lunes, 15 de octubre de 2018

"Venom": duele decirlo, pero es mala (Crítica/Reseña).

Puede que suene cursi decir esto, pero el personaje de Venom ha sido una parte esencial en mi vida desde que yo era muy, muy pequeño. Es mi enemigo favorito de Spiderman (primer superhéroe del que jamás leí), y lo considero uno de los villanos más carismáticos, originales e interesantes del mundo de la historieta en general. El primer cómic que yo he dibujado nunca (con no más de 7 u 8 añitos) fue de Spiderman contra Venom y Matanza. Así que no me vale la excusa de "odias por odiar", "no te gusta Marvel", "te dejas llevar por la opinión de los demás" o alguna gilipollez de semejante calibre. Ojalá, y repito, ojalá pudiera ir yo a una sala de cine a ver una película de Venom portagonizada por Tom Hardy y salir encantado al terminar (independientemente de lo que diga la crítica especializada, con la que nunca concuerdo), habiéndola disfrutado como el niño que soy y llevo dentro.
Pero no es el caso.
Ni siquiera con la ayuda del factor nostalgia ha sido esta película capaz de ganarme. De hecho, a la larga, el hecho de que me guste tanto el personaje solo logra que me moleste más aún lo mala que ha resultado esta adaptación.

No te sientas menospreciado por lo que escribo si has sido de los que ha amado la cinta (yo mismo adoro los placeres culpables). Sin embargo, la "verdad" debe ir siempre por delante: Venom es una mala película. Una mala película con sus elementos chulos e interesantes, sí, pero una mala película al fin y al cabo.
Procedo a explicar el porqué de mis palabras. Intentaré ser lo más claro y breve que pueda.


Nada más comenzar, uno ya puede hacerse una idea de cómo va a ser el filme. La primera media hora es una introducción sosa, aburrida y apresurada de personajes absolutamente planos por los que el espectador no se llega a preocupar en ningún momento, que no paran de tomar decisiones estúpidas y se comportan de formas nada realistas y poco coherentes. La trama se basa en una sucesión constante de clichés enervantes que crean una molesta sensación de déjà vu ("ya hemos visto esta película antes"). Las lagunas argumentales son gigantescas y descaradas, da la impresión de que el guion fue escrito en una noche de botellón. Lo único que salva a Eddie Brock durante este fragmento es Tom Hardy, un excelente actor cuyo talento ha sido desperdiciado en esta ocasión. ¿La relación amorosa de Eddie? Innecesaria, absurda y mal llevada. ¿Su trabajo y posterior despido? Nada, ¿a quién le importa?
Yo dejo caer lo siguiente: si a alguien le interesa, podría hacer una review más específica y llena de spoiler donde vaya analizando de una en una las incoherencias que van apareciendo. Sé que me leen cuatro gatos (siendo generoso), pero en el caso de que a alguno le guste la proposición, le invito a manifestarse.

Todo mejora cuando el simbionte entra en escena, dejándonos entrever parte de lo que Venom podría haber sido y nunca fue. El aspecto del monstruo es brutal (para mi gusto le falta la araña en el pecho, aunque no lo critico ya que entiendo por qué no la han puesto). Es grande, poderoso, intimidante y horrible (en el buen sentido); todo aquello que Venom debe ser (y debería haber sido en la versión del 2007). ¿Lo mejor? La divertida y entretenidísima relación Eddie-Simbionte. Las interacciones entre ambos, sus diálogos conflictivos e insultos cariñosos son muy disfrutables y consiguen inmediatamente que nos encanten e importen los dos personajes. Esta relación forjada es sumamente interesante y sorprendentemente coherente. La película se habría beneficiado enormemente de ella de haber sido tratada con algo más paciencia y talento.
En el tramo final, desafortunadamente, la desarrollan tan apresuradamente como el resto del metraje. Por ello se siente demasiado forzada, cuando podría haber sido fluída y magistral.

El villano es un empresario de moral inexplicable que hace cosas contradictorias sin unas motivaciones claras. Otro más directo al saco de los desastres.

En cuanto a la acción (tópico imprescindible hablando de cine de acción), esta deja mucho que desear. No hay ni una sola imagen de Venom a la luz del día (para tapar un CGI deficiente), de manera que muchos planos son excesivamente confusos, al ser este un bicho completamente negro. Las secuencias de pelea o batalla son escasas y cortas, además. Dependen demasiado de los efectos especiales y estos son bastante pobres, así que el resultado no es satisfactorio ni emocionante. Están rodadas sin pasión. Parecen golpes aleatorios e incomprensibles de alienígenas hechos descaradamente por ordenador.


Todos sabemos cuál es la razón del desastre que ha terminado siendo este filme: la tijera del estudio que, según el propio Tom Hardy, ha quitado las mejores escenas para que Venom pudiese obtener la calificación PG-13 (para mayores de 13 años) en vez de R (para mayores de 18, y la calificación que estaba prevista al principio). ¿Por qué? Para una mayor recaudación en taquilla. Sí, el dinero. Siempre es el dinero. Han aguado y suavizado la película, arrebatándole así la personalidad por completo. En un país de tiroteos, armas y violencia gratuita, ¿por qué no dejan ver a los adolescentes películas con cuatro palabrotas y sangre? ¿Metemos a las personas jóvenes en una burbuja de sobreprotección? Es irónico, ¿verad? Puede ser.
La violencia no hace "mejor" a una película. Pero las restricciones sí la hacen peor. Si un cineasta siente que para contar su historia necesita sangre o tacos, no le deberían poner trabas (y no hace daño alguno en una historia simple e inofensiva como es la que nos ocupa, sin apenas violencia argumental real, que podría ser vista por cualquier adolescente normal).


Y para finalizar con el cabreo monumental, tenemos la escena final... No diré nada específico para evitar spoilers. No es una mala escena. De hecho, está muy bien. El problema no lo tengo con algo que repercuta en la calidad inherente de la película en sí. El problema lo tengo con el trailer, por arruinarla. Esto es el puto colmo ya: que coloquen en el trailer los últimos segundos del metraje. Si no has visto este, no lo veas. Avisado estás.


En resumen: lo más destacable ha sido la relación entre los protagonistas (si es que al simbionte se le puede llamar así). Es triste que el resto no haya estado a la altura. Lo realmente malo de Venom es algo típico ya este año: ver cómo todo el potencial que tenía se esfuma para acabar ofreciendo un producto mediocre y olvidable que nadie recordará en 2 o 3 meses. Eddie y Venom se merecían algo mejor. Ambos son la única razón por la que no la suspendo.
5,75/10.

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