sábado, 15 de abril de 2017

Reseña "Pluto" de Naoki Urasawa y teorías sobre el final

Naoki Urasawa lo ha vuelto a hacer.
Hoy, estoy triste, y alegre a la vez. Triste, porque he terminado la última "gran obra" de Urasawa que me quedaba por leer, Pluto. Alegre, porque ha sido, como era de esperar, una delicia absoluta.

Pero esta vez es diferente. Está basada en el manga Astroboy de Osamu Tezuka, por lo que no es una historia nueva producto de la mente de nuestro autor favorito, sino más bien, una obra homenaje del trabajo original, plagada de referencias.
No obstante, eso no significa que solo aquellos admiradores de Astroboy serán los únicos capaces de leer Pluto y disfrutarla en su totalidad. Naoki Urasawa hace gala de sus dotes como guionista y nos ofrece un cómic que todo el mundo puede leer, aunque no se conozca nada sobre la obra en la que se basa, como es mi caso. La pena es que no podremos captar todos los guiños que contenga, los cuales enriquecen la lectura. Aun así, adelanto que eso es un detalle minúsculo que, a rasgos generales, carece de relevancia.

Además, el enfoque es totalmente distinto. Mientras que en el original predomina (según tengo entendido) la acción; en Pluto se modifican aspectos, y nos relata un thriller policíaco de ciencia-ficción, misterio y suspense, la especialidad del autor. El personaje a través del cual vemos los hechos la mayor parte de la historia es Gesitch, un robot europeo que investiga una serie de asesinatos de robots y humanos los cuales, aparentemente, tienen una estrecha relación.


La ambientación es excelente, sublime. Abundan preciosas viñetas para describirnos este mundo futuro y tecnológico, y Urasawa se luce aún más si cabe con su dibujo en esta ocasión, una obra de arte total. En cada página hay hermosas imágenes de paisajes de ciencia-ficción, o de estructuras perfectamente diseñadas con tintes futuristas pero realistas al mismo tiempo; todo un deleite visual. 

Como buena obra de Urasawa que es, contiene una trama muy adulta con grandes dosis de política. No obstante, podría ser el cómic que cuenta con menos "estilo" de él, ya que se reduce el número de subtramas paralelas y saltos temporales en comparación con sus otros trabajos. Aun así, sigue siendo igual de compleja y se nos presenta inicialmente como un puzzle confuso, del cual faltan la mitad de las piezas. El misterio es imperante, los giros argumentales están a la orden del día, y nosotros somos enganchados.

Lo que me encanta de Urasawa, aquello que lo termina de posicionar en la cumbre para mí, es la caracterización de los personajes. Nadie está ahí porque sí, y todos los que aparezcan tendrán su historia, su identidad. Incluso si es un personaje el cual no va a durar y va a ser erradicado de la manera que sea, Naoki Urasawa te contará su historia y explorará sus pensamientos para que tú sufras en sus obras, para que sientas apego por los personajes que las forman, y para que sus idas realmente signifiquen algo. Es sencillamente admirable. Los robots y humanos tienen grandes personalidades, y yo me encariñé con todos ellos. Pero además, aprovecha la oportunidad para tocar uno de los temas más recurridos en la ciencia-ficción: la capacidad de la inteligencia artificial. ¿Qué es lo que diferencia a los robots de los humanos? ¿Las emociones? Entonces, ¿si un robot tiene sentimientos, es perfecto, es humano? ¿Y, quén dijo que ser humano fuera ser "perfecto"? 
Nos cuenta esta historia de robots más humanos que muchos humanos, que solo quieren vivir sus vidas en paz, pero deberán sufrir y luchar contra los prejuicios de personas sin humanidad por ello. No están de acuerdo con los cometidos que les envían, son llevados a lugares donde no quieren estar y obligados a hacer cosas que no quieren hacer.
Sin duda deja un mensaje muy profundo que da para mucha conversación.
Esta es uno de sus trabajos más preciosos, que más sentimientos transmite; es curioso, que sea sobre robots. Y es más curioso todavía que estos protagonistas cibernéticos demuestren sensaciones más "humanas" que el resto de los personajes, como ya he mencionado.
No sé si estos personajes ya eran así de complejos en el cómic original Astroboy; lo que sí sé, es que son de los mejores personajes que Urasawa jamás ha escrito, y eso es decir mucho, muchísimo.


Desgraciadamente, me duele decir que también tiene unos puntos más flojos; si bien palidecen ante la belleza del resto de la obra, entorpecen la lectura en puntuales momentos. Uno de ellos, que es más bien un capricho personal y no un fallo del manga, es su duración. Se hace corta, y no me dió tiempo a amarla tanto como he amado otras historias. 
Su punto negativo más pesado es la carencia de fluidez en el primer cuarto de la historia. No es algo realmente notable, pero si lo comparas con otros trabajos de Urasawa sí te das cuenta de un pequeño tramo confuso (sobre todo si no conoces nada del universo de Astroboy) en el que el interés se ve disminuido y la obra parece no parece conducir a ninguna parte.

Ahora bien, el clímax resuelve las incógnitas de manera magistral, ocurren los últimos giros que destrozan nuestra cabeza (en el buen sentido) y nos deja con grandes secuencias de acción al límite, algo no típico de Urasawa, pero necesario y bien realizado. La resolución es digna de la calidad de su obra, y el último sabor que nos deja es el de vacío, por abandonar una historia como esta.
Sin embargo no todo es resuelto, hay algunas cosas que nos deja en el aire para que pensemos y reflexionemos sobre su significado, cosas de las que hablaré en el spoiler de abajo.


En resumen: no es su mejor trabajo, pero sí es otra obra maestra con personajes que jamás voy a olvidar. 




ZONA
SPOILER





Aunque honestamente, creo que ha sido el trabajo de Urasawa que menos dudas puede suscitar, sí hay un par de enigmas muy interesantes, sobre todo en las últimas páginas, para que nos quebremos la cabeza un poco. No está mal pensar de vez en cuando.

Algunos se preguntan, ¿de qué sirve esa parte del final, en la que Gesitch adopta a ese robot como su hijo? El hermano de Adolf Haas lo asesinó. Y fue por eso, que Gesitch sucumbió al odio y lo despedazó. Para no meterse en problemas, los altos cargos le borraron la memoria, no obstante él y su esposa aún recordaban cosas sueltas.
Grande Urasawa.


Eso sí, la pregunta principal que voy a intentar resolver (ya que pienso que el resto quedó bien claro, en caso contrario, solo debéis de preguntar) es, ¿qué o quién coño es el osito de peluche; y qué tiene que ver con el robot asesino, Brau 1589?

Yo me quedé bastante confuso, pero tenía una pequeña idea. No obstante, cuando no estoy del todo seguro me gusta ir recolectando opiniones, para enriquecer mis teorías. Hay varias posibles opciones para el final de este manga, voy a exponer algunas de ellas:

- La teoría principal, es que el osito y lo que tiene atrás es una inteligencia artificial muy desarrollada, capaz de saltarse las normas, un súper-ordenador. Puede que, al principio, parezca que es él quien mueve los hilos de los asesinatos de los robots, pero más tarde nos damos cuenta de que no fue así. Él es el que controla al presidente de los Estados Unidos de Thracia, para que todo salga como él quiere, y se aprovecha de los planes de Abra.

El robot asesino, es también una gran inteligencia artificial, ya que no está limitado por ninguna norma. Puede ser que fuera diseñado para ser así, o que simplemente comprendiera demasiado y rompiera él solo sus límites. Lo que importa, es que puede sentir emociones. Su estancia con Gesitch y Atom, probablemente, le conmovió, y decidió vengarse. Quizás, el favor que le pidió Atom fue asesinar al osito.

Por cierto, nunca pensé que un puñetero oso de peluche pudiera dar tanto juego.

- Esta es una teoría muy interesante que he leído por ahí. Tiene muchas papeletas de no ser cierta, pero merece la pena compartirla, la encontré aquí: http://zonaforo.meristation.com/topic/1585662/
"No es Pluto quien acaba con Bora; es Brau 1589 el robot asesino quien lo hace, cuando mata al oso; y el oso es realmente Goji controlando a Bora".

Similitudes con el cómic original
Sinceramente: Gesitch, el robot más humano, que encima tiene que lidiar cada día con incontables injusticias y problemas, siendo su única intención ser feliz con su mujer y tener una vida normal. Atom, Uran, hermanos que se quieren y conocen, creando una pareja genial.
Heracles, Brando, los dos campeones rivales, unidos por irrompibles lazos de amistad.
Épsilon, el robot pacífico que solo quería cuidar de los niños arruinados por la guerra. ¿Irónico? Norte #2, robot que cuenta con una absorbente y hermosa historia.
Ochanomizu. Tenma. E incluso Montblanc, aunque apenas salga.
Me parecieron todos sublimes, grandísimos personajes, profundos, y torturados. Ya está, tenía que decirlo de nuevo, si no, iba a explotar.

2 comentarios:

  1. Buen artículo y buenísimo manga :3

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  2. Que excelente artículo, muchas gracias por presentar las teorías. Y sí, este Pluto es una obra maestra, aunque ciertamente puedo sentir como al inicio iba bastante lento (como la parte de Mars que no entendía qué tenía que ver) y el final se me hizo apresurado, con muy pocos paneles para expresar cómo se sentía Atom o Pluto (a mi parecer) lo que lo hizo quedar soso, como un final de "el poder de la amistad, no al odio" siendo que ambos personajes están muy bien construídos.

    En todo caso, maldito osito hahah

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