punto de vista es un mérito enorme. Es cierto lo que muchos dicen: se nota, a veces, que no es su lengua materna. Y sin embargo, eso a mí, con todo el respeto, no me importa una mierda. Su interpretación es brillante, convincente y llena de realismo. Crea, en colaboración con el guión, un personaje memorable, de los mejores que nos han ofrecidos las series. Se convierte de lleno en el auténtico Pablo Escobar; tanto, que probablemente en varias generaciones por venir, se asocie la figura del narcotraficante con la de Moura.

El guión es entretenido y muestra con facilidad cómo fue la vida de Escobar y cómo funciona el mundo del tráfico de drogas, en posesión de ritmo y buenas conversaciones. Puede dividirse en dos enormes tramas: la de los traficantes, y la de la investigación para atraparlos. La primera, es la que carga con casi todo el peso de la serie, por lo que es muy superior; la segunda, a pesar de parecer importante, queda relegada a un segundo plano.
Cada vez que salían los polis, quería que se fueran para que apareciera Escobar. Bueno, no es tan exagerado. Sin embargo, sí es más convencional y la parte de los narcos es tan innegablemente buena, que ciertamente no le llega a la altura.
Para decir esto, me baso en los personajes. La trama de Pablo y sus enemigos colombianos tiene los mejores y más profundos individuos, las historias más interesantes y mejor desarrolladas. La trama de Murphy, Peña, y los políticos, parece haber sido tratada con menos cariño. Hay algunos que sí están bien construidos, no obstante, en su mayor parte son tipos planos basados en tópicos, con una progresión y evolución pobres o terriblemente corrientes.

Es ahora cuando llegamos al punto que más controversia ha creado: la narración "en off" de Murphy. ¿Acertada, o innecesaria? Para mí es una mezcla de ambas.
Es necesaria para lo que han hecho: resumir 15 años de historia en una temporada de 10 episodios. Hay material para una serie más extensa en la cual la voz en off habría sobrado; pero no ha sido el caso, con lo cual, ha sido una decisión correcta. Los hechos van sucediéndose rápido con elegancia... en la primera temporada.
En la segunda, solo transcurren un par de meses. La narración aquí sí era innecesaria y muchas veces sientes que dice obviedades, en vez de información. De hecho, la profundización de algunos personajes solo es descrita por la voz, en vez de mostrárnosla en pantalla.
He de añadir también, que la decisión de poner a Murphy de narrador no me parece acertada. Intenta que sea un personaje principal y relevante, pero la verdad, es que sin él, la serie sería igual de buena o mejor. El personaje no es ahondado por el guión y no nos llega a importar mucho, lo que lo deja como un simple intento fallido.
Por todo esto que estoy diciendo, la primera temporada me parece superior. La segunda puede tener, de manera individual, capítulos mucho mejores; pero en conjunto, es más irregular.

Hasta ahora, puede parecerte que la estoy castigando duramente. En cierto modo es así: esos errores son imperdonables pero más que hacerla mala, lo único que consiguen es alejarla de un 10. Así que no te equivoques: la serie es buena. Simplemente, no quiero repetirme diciendo veinte veces los aspectos buenos. Hoy compactaré un poco.
Hay muchos personajes bien caracterizados e interesantes que me han gustado, como Gustavo, Limón, Tata, la Quica, Carrillo.
Los asombrosos giros de guión y la imaginación que estos conllevan te mantienen pegado a la silla y te sorprenden gratamente. Son extremadamente astutos, consiguen que la visualización sea una experiencia muy gratificante.
Visualmente es un goce, aunque no destaque su dirección en general, las escenas de tiroteos/persecuciones por Colombia tienen una calidad sobresaliente, al igual que las distintas conversaciones entre latinoamericanos. Han tenido bastante valentía ya que, a pesar de ser una producción norteamericana, mucho más de la mitad de los hechos están en español; más acertado imposible.


Ahora quiero hablar de la rigurosidad que muchos han utilizado para criticarla sin piedad. Yo no lo entiendo: en todos los episodios, antes de comenzar, te lo dicen: BASADA en hechos reales, algunos hechos HAN SIDO INVENTADOS POR MOTIVOS DRAMÁTICOS. No querían hacer un documental informativo sobre Pablo Escobar; sino una serie policíaca de acción sobre la cocaína en los años 80 y 90. Entiendo perfectamente que el hijo de Pablo esté enfadado con el resultado, eso no se le puede reprochar: él estuvo ahí y sabe lo que pasó y lo que no. Creo que cualquiera que estuviera en su situación tendría derecho a quejarse, además de que tras ver algunas entrevistas con él, se observa que lo hace con cabeza. No obstante a mí no me importa un pimiento la rigurosidad mientras la historia, aunque a veces inventada, tenga coherencia y sea atractiva, entretenida, inteligente. Hay gente que hasta la machaca, diciendo: "¡Pero si hay personajes que se nota que son inventados!". ¿En serio? ¿No me digas? Estas personas tendrían razón, si la serie tuviera como propósito ser fiel a la realidad. Pero no es así. Yo, no sabía antes nada sobre todos los hechos relatados, por lo que no puedo decir dónde fue fiel. Y si lo supiera, no influiría en absoluto en mi decisión.
Hay escenas que sí han sido realizadas con precisión y exactitud, basándose sobre todo en fotografías originales. Decir cuáles destriparía momentos clave del argumento.

Conclusión final: merece la pena verla. No es una obra maestra, no; y eso no me importa en absoluto. Yo la he disfrutado, me ha transmitido muchas emociones y me he encariñado con Pablo Escobar (sí, fue un asesino y terrorista, pero ¡qué tipo más interesante!)

Un 8,75 para Narcos.







SPOILER




La muerte de Pablo Escobar es dura de ver. Los últimos (magníficos) capítulos nos muestran su descenso desde la "cumbre" hasta lo más bajo.
Para alguien como yo, que no sabía nada sobre su final, esos momentos finales están rodeados de incertidumbre y tensión.
Por último, nos dejan la desmitificación del monstruo. Él no era superior, no era intocable ni invencible. A pesar de todo, era un hombre. Se equivocaba, sangraba como cualquier otro. Es palpable la decepción causada a todos los que habían llevado tanto tiempo con él (Murphy, sobre todo) de ver a ese mito, esa persona inalcanzable, al fin sin vida a su lado.

Otros momentazos son la batalla en la propia casa de Escobar, la muerte de Carrillo, o la cárcel "La Catedral".

martes, 20 de mayo de 2014

Criticando Clásicos: "Goodfellas" (Uno de los Nuestros)

Últimamente me ha dado por los grandes clásicos, esas películas que marcaron un antes y un después no solo en su género, sino en la historia del séptimo arte. En esa lista, sin duda, se encuentra "Goodfellas", en España "Uno de los Nuestros", una de las mejores películas de gángsters jamás realizadas.
Probablemente no añada nada nuevo. Mucho se ha dicho ya de esta película, sobre su grandiosidad y tal. Pero bueno, crítica más, crítica menos, tengo ganas de compartir mi opinión, y eso es lo que haré.

Solo con la primera escena, puedes hacerte una idea de cómo va a ser el film: violento. Gente con fobia a la sangre o al asesinato (en una pantalla), mejor no la veáis. Y así es, es un film muy violento. Pero es solo un apartado, algo por lo que no puedes juzgar la película en su plenitud. Y para los que se quejen de su uso casi continuo de la violencia, que sepan que es una historia real, y como ya sabemos, la realidad supera a la ficción, por desgracia. ¿Que Scorsese tiene predilección por la violencia? Sí, también es verdad, pero qué pega le vamos a poder poner con lo jodidamente bien que lo hace. Unas tomas y movimientos de cámara sencillamente deslumbrantes, quién no recuerda esa escena en la que Hill (Liotta) entra en el restaurante saludando a todos los conocidos (que desde luego no son pocos) acompañado de su esposa, con una voz en off magistral de fondo (jamás olvidaré a "Jimmy Dos Veces", le llamaban así porque todo lo decía dos veces). Pero recordemos que a Marty no solo se le da bien lo visual, sino la profundización y evolución de los protagonistas. Nos metemos de lleno en el personaje, Henry, sufrimos cada fracaso suyo y celebramos cada victoria. Se muestra un mundo cruel y sádico en el que los gángsters son humanos por una parte, y auténticas bestias en otra. El ritmo que la cinta posee es demencial, y las casi 3 horas se pasan en un chasquido de risas, impactos y sorpresas planeadas meticulosamente. Y para el toque final, añadir que no hay director actual que mezcle tan perfectamente música (canciones, sobre todo) con imagen (Kubrick era el gran maestro, pero con música clásica). Una banda sonora compuesta sobre todo por canciones de hace algunos años que encajan como piezas de puzzle y que ayudan al ritmo increíblemente. Sumándole al trabajo de Scorsese las actuaciones de Joe Pesci, un papel que le viene como un guante que realiza de forma segura e intimidatoria, y por supuesto, el gran Robert DeNiro, interpretando su papel por excelencia, con su única e inimitable mirada capaz de helarte la sangre o hacerte sentir más seguro que nunca. Es entonces cuando nos encontramos, en mi opinión, con el (posiblemente único) problema de la película: Ray Liotta. Interpreta a un personaje de forma excelente y de manera sumamente convincente, no me malinterpretéis, pero a veces puede hacerse pequeño si aparecen DeNiro y Pesci. En ocasiones él no es el personaje más interesante en una película con un elenco de secundarios tan bien dotado (Paul Sorvino y Lorraine Bracco también ofrecen interpretaciones impecables), por lo que da la sensación de que Goodfellas no ha alcanzado su máximo potencial.

Y por último, mención especial al guión. Es, posiblemente, el mejor guión que jamás ha realizado Scorsese (en colaboración con Nicholas Pileggi). No solo por su asombroso humor negro y sus frases para la eternidad (ahora mencionaré algunas), sino por cómo nos cuenta la historia, la "iniciación" por así decirlo, la subida hasta la cima, y la caída estrepitosa hasta la transformación en un don nadie. De forma sutil, vemos cómo cada personaje acaba siendo víctima de sus propios fracasos y acaban teniendo finales bastante irónicos. Me encanta.

Obra maestra no solo del cine de mafia, sino del cine mundial.
9,5/10.
(ACTUALIZACIÓN, 12 de AGOSTO, 2018): 10/10.


“Si formas parte de un grupo, nadie te dice que van a matarte. No hay ni peleas, ni insultos como en las películas. Los asesinos llegan con una sonrisa”.

“Para mi, ser gángster era muchísimo mejor que ser presidente de los Estados Unidos”.

"+ Mi hija me ha contado que usted es medio judío
- Es mi mejor mitad".

"Si Pauly se movia despacio, era porque no tenía que moverse por nadie".

"Qué tengo de gracioso, dime".

"Soy un don nadie, y tengo que vivir el resto de mi vida como un gilipollas".

"Solo es un tirito de nada".

"Si hubiera sido uno de los nuestros... ya estaría muerto".