Estamos hablando de palabras mayores: según IMDb, la mejor película de la historia, con una puntuación desorbitada de 9,3. Lo siento fans de "El Padrino", pero probablemente sea muy cierto.
Sí entraría en los primeros puestos de mi lista, pero no es mi película favorita. Y aun así, estoy completamente de acuerdo con su puesto según IMDb. Es más, lo apoyo. Porque si me dices que Cadena Perpetua es tu película favorita, inmediatamente pensaré que tienes gran criterio.
Hablar de Cadena Perpetua es hablar de belleza.
Esta vez no quiero ponerme pesado (más de lo normal) con apartados técnicos ni cosas por el estilo. Que si el guión es uno de los mejores jamás escritos; que si Morgan Freeman hace una de las actuaciones más redondas de la historia del cine junto con Tim Robbins, desprendiendo ambos una química perfecta; que si la fotografía es perfecta; que si la dirección es majestuosa; que si la banda sonora es inigualable...
Simplemente, si no la has visto, hazlo ya, y comprobarás de primera mano lo que yo acabo de resumir. Nada como una lección de cine en primera persona para comprender. Aquellos que la han visto, saben de lo que hablo. Y saben que esos adjetivos tan pomposos como "perfecta" o "sublime" y un largo etc (generalmente usados de forma aleatoria por personas sin la más mínima idea) tienen más sentido en este filme que casi nunca antes.
Esta es una historia que lo tiene todo. Sin embargo, el tema principal gira al rededor de los lazos que establecemos las personas. Ya sea con otras personas (Red y Andy), o con conceptos (la institucionalización de Red o Brooks con la cárcel). Es una historia sobre una amistad lenta, que se forja poco a poco con el paso de décadas. No hay necesidad de forzarla ni de explicarla con diálogos, simplemente surge, y nosotros lo entendemos perfectamente.
También es una historia de esperanza, de ironía en su estado máximo, injusticia y represión.
Al verla exploramos infinitas sensaciones. Y lo que da la pincelada final, es la belleza. La belleza no como algo físico, o algo perceptible por los sentidos, no es una simple imagen bella o algo por el estilo.
Es la belleza que hay implícita en un abrazo. La belleza que hay en sentirse libre, con tus colegas; en escuchar una pieza de hermosa música clásica. La belleza de un conjunto perfecto; planeado desde el más mínimo detalle. No hay fallos, no los busques. Desde el principio se construye con delicadeza un puzzle, que al final, pone una última pieza y es ahí cuando te das cuenta que las demás piezas no fueron puestas al azar. Te das cuenta de que esa, era la única manera que había, para que el puzzle no se cayera. Todo acaba donde debe acabar de manera satisfactoria sin resultar artificial.
Ningún segundo de sus 2 horas y 20 minutos de duración resulta pesado. Los últimos momentos, en los cuales estás rezando porque la peli siga y no se termine, muy probablemente ofrecen una de las escenas con más magia jamás rodadas. El final se encuentra entre mis favoritos de toda la vida.
Es que en general tiene tantas escenas memorables que podría comenzar, y acabaría contando la película en su totalidad.
Y mira que odio usar las metáforas. Más que nada, porque no me gusta leerlas (no me suelo enterar de lo que quieren decir, estoy alelado). Pero cuando has sentido la belleza en estado puro, simplemente te viene la inspiración.
Si tuviéramos que meter Cadena Perpetua en una única categoría, sería sin duda la de "película que todo el mundo tiene que ver, sí o sí". Recomendable para niños y adultos. Para hombres y mujeres. Recomendable para ver con amigos, o para verla solo. Recomendable si estás triste. Recomendable si estás alegre. Es una película que me resulta muy difícil pensar que no le guste a alguien.
"Todo se reduce a una simple elección. Empeñarse en vivir, o empeñarse en morir"
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