Ha llegado. Más concretamente, llegó hace unos meses. El fenómeno mundial que todos los aficionados a las series de televisión esperan, más aun desde los importantísimos eventos que quedaron sin resolver en la quinta temporada. ¿Ha cumplido las expectativas? Lo siento, pero no.
Y es que, en la mayoría de los casos, cuanto más esperas de algo, más duro es si te decepciona. Si vas a ver algún producto, el cual sabes de antemano que es una mierda, puede que hasta te sorprenda al no ser tan malo como predecías y salgas contento. No es el caso.
Nos vendieron el oro y el moro con esta temporada, que si "va a ser igual que la cuarta", que si "tendrá los momentos más espectaculares de la televisión"...
En cierta parte, es culpa mía. Por cabrearme cuando no me ofrecen lo esperado. Aunque siendo sinceros, la culpa también es suya, por no estar a la altura de lo que prometen una y otra vez.
Ocurren eventos de suma importancia. Evitaré el spoiler en la crítica principal y, más abajo, comentaré mi opinión sobre los importantes eventos ya mencionados.
Vamos allá.
En relación con mis pensamientos del año anterior: sí, resuelven todos los problemas planteados en el último capítulo de la quinta, Mother's Mercy. Y tiene mérito que lo hayan conseguido en la misma temporada y que además haya tiempo como para añadir más situaciones. El problema, en mi opinión, es que la resolución, en ciertos casos, ha dejado mucho que desear.
Observamos cómo, tras varios años evitando ser una serie del montón, dándonos espectáculo, coherencia, crudeza y giros totalmente impredecibles, cae en el pozo.
Me ha asustado cómo, salvo ciertos detalles, conforme la iba viendo me sentía capaz de predecir cómo iba a acabar la situación. Aunque la resolución fuera 5 capítulos más adelante, yo tenía razón.
Aquello que hacía de Game of Thrones tan exquisita era esa sensación de "¿qué demonios va a pasar ahora?". Nada de eso ahora. Ya, se tira del Deux Ex Machina, de algunos clichés muy vistos pero que dejan satisfechos a la gran mayoría del público. No a mí.
Observamos cómo, tras varios años evitando ser una serie del montón, dándonos espectáculo, coherencia, crudeza y giros totalmente impredecibles, cae en el pozo.
Me ha asustado cómo, salvo ciertos detalles, conforme la iba viendo me sentía capaz de predecir cómo iba a acabar la situación. Aunque la resolución fuera 5 capítulos más adelante, yo tenía razón.
Aquello que hacía de Game of Thrones tan exquisita era esa sensación de "¿qué demonios va a pasar ahora?". Nada de eso ahora. Ya, se tira del Deux Ex Machina, de algunos clichés muy vistos pero que dejan satisfechos a la gran mayoría del público. No a mí.
La trama de Tyrion, si dejó de atraerme en la anterior temporada, en esta ya la doy por perdida. Recordemos quién es él: uno de los personajes más inteligentes de la serie, con gran elocuencia, sabiduría. En otras palabras, admirable.
Ahora se limita a ser un señor que no sabe qué hacer, contando chistes malos en situaciones que provocan cierto grado de vergüenza. Yo echo de menos aquel Tyrion que siempre estaba en peligro pero se las arreglaba para sobrevivir poniendo toda la carne en el asador. No hay conversaciones magistrales, ni diálogos punzantes, ni frases para la historia. De hecho, su historia se ha visto reducida hasta tal punto que hay capítulos en los que ni sale. A mí, su trama no me suscitó ningún interés.
Arya ha pasado de ser una de las mejores tramas a, posiblemente, la más aburrida. Incluso han cogido al personaje de Jaqen H'Ghar, uno de los más misteriosos pero impresionantes tipos de poniente, y se lo cargan (metafóricamente). Ya no admiro a Jaqen, de hecho, estoy deseando que se vaya de una vez.
Daenerys era un buen personaje, pero están abusando de su poder de influencia, repitiendo las mismas técnicas realizadas en situaciones previas y está empezando a quedar repetitivo.
La única trama que queda impune es la del Norte, introduciendo a los salvajes, la Night's Watch, lo relacionado a Stannis (destaco a Davos) y los temibles Bolton, ahora villanos principales de la serie.
Evidentemente, no puedo hablar de ella sin desvelar muchas escenas clave del argumento, así que dejaré mis opiniones para el final y me limitaré a declarar ciertos puntos.
En esta parte del argumento los personajes protagonistas se enfrentarán a Ramsay, un villano que provoca un sin fin de adversidades. Me sentí en todo momento muy interesado, totalmente atraído y enamorado por esta trama. Tensión, batallas, momentos inesperados y crudos que hacen a Game of Thrones lo que es.
Muchos personajes hasta ahora más secundarios toman importancia, como Davos o Tormund, el gigante Wun Wun; individuos a los que adoro cada vez más.
Sansa nos deleita con una evolución bien diseñada, lo cual captó mi interés, convirtiéndose en alguien digna de admiración, o temor. Quizás ha sido muy influenciada en su estancia con los Bolton...
De nuevo regresa Brandon Stark, el "perdido" de la quinta temporada. Gracias a él, todo comenzará a tomar sentido. Una trama interesante que se lleva uno de los mejores momentos de la temporada.
Y por último queda King's Landing, donde Cersei y Jaimie están contra la espada y la pared, y parecen no tener escapatoria. Mejora drásticamente al final, dando un absoluto giro de tuerca que no dejará a nadie indiferente. Margaery demuestra ser un excelente personaje además de una brillante mujer y el High Sparrow no cambia, sigue siendo un fanático que a todos nos saca de quicio.
Me alegro que la trama de Dorne haya sido reducida al mínimo al no aportar nada; a parte, esta temporada es con seguridad, la cual en la que más gente regresa. Así que, estad atentos.
Tras todo lo dicho, se saca en claro que es únicamente el guión lo que flaquea. Las actuaciones siguen siendo de lujo, disfrutamos de los de siempre y de nuevas adquisiciones espectaculares, hasta el más insignificante personaje está muy bien cuidado e interpretado; la escenografía, brindándonos planos y secuencias magistrales, sobre todo en el noveno episodio, en ese campo de batalla frío, oscuro, nublado, agrio, en el que solo hay cabida para la muerte.
Las coreografías se han recuperado y ahora alcanzan altos niveles, como ocurrió en la 4º temporada.
Tras todo lo dicho, se saca en claro que es únicamente el guión lo que flaquea. Las actuaciones siguen siendo de lujo, disfrutamos de los de siempre y de nuevas adquisiciones espectaculares, hasta el más insignificante personaje está muy bien cuidado e interpretado; la escenografía, brindándonos planos y secuencias magistrales, sobre todo en el noveno episodio, en ese campo de batalla frío, oscuro, nublado, agrio, en el que solo hay cabida para la muerte.
Las coreografías se han recuperado y ahora alcanzan altos niveles, como ocurrió en la 4º temporada.
Puede parecer que haya odiado Game of Thrones este año, siendo eso un error. Sigue un buen show y nos ofrece capitulazos. ¿Problema? Está bajando, cada vez más, la calidad. Llegó a un punto máximo y aún no ha sabido reponerse.
La sensación que tenía al ver los capítulos de las primeras temporadas, ha desaparecido. Era esa sensación que para mí, situaba unas series sobre otras.
La sensación que tenía al ver los capítulos de las primeras temporadas, ha desaparecido. Era esa sensación que para mí, situaba unas series sobre otras.
Aun así, el 6x05, 6x09 y 6x10, brutales. Esa sensación se recupera parcialmente en ellos.
Un 7,75 / 10 para la sexta y espero un subidón el año que viene, para tragarme mis palabras.
Para aquellos que ya la hayan visto, sé que os gustará esto:
Para aquellos que ya la hayan visto, sé que os gustará esto:
SPOILER BRUTAL / DESTRIPAMIENTO DEL ARGUMENTO
Gracias a dios, a pesar de que Jon Snow muriera anteriormente, ha sido revivido por Melissandre y nos ofrece los mejores momentos de esta sexta temporada, en su apoteósico noveno capítulo. Si no fuera por él, Game of Thrones se iría a tomar viento. Odio a Ramsay, pero alabo a Iwan, enorme actor, de lo mejorcito de la actualidad. La serie perderá mucho con su marcha, y dudo mucho que consigan crear un villano que supere a este, ni en violencia ni en personalidad. ¡Grande!
Además, mi personaje favorito, Sandor Clegane, TAMBIÉN HA VUELTO. Como supondréis, no quepo en mí de gozo. A pesar de que haya sido para cuatro escenas contadas, estoy muy feliz de que este grande esté de vuelta para repartir unas cuantas hostias, y comer unos cuantos pollos.
Con lo dicho, mis tres personajes favoritos, Tyrion, Sandor y Jon, están todos vivos y listos para dar guerra. Ansío una mejora en la calidad de sus tramas. ¡Bravo!
*ACTUALIZACIÓN (enero 2018): y es ahora, un par de años después, cuando me doy cuenta de que presencié el comienzo de la decadencia de GoT sin darme cuenta. La serie empezaba a traer de vuelta a los personajes sin motivo aparente y las sorpresas se acababan. Puede que en su momento me alegrara, no obstante ahora pienso lo siguiente: Jon Snow debería haber seguido muerto, al igual que Sandor Clegane. Sí, dos de mis favoritos, pero estaban muertos, PUNTO. Lo que debería haberse hecho es apechugar con los actos y seguir hacia delante.*
Me gustaría comentar el final: ese inigualable momento en el que Cersei se carga a medio Westeros y se proclama la reina de los Seven Kingdoms acompañada de una música preciosa, sublime.
Nada más que añadir.
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