No creo que Gorrión Rojo vaya a ser una revolución del cine actual. Probablemente, ni siquiera llegue a ser una revolución en su propio género. No es perfecta. No es una obra de arte. Ahora bien, qué queréis que os diga, ¡la he disfrutado mucho, con todos sus pros y contras! De hecho, podría asegurar perfectamente que, por ahora, es una de las mejores películas que he visto de las estrenadas este 2018.
Prefiero comenzar quitándome lo más desagradable de encima: su guión, al igual que los guiones de otras muchas películas estrenadas durante los últimos años, tiene ciertos altibajos. Cuenta con numerosos aciertos y temas de interés, no lo dudo, pero al final del día es lo que impide a Red Sparrow ser más que un simple buen entretenimiento.
Primero y principal está un detalle bastante minúsculo que difícilmente hace 'peor' al filme y, sin embargo, es capaz de sacarme de contexto reiteradamente: los idiomas. En su versión original, la totalidad de los personajes habla en inglés, incluso los rusos (con un acento "russo" bastante evidente, nada que objetar ahí). El problema viene cuando hay dos personas rusas, en Rusia, hablando solas... en inglés. ¿Por qué demonios hablan en inglés? Yo sé que es una producción americana, pero vamos, un poco de realismo se apreciaría enormemente. Sé que no es la primera vez (ni será la última) que una película hace algo parecido, y seguramente yo mismo he pasado por alto este detalle otras veces... No obstante, en esta ocasión concreta me ha resultado excesivo. Teniendo en cuenta que otros cineastas ya han solucionado esto en el pasado (Tarantino en Malditos Bastardos, por ejemplo) sería de agradecer que películas posteriores no cometieran ese mismo error; en el cine habría que ir aprendiendo y avanzando.
Enlazando directamente con este párrafo, tenemos el hecho de que Jennifer Lawrence es americana y no rusa, al contrario de su personaje. Aunque por lo general ella hace un trabajo excelente (cosa que comentaré más adelante), hay momentos donde se nota demasiado su perfecta pronunciación del inglés y queda muy extraño, lo que puede mosquearnos a aquellos que estábamos metidos de lleno en la experiencia de la cinta.
Por ahora, todo lo que he mencionado han sido minucias que, a la larga, no hacen demasiado daño al conjunto. El principal problema que le veo a Red Sparrow es, en mi opinión, la carencia total de una conexión entre el espectador y los personajes.
Comprendo que gran parte de la esencia de la cinta reside en la incertidumbre que rodea a Dominika hasta el final (aspecto en el que voy a profundizar en breve), pero eso no quita que durante la extensa mayoría del metraje no haya empatía alguna por los individuos protagonistas, de manera que se deja completamente cojo el apartado emocional y, como resultado, la película puede sentirse vacía y fría numerosas veces. Los personajes secundarios, aunque no son 'terribles' ni mucho menos, tampoco ofrecen una psicología suficientemente desarrollada.
Esto, más algún que otro error de continuidad (algo así como: en una escena un personaje se está recuperando de una herida grave, pero justo en la siguiente se ha olvidado de ella y no vuelve a tener repercusión alguna en toda la película) son todos los fallos que me vinieron en la cabeza mientras la veía.
¿Y qué pasa con el resto de la película?
Que funciona a las mil maravillas.
Red Sparrow no es corta en absoluto (139 minutos) y aun así, no me aburrí ni un solo segundo. A pesar de carecer de una conexión con los personajes que nos incite a apoyarlos, su guión lo compensa de sobra con una atmósfera y una trama sumamente interesantes, constantes desafíos para el espectador que lo fuerzan a estar más atento y una serie de tópicos muy bien abordados que, al igual que el argumento, rezuman interés por los cuatro costados.
La película juega con la mente del espectador aprovechando la incertidumbre generada por el personaje principal. Ella es totalmente impredecible y sus motivos u objetivos nunca están claros, algo que daña (solo un poco) los primeros 40-45 minutos de metraje, pero que después se convierte en uno de sus aciertos mejor llevados, pues se utiliza exitosamente para crear una sensación de misterio omnipresente que me enganchó sin remedio.
Los giros están bien planteados y resueltos, siendo muchos de ellos una gratificante sorpresa que no me vi venir en ningún momento.
Jennifer Lawrence imprime estos matices de una forma magistral en su interpretación. La chica te puede caer peor o mejor en la vida real, ahora bien, delante de la pantalla no se puede negar que es una fiera. En Red Sparrow se funde al completo con su personaje, de manera que cuando la ves no piensas "oh, ella es Katniss Everdeen" o "mira, es Jennifer haciendo de rusa", no: consigue que olvides su trayectoria y la veas, simplemente, como Dominika. Eso tiene mucho mérito.
Como ya he mencionado, la trama está llevada con gran talento y logra mantener despierto al espectador sin necesidad de un ritmo dinámico. La dirección es muy efectiva y transmite a la perfección la tensión o el suspense cuando lo necesita, pero donde sobresale es en infundir una sensación desagradable e incómoda en ciertas escenas (ayudada en gran medida por el guión). La violencia es típica a lo largo de la cinta, y está rodada con precisión. Gracias a las implicaciones del argumento, la puesta en escena sobria y realista, y la dedicación definitiva de la actriz principal a las escenas (algo de lo que la industria cinematográfica no puede presumir actualmente) el resultado es sobrecogedor.
Red Sparrow no teme a la hora de tocar temas sensibles o polémicos; su triunfo se debe a que los toca con sumo respeto y neutralidad. En ningún momento realza los horribles valores que son instruidos a los protagonistas, si no que se limita a mostrarlos para que tú misma o mismo juzgues.
Las partes más interesantes vienen cuando se aplican o aprenden distintas tácticas mentales: cómo utilizar el cuerpo como un "arma" psicológica, cómo engañar y manipular aprovechando la sexualidad y más. Me hallé realmente 'seducido' por cada segmento en el que se mostraban situaciones de esta índole; lo mejor (o peor, depende de cómo se mire) es que esto ha sido cierto en el espionaje real (y posiblemente lo siga siendo), lo cual aporta cierto grado de verosimilitud, que a su vez nos deja considerablemente más impactados a los espectadores.
En fin, podría seguir escribiendo, pero creo que sería marear la perdiz. Recomiendo encarecidamente el visionado de Red Sparrow a todas aquellas personas que no sean excesivamente sensibles ante la violencia gráfica y quieran disfrutar de una buena película de espionaje o, a lo sumo, de una buena película en general.
7,5/10.
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