sábado, 3 de septiembre de 2016

Whiplash. Mi opinión.

No una película innovadora. No nos cuenta una historia inédita. No hay ningún giro del argumento tan inesperado o estúpido que cambie por completo la trayectoria, ni planos secuencia imposibles.
Es una película simple. Y por eso, es una formidable obra de arte. Esto es cine puro.

Sin duda capta la esencia del cine antiguo. Aquel que, sin necesidad de nada espectacular, con un argumento sencillo y unos pocos personajes, se valía de sobra para emocionar al espectador. Es un mérito sin precedentes, y también un indicador de que es cine en estado de gracia. Estamos ante unos de esos filmes que ya no se hacen, que te recuerda lo buenas que eran las películas del siglo anterior, sobre todo teniendo en cuenta los pocos medios con los que contaban.

No soy un experto en jazz, me temo que no hablaré sobre la rigurosidad musical como algunos han hecho. Me limito a exponer sus virtudes y defectos respecto a sus propias normas impuestas.

Andrew Neiman es un joven cuyo sueño es ser un gran baterista de jazz. Terence Fletcher le ofrece un puesto en su conjunto de jazz, pero sus métodos de enseñanza ponen al chico al límite. Ya está, eso es todo. Sin embargo, quedas atrapado por la historia desde el principio. Quieres saber qué ocurrirá con Neiman, por qué Fletcher es tan cruel, ¿es realmente necesario? Sumidos en el mundo de Whiplash, juzgaremos cada paso de los personajes y seremos uno más con el protagonista. La tensión no es recreada a partir de la acción sino desde el estrés y la incertidumbre; se construye de forma impecable. Máxima atención, ojos como platos, adrenalina. Cabe decir que en ningún momento se hace pesada o aburrida, sientes cada segundo en tu pecho. En cierto modo, podríamos decir que es una película difícil de ver por el agobio que causa. No obstante es esa sensación la que, tras terminar el filme, echo de menos. El director realiza un trabajo excepcional, sacando a flote nuestros sentimientos incluso con situaciones cotidianas que contienen decisiones difíciles; pero consigue algo más que eso, llega a momentos de máximo esplendor cuando, sin necesidad de palabra alguna, transcurren los hechos y nosotros contemplamos atónitos.

La película también se sostiene por el increíble trabajo de sus actores: Milles Teller y J. K. Simmons lo bordan, ponen toda la carne en el asador en cada escena, es un orgasmo visual verlos en acción. En cuanto a Teller, no pensaba que este hombre pudiera alcanzar un nivel tan alto, producto de mi falta de información sobre él; en el caso de Simmons, se consolida como un monstruo de la actuación, que gracias a su recreación de Fletcher barre el suelo con la cara de casi cualquier otro actor en los últimos años. No pienso, sinceramente, que sea un tipo que grita y nada más. Hay mucho más en su personaje a parte de las escenas donde demuestra su rabia.

Los dos personajes principales están muy bien construidos por el guión. Cada acción realizada, cada escena que va aconteciendo, cuentan. No tiene apenas secundarios; pero no es un detalle que importe en lo más mínimo. Es una historia personal, no pretende abordar las vidas de muchos individuos; solo de los dos protagonistas. Aun así, no hay ni una persona que salga que no aporte una pieza importante del puzzle que termine esta obra de arte.

La fotografía e iluminación benefician considerablemente al producto en mi opinión, creando una atmósfera más sobria con colores templados, excelente. El montaje es sublime. Eres, continuamente, bombardeado por imágenes colocadas con precisión suiza, pero que no resultan innecesarias ni cargantes.

Podría continuar alabándola pero no quiero ponerme pesado.
Es una pena que no pueda hablar más sobre ella, ya que serían spoilers.
Si no la has visto ya, ve a verla, así de simple. ¿A qué esperar? Probablemente te espera una de las experiencias más enriquecedoras de tu vida.

Se queda con un 9 y medio a las puertas del 10, pero el cuerpo me pide algo más.
9,5 / 10.
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Qué coño, un 10. Es una de las mejores películas de la historia, sin discusión.
La mejor película del 2014. Sí, mejor que Interstellar.




SPOILER





El final es sublime.
Fletcher solo quería poner al límite a Neiman porque pensaba que era la única manera de conseguir sacar el máximo de su potencial. Y vaya si lo consiguió.

"I never had a Charlie Parker", se quejaba.

Diseñando su retorcido plan para vengarse de Neiman, llegó a ese punto.

Recuerdo lo que sentí cuando escuché que decía "Upswinging" en vez de "Whiplash". Qué mal lo pasé. Neiman lo pasó peor. Cuando sale, decepcionado, todos pensamos: "Vaya pedazo de hijo de puta, se ha salido con la suya". Yo sufrí al verle abrazando a su familia, los cuales sabían que había sido engañado. Sin embargo, segundos después, él cambia de idea. Vuelve al escenario, en contra de todo pronóstico, y hace el mejor puto solo de batería que yo haya visto en una película.
15 minutos de puro arte. No se habla, pero no hace falta: la acción continúa su imparable rumbo. Con simples miradas y planos, sabemos qué piensa cada uno. La tensión llega a un punto culminante en el que el calvo, se ha dado cuenta. Ahí tiene a su Charlie Parker. Neiman lo ha hecho: ahora, es grande.
Como ya he dicho, un final perfecto.
15 de los mejores minutos que he pasado en mi vida. Magia.

                                         

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