sábado, 30 de junio de 2018

Reseña "Spotlight", o cómo la ausencia de "alma" puede perjudicar a una película

¿Qué opino acerca de Spotlight, la ganadora del premio a mejor película en la ceremonia de los Oscar de 2016? Muchos hicieron visible su decepción ante tal hecho, asegurando que The Revenant (El Renacido), Room (La Habitación), o quizás Mad max: Fury Road deberían haber obtenido la victoria.
En mi opinión, 2015 no ha sido uno de los mejores años en cuanto a cine; ahora bien, eso no quita que durante el mismo se haya proyectado alguna que otra buena película. Spotlight es una de ellas, pero... ¿tanto como para ser contendiente a los premios de la academia? ... y no.

No quiero enrollarme con una cinta salida hace 3 años de la cual ya se habrá dicho todo, así que intentaré ser breve.

Spotlight tiene numerosos apartados que la hacen merecedora de halagos.
Entre ellos se encuentra, en mi opinión, un guión sólido con grandes diálogos en buenas conversaciones, bien estructurado, bien hilado, satisfactorio en su desenlace y su mensaje (necesario hoy en día), de gran ambientación, coherente, realista y complejo por sus implicaciones, pero desarrollado de una forma sumamente simple que lo hace fácil de seguir.
En mi visionado, pocas cosas me chirriaron y pocos detalles me sacaron de contexto (me aventuraría a decir, de hecho, que casi ninguno).

El director logra un ritmo consistente para que el film no aburra en ningún momento (al menos, a mí no me pasó). Las escenas, en su mayoría, están rodadas de una forma sutil y elegante.

Los actores y actrices se sienten como peces en el agua. Hasta los extras con menor tiempo en la película hacen un trabajo fenomenal (incluso hay ocasiones en las que estos se comen la pantalla). Destacar a alguno de entre todos sería absurdo: todos hacen un trabajo que, si bien no representa la cúspide en la interpretación cinematográfica, sí que se siente natural y creíble.


Entonces... ¿cuál es el problema?
Podría tirarme un buen rato escribiendo sobre los puntos positivos de Spotlight, pero creo que con lo anterior se capta bien la idea que quiero transmitir: es una buena película. No me gustaría centrarme en lo que Spotlight tiene, sino de lo que Spotlight carece. ¿Qué es aquello que la hace incapaz de ser una obra maestra a mis ojos?

Seguro que ya habréis leído algo esto en alguna de mis críticas anteriores, no obstante, veo indispensable repetirlo todas las veces que haga falta: una obra (película, serie de televisión, libro, cómic o lo que sea) puede poseer todos los elementos que he enumerado, y aun así, ser incapaz de transmitir correctamente las emociones que desea en el espectador.
Yo lo veo de la siguiente manera: el apartado puramente técnico no lo es todo, sin embargo, es aquello a lo que más importancia se le está dando en estos días, cosa que no comparto. La dirección bien podrá ser impecable, los actores podrán interpretar a la perfección a su personaje, o el guión podrá tratar un tema polémico de la forma más correcta que haya... pero es posible que a la película le siga faltando lo más importante: el espíritu, el alma.
Tranquilos, soy ateo y no creo en rollos místicos: este "alma" de la que hablo es algo completamente objetivo, y es justo eso lo que quiero analizar aquí y ahora:

Primero y principal, los periodistas que conforman el grupo Spotlight son demasiado planos como personajes. Apenas conocemos nada de ellos, de sus opiniones ni del por qué de las mismas; de dónde son, o por qué hacen lo que hacen. En vez de sentirlos como personas reales, se sienten más como meros narradores de la historia, carentes de profundidad y totalmente ajenos a los hechos, cuyo único objetivo es hacer avanzar la cinta hasta su final. El espectador es incapaz de conectar con ellos y cuando estos dejan salir sus sentimientos a flote no nos colocamos en su lugar; es más bien una sensación en la cual predomina la indiferencia.
El enfoque del filme se torna distante, de manera que la experiencia es una línea con apenas picos emocionales. Tiene más similitudes con un documental que con una película (porque no ofrece mucho más fuera de contarnos los hechos puramente objetivos), lo que le perjudica al adoptar un tono (casi) exclusivamente informativo y totalmente alejado de la empatía por nuestra parte. Irónicamente, los momentos en los que la película destaca, aquellos que sí logran llegar al espectador y transmitirle sentimientos para que le importe lo que ocurre, son cuando las víctimas de los abusos sexuales cuentan sus historias. Se crea un nudo en el estómago debido a la crudeza, la impotencia, la frustración, la injusticia y obviamente la tristeza, porque hay una conexión entre nosotros y el personaje.
Es una lástima, ya que por lo demás, la elegante dirección acaba resultando fría. A pesar del tema tan prometedor que trata, no es capaz de conmover o impactar (en gran medida) al público (y si lo ha conseguido, ha sido por la sensibilidad del tópico abordado).
Ver Spotlight es como montar una montaña rusa que da a un paisaje muy bonito y cuyo carro es precioso, pero que en el trayecto, tiene muy pocas subidas.
...
Sí, sé que es una de las metáforas más extrañas que he hecho últimamente. Aun así, espero que lo hayáis entendido.


Para mí, la palabra que mejor define Spotlight es: sólida. No veo posible negar que está bien hecha, es entretenida y ha cumplido la meta propuesta a las mil maravillas; aun así, su incapacidad de mover lo suficiente algo en mi interior o de que yo encuentre una sola característica mínimamente destacable que me permita recordarla después de los años que están por venir... hace que, desafortunadamente, no esté a la altura del sobresaliente.

7.75/10

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