La cantidad de sensaciones que nos ofrece en episodios de apenas 22 minutos no es algo que tú simplemente puedas expresar. ¿Comedia negra? ¿Humor absurdo? ¿Ciencia-ficción? ¿Temas cotidianos? ¿Filosofía? Muchas de sus virtudes pueden parecer en un principio contradictorias, pero los guionistas las conjuntan de manera magistral, creando una amalgama con un estilo muy propio y fuera de lo normal, fácil de reconocer, pero indescriptible.
No te dejes llevar por su descripción: "Comedia animada que narra las aventuras de un científico loco, Rick Sánchez, que regresa después de 20 años para vivir con su hija, su marido y sus nietos, Morty y Summer". No tiene nada que ver, olvídalo completamente. "Rick y Morty" no trata algo ya repetido hasta la saciedad como el científico loco de turno haciendo imbecilidades sin coherencia. "Rick y Morty" es un viaje descabellado que va más allá, mucho más. Trata conceptos inexplorados anteriormente por la ciencia-ficción (o al menos, explorados con poquísima frecuencia) renovando el género para crear una nueva rama del mismo, ofreciéndonos miles de cosas en las que pensar, al mismo tiempo que resulta muy divertida, gamberra, e incluso tierna a veces. Lo más importante, sin embargo, es que no hay ninguna clase de limitación creativa. Los guionistas van a hacer lo que quieran, y cuando quieran, creando así una polémica bien justificada en base a que nada va a ser sagrado y todos los cimientos del pensamiento actual van a ser duramente golpeados.
Si vas a empezar esta serie, cuanto menos sepas, mejor. La crítica estará exenta de spoilers; no obstante, luego en la parte de abajo sí comentaré todos esos detalles del argumento para todos aquellos que la hayamos visto, porque lo merece.
Cada capítulo nos ofrece una nueva aventura interdimensional totalmente independiente. Salvo en contadas ocasiones, puedes ver uno cualquiera al azar y entenderlo perfectamente. Aun así, para los que seguimos el orden, ofrece un sinfín de detalles elaborados que enriquecen el visionado; y además conectan los episodios entre sí, de manera que no parezca que estemos viendo solo escenas aleatorias, habiendo pues una más satisfactoria evolución de los personajes y la serie en general.
Aunque a simple vista estamos viendo un despropósito estúpido o carente de sentido, cuando uno lo piensa, se da cuenta de la inteligencia que desprende cada episodio. Me quedo corto a la hora de detallar la gran originalidad de los mismos. Todas y cada una de las ideas son extremadamente ingeniosas, pudiendo dar juego para películas enteras y hasta subgéneros. Estoy seguro de que esta serie va a condicionar en gran medida la ciencia-ficción a partir de ahora. Tiene todos los requisitos para convertirse en una revolución.
Dentro de todo este caos es fiel a sus propias reglas, encontrando soluciones disparatadas e inesperadas que, por lo menos a mí, me produjeron grandes cacaos mentales. Los giros del argumento están siempre construidos con brillantez y en ocasiones son tan bestiales que hacen parecer al Sexto Sentido como un bebé amateur. Lo mejor: no resulta un rollo plasta difícil de tragarse, ¡es un pozo de diversión! A parte de originalidad infinita, las situaciones desprenden dosis de humor sin ninguna vergüenza, soltando burradas y obscenidades (mierdas, pollas, cojones) en todo momento, capaces de provocar fallos respiratorios por la risa. Obviamente, es una gamberrada, una gran parodia del mundo del cine, una sátira gigante de nuestro mundo, y no tienen reparo en demostrarlo. Vemos culos, gilipolleces, pedos, eructos, sangre y destrucción aparentemente gratuitas; no obstante eso es una "fachada", una carcasa en la que se quedarán los espectadores que no vayan más allá. En un análisis profundo, Rick y Morty gira en torno a unas lecciones bastante interesantes de filosofía nihilista. Va por ahí dando patadas a muchos otros productos que utilizan pseudo-filosofías baratas, plantando en nuestra mente de manera sutil (o quizás no tanto) ideas muy interesantes, como la carencia de sentido en la existencia, lo estúpido que resulta buscarlo, y lo poco o nada que importa todo aquello a lo que le damos "importancia" en nuestra ignorancia sobre la realidad. La serie se ríe de todo lo relacionado con el comportamiento humano, ridiculizando este hasta el punto más bajo. La única opción ante esto, según nos muestra por ahora, es aceptarlo y comportarnos como nos dé la gana, al más puro estilo Rick.
Gracias a la adición de las groserías, esta serie consigue lo que muchísimas han intentado y nunca han podido: hacer pensar al espectador sin sacrificar entretenimiento y sin que resulte forzado.
¿Es esto de verdad una comedia? ¿O más bien la más cínica visión del universo?
Todo está calculado milimétricamente, cada imagen, cada diálogo (que son, por cierto, bestiales). La música para las escenas es elegida de tal manera que parece que fue hecha expresamente para la serie.
Los diseños y dibujos son simples pero geniales, hay tanto monstruos imbéciles y asquerosos hasta los más complejos e inéditos alienígenas, física y psicológicamente; y cómo olvidar a los humanos (las pupilas con forma de asterisco me tienen embelesado). Exceptuando a Rick, el resto de personajes no tienen ninguna clase de carisma, son más bien tipos y tipas corrientes con pequeños detalles, lo que los convierte en un mejor reflejo de auténticas personas reales. Cada uno posee sus manías y peculiaridades y estas les distinguen entre sí; pero no brillan por ser grandes héroes o villanos, son simplemente personas. Todos están destinados, seguramente, a convertirse en íconos de la historia de la televisión. Para mí, de hecho, ya lo son. ¿Mi favorito? Imposible elegir.
Y lo que termina de establecer la genialidad de los guionistas, son la ingente cantidad de referencias que dejan. No faltan en ningún momento los homenajes a películas clásicas; e incluso guiños a sus propios capítulos anteriores, que como ya he dicho, añaden esa sensación de continuidad.
Cuando un capítulo es bueno, es una obra de arte; desgraciadamente, no siempre ese nivel se mantiene. Hay perdidos ciertos capítulos irregulares, que son grotescos y estúpidos sin aportar mucho, quedando como gilipolleces sin sentido.
Este sería el único problema actual, que por ahora no daña de manera irreversible al resultado final, ya que esos episodios son olvidados rápidamente gracias a los magistrales que les siguen. Podría ser un problema grave de cara al futuro, si la serie comenzara a desviarse y perder su habilidad de crear coherencia en la aparente confusión, dejando solo tonterías y violencia sin trasfondo. Ese caso sería algo parecido a lo que le ocurrió a los Simpson (cuyas primeras temporadas son lo mejor a lo que la animación americana ha pasado nunca; ahora junto a Rick y Morty).
Pero no nos centremos en las posibilidades que el futuro nos aguarda. Actualmente, Rick y Morty es una obra de arte, una delicia que todo el mundo puede ver y comprender, un soplo de aire fresco en la ciencia-ficción, una experiencia deliciosa, que me ha producido en su visionado una grata sensación la cual hacía tiempo no había tenido.
Una patada a tus sentidos. Una explosión de imaginación maleducada. Un show serio o cómico depende de cómo quieras interpretarlo. Un 10/10.
ZONA SPOILER
En este espacio me gustaría mencionar aquellos episodios/momentos que me han parecido una absoluta genialidad.
Evidentemente, el 3x01 (The Rickshank Rickdemption), a pesar de que aún no sepamos si fue una simple broma o no, representa toda la brillantez de la serie en sus 22 minutos. Genialidad, ingenio, entretenimiento impagable y sorpresas que nos dejan con la boca abierta. En el top 3 como mínimo.
El episodio previo, 2x10 (The Wedding Squanchers), otra maravilla, he de mencionar al Squanch gigante, una pasada; y el más impresionante cliffhanger de todo Rick y Morty. "Por todo".
El 2x06 (The Ricks Must Be Crazy) es uno de los mejores con diferencia. No solo su planteamiento (un universo creado únicamente para dar energía a una puta batería que evoluciona ya que al fin y al cabo sigue siendo vida inteligente), desarrollo y momentos insuperables que nos ofrece (la pelea final entre Rick y el tipo alienígena cuyo nombre no recuerdo, o todos los viajes a universos cada vez más pequeños); también por esas ideas que nos planta en la cabeza tan interesantes (vuestra existencia es una mentira). Sin lugar a duda uno de las más originales y locos proyectos de toda la serie.
Por cierto, los habitantes del primer universo de bolsillo parecen pollas; y los del segundo, parecen esperma. Además, qué irónico es el hecho de que Rick, quien tuvo la idea original de crear universos, sea el que la usa para la función más pedorra, egoísta y absurda. Es sublime.
Total Rickall, el 2x04, es otro de mis favoritos. Unos parásitos que llegan y te hacen pensar que han estado ahí toda la vida, y has de matarlos entre el mar de confusión y dudas. ¡Qué carcajadas más gratificantes me eché con este! No solo es (como siempre) ingenioso e hilarante, además también tiene escenas de acción sublimes; y atentos a ese final, por favor. El señor Ojetesucio se presenta en todo momento como uno de los parásitos. ¡Pero no lo es! ¿Qué demonios? Y es que si te das cuenta, hasta sale en el opening del episodio. Los detalles, cuidadísimos.
Auto Erotic Assimilation es un poderoso capítulo porque nos muestra que incluso Rick tiene una parte sentimental por la que puede ser hundido, él no está bien, pero nadie se da cuenta; y esa última escena es una perfecta representación.
Mortynight Run: a pesar de que este episodio sea maravilloso y puro arte, me limitaré a decir: Goodbye, moonmen.
A Rickle in Time, el 2x01, puede ser un dolor de cabeza para los poco preparados. Para mí fue genial, porque a parte de ser ingenioso (la pantalla divida en 800 posibilidades es tremenda), demuestra que meterse con el tiempo es más difícil de lo que parece en la ciencia-ficción común y además, tiene una de las escenas más poderosas de la serie: en la que Rick salva a Morty, a cambio de su propia vida.
El último de la primera, Ricksy Business. Entre muchas cosas, por Abradolf Lincler, uno de los mejores personajes de toda la serie, que ya es decir.
Muy probablemente mi episodio favorito (o al menos en el top 3), Close Rick-counters of the Rick Kind, el décimo de la primera. A parte de introducir el consejo de Ricks, y de los bestiales viajes a dimensiones de sofás pidiendo humanos para comer sentados en pizzas, es una de las más sutiles críticas a la religión que ha hecho Rick y Morty, la cual no es más que algo a lo que las personas se agarran cuando están al borde de la desesperación. Y por supuesto, tenemos el mejor final de capítulo, aquella escena que hizo que comenzara a considerar la serie como algo mucho más grande: el Morty malvado, un Morty que ha derrotado a todos los Ricks y ha dado lugar a miles de teorías.
Rixty Minutes (1x08) es uno de los más divertidos, descabellados y sorprendentemente profundos. Obras maestras insuperables del humor absurdo como DOS HERMANOS o Piernas Bebé o la señora Sullivan, Gazorpazorfield, los TOCAPELOTAS, los individuos Hamster-Culo, Real Fake Doors, Hormigas en los Ojos Johnson, Misterios Rápidos... en serio, tío, ¿la imaginación de estos tíos es infinita? Ah, y la escena de la reflexión de Morty, o la escena en la que Jerry y Beth se dan cuenta de que pase lo que pase siempre se reencuentran, insuperable. Quizás mi episodio favorito hasta ahora.
Rick Potion #9 ejemplifica en gran medida las características principales del show: es ilógico pero demasiado lógico, es desvergonzado, y es ante todo, irónico y sorprendente. Ese final enterrando sus propios cuerpos con esa inmensa música no tiene precio, una escena que al fin estableció en mi mente a Rick y Morty como algo que deja huella.
Meeseeks and Destroy es una sencilla genialidad, no solo por la hilarante situación de estos personajes azules; la aventura de Morty y su disparatado pero crítico final, son una muestra de cómo, dentro del humor, los creadores son capaces de introducir temas muy serios de forma realista (una violación), y aun así, reirse de los mismos.
Lawnmower Dog es una follada mental, y como me he quedado sin adjetivos grandilocuentes para decir lo buenos que son los capítulos, me remito a lo más simple: es perfecto. Grande Terry el que Aterra.
Casi todos los demás capítulos siguen un patrón irreprochable siendo entretenidos e ingeniosos, por lo que merece la pena ver todos. Ahora bien, estos mencionados, son los dignos de ser calificados como puras obras de arte.
¡Un saludo!
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