Te deja un impacto tremendo. Puede cambiar tu forma de pensar sobre el tema de la homosexualidad radicalmente, sobre todo si eres uno de esos idiotas que critica a los gays y solo los ve como hombres con comportamiento afeminado y terriblemente insufribles. No, lo siento, en este film no hay sitio para gente tan inmadura. Tiene un punto fuerte que es lo que la hace merecedora de halagos: es demasiado real, y por lo tanto, dura y capaz de dejarte destrozado.
Aquí no encontrarás el tópico de esta clase de gente hoy en día. Son dos tíos perfectamente normales, cada uno con su personalidad y diferencias, que por alguna casualidad, se atrajeron mutuamente forjando un amor imposible, sobre todo en aquella época, ya que ser gay implicaba ser odiado por la sociedad como el mejor de los casos, y el peor sería la muerte por una paliza brutal.
Ang Lee nos pone en la piel de los protagonistas, y nos cuenta la historia bien. Sentirás la impotencia, la injusticia, la rabia que tuvieron que pasar los dos chavales solo por su condición social.
Pero no solo se tratará el tema de la homosexualidad aquí.
La familia, y los problemas que conlleva, todas esas tensiones familiares entre marido y mujer con hijos y un estado económico no muy favorable. El intento de hacerse pasar por alguien que no eres solo por ser aceptado, el rechazo, el odio. Porque si ya no amas a tu mujer, y encima es porque ahora quieres a otro hombre, ¿cómo decírselo? Y más aun en aquellos tiempos.
La peli es preciosa visualmente, la mayoría de planos son maravillosos, la fotografía y la estética tienen niveles sublimes.
Donde se pasa mucho de la raya es al principio, a mi ver. Tiene un ritmo excesivamente lento y llega un momento en el que aburre. No ocurre nada, simplemente hay planos muy bonitos (que se agradecen) pero nada más, no hay mucha interacción entre los personajes y no sabemos demasiado de ellos, en definitiva, no sabemos por dónde coger la historia.
Sufre una mejora drástica antes de llegar a la mitad del film, cuando se plantea el problema, vemos cómo evolucionan los personajes y la realidad plasmada te va dando patada tras patada, que no te dejarán indiferente.
Ledger y Gyllenhaal, hacen una pareja envidiable. Existe una química incomparable entre los dos, y están absolutamente brillantes en sus respectivos papeles. Evidentemente, tienen más oportunidad de lucirse cuando el guión comienza a ponerse interesante de verdad.
Los momentos en los que la cosa se complica hasta niveles insufribles, los enfados entre ellos y con sus familias falsas, esos momentos son dignos de ver.
Si el principio hubiera tenido el nivel que alcanza la "segunda" parte del film, por así decirlo, podría haber sido una obra maestra.
Eso sí, el final es insuperable. Fiel al estilo de la peli: realista y cruel hasta más no poder.
8,5 / 10
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