The Wire, últimas temporadas, y revisión final de la serie.
Si habéis leído mis anteriores críticas de cada temporada que veía podréis atestiguar que estaba enamorándome perdidamente de esta serie. Necesita tiempo. Reflexión. Un paladar delicado y de buen gusto.
Eso es al principio.
Al final, TODO SE VUELVE MÁS MAGISTRAL QUE NUNCA.
La cuarta y la quinta temporada, señores. Qué temporadas. Qué maldita obra de arte.
Como ya habré dicho un millón de veces, no quiero ser repetitivo. Así que no me pondré a enumerar otra vez uno por uno las virtudes de la serie. Pero que sepáis, que esto no ha dejado de ser "The Wire", todo se mantiene, e incluso dará un último subidón.
La cuarta temporada es sencillamente acojonante. Quizás no esté al nivel de la tercera, la cual es más que impecable, aunque sinceramente, no sabría decir. Nuevos personajes brillantes, una situación completamente nueva, nuevas reglas, y personajes clásicos que cambian. Pero, ¿la quinta temporada? Puede que sea la mejor temporada que haya visto jamás en una serie de televisión. Sí, así es. Desde el principio hasta el final, no hay episodios malos, todos son condenadas obras de arte únicas en su genero que abundan perfección. Mantienen una tensión magistral, pero no por escenas de acción, solo por su argumento, su guión. Estás los 10 episodios con el corazón en la mano, ya que puede pasar cualquier cosa y aun así no tienes ni idea de cómo acabará, y esta vez nuestros personajes favoritos se van a meter en el mayor lío que jamás hayan podido soñar. Unos giros absolutamente impredecibles y un final acorde con la serie: perfecto, duro y real.
Junto con "Breaking Bad" y la reciente "Death Note", ha sido la serie que más me ha influenciado, que más repercusiones ha tenido en mi posterior vida. Tras terminar "The Wire" no eres el mismo, tus ídolos no son los mismos.
Cada línea de diálogo. Cada conversación. No solo parece tan natural que nadie está actuando, además, las reflexiones que se pueden sacar rivalizan con las más míticas de la historia.
Oh, Omar. En la quinta reluce. Es un maldito dios. La trama que sigue es una maravilla.
Pero, ¿McNulty y Lester? Vas a tener por un tubo. Y ojalá hubiera mucho más.
No sé para qué digo esto si en realidad todas las tramas son una puta pasada.
Por Daniels, el hombre recto con oscuro pasado. Por Bunk, un excelente detective. Por Carcetti, el político que trató de hacer las cosas bien en un principio. Por Bubbles, un puto personaje enorme con una historia brutal, de los mejores. Por Carver y Herc, aunque este último sea un pelín tonto, solo quería hacer las cosas a su manera. Por Avon, y Stringer. Los mejores "villanos" que puedan existir, aunque no sean villanos del todo. Por Proposition Joe. Por Marlo, un tío odioso pero un genial personaje. Dios, hasta por Chris y Snoop. Por Butchie. Por los griegos que no son griegos. Por el puerto, por los Sobotka, por Beadie. Por Larry (si recordáis quién es, os amaré por siempre). Por Bodie, un soldado chapado a la antigua. Por Wallace, D'Angello, Bunny Colvin, Sydnor, Kima, Slim, Roland (su apellido es jodidamente difícil), Cutty, Wee Bey y su hijo, Michael, Randy, incluso por los desalmados de Clay Davis, Burrell, Rawls, Royce.
Dios me perdone si me olvido de alguno. Qué demonios, dios no existe. Dios ha muerto. David Simon lo ha matado. Ahora él es mi dios.
En la cuarta, nos encontramos más en el ámbito de la escuela, de la educación de Baltimore. La más dura, impregnada de crítica hacia el sistema educativo.
Algunos de los mejores monólogos jamás escritos están aquí. La trama de Colvin es una pasada.
Y en la quinta, en el mundo periodístico, los medios de comunicación. Este último hace un relato salvaje del mismo. ¿Crees que estamos bien informados? ¿Que las noticias no están modificadas para su propio bien? ¿Qué atrae más, una historia completamente absurda pero llamativa, o una real, que no lo es tanto? Es un tema muy recurrido pero nunca ha sido explorado como aquí.
Ni siquiera los mentirosos mienten siempre. Ya no sabes qué creer de ellos.
También, en toda su longitud, la serie va más allá de explorar los personajes y sus vidas individualmente: la ciudad como ente colectivo también está cambiando. La sociedad. La opinión del pueblo. Las formas de actuar. La corrupción y las maneras de combatirla. Los policías deben acostumbrarse a las nuevas reglas, y los traficantes deben acostumbrarse al propio cambio de los policías. Y todos en ambos bandos, incluida ya hasta la ciudad en sí, deben acostumbrarse al nuevo gobierno y a los cambios civiles.
Nadie es el mismo que al principio. Todos han madurado, tienen otros propósitos, otros principios.
Las convicciones de la gente se rompen. En las calles ya no hay respeto por las tradiciones, los valores básicos se han cambiado, y todo va hacia "peor". Son jóvenes viniendo y rompiendo el grandioso imperio que crearon los antiguos que ya no están. Ciertos personajes que antes eran odiados, puede que se conviertan ahora en tus favoritos. Quizás hasta odies a uno que antes amabas. Todo tiene cabida aquí.
The Wire es una serie única desde el principio, ya que a diferencia del resto de obras de arte (ya sea cine, televisión o lo que sea), no tiene un protagonista claro a lo largo de su historia. Esta no es la historia de Daniels, no es la historia de Kima, no es la historia de Omar, ni siquiera es la historia de McNulty. Esta es la historia de Baltimore al completo.
La miseria sigue vigente: las promesas se rompen, aquí ya no hay cabida para el honor. ¿Querías llegar, y cambiar el juego? ¿Querías ser diferente? Ponte a la cola. Eso es, básicamente, lo que podríamos decirle a la mayoría de personajes que aparecen ya que, por muy buenas que fueran sus intenciones, el sistema se los come; y los corrompe.
La perla final, es que realmente nada acaba. Una de las mejores líneas de la serie cita algo parecido a: "La guerra contra las drogas realmente no es una guerra. Porque las guerras acaban, tienen un final". Solo con eso puedes darte cuenta del nivel que puede alcanzar.
Al final todo se relaciona. Los veteranos, los antiguos, dan paso a los nuevos, en lo bueno, y en lo malo. Es todo parte de un círculo vicioso que no tiene final. "Aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla". El ser humano tropezará infinitas veces con la misma piedra. Estamos hechos de la misma pasta seamos quienes seamos, y lo que más nos caracteriza como especie es la capacidad de repetir los mismos errores una y otra vez. Todo cambia, pero todo permanece igual.
"Rules change, the game remains the same".
Insuperable.
Esto es arte, señores. Una auténtica obra magna, que pasó desapercibida ante el público medio, pero que sin duda con el tiempo será reconocida. Porque pocas cosas se han hecho más grandes.
De la cuarta tengo un claro favorito, y es Final Grades (4x13), un completo coloso el cual deja todo perfectamente preparado para el clímax final.
Pero de la quinta sencillamente no puedo. No puedo coger un favorito. Demasiados asombrosos episodios a elegir, a un nivel demasiado alto, con demasiadas cosas importantes en cada uno. Es de las primeras, o quizás hasta la primera vez que me pasa.
Alcanza tal grado de belleza que, si escogiera, traicionaría a la serie y me traicionaría a mí mismo.
Así que el veredicto final de la serie, ya os lo podéis imaginar. Junto con Breaking Bad, la mejor serie de la historia. Inigualable, impecable. Se merece todas sus alabanzas.
¿Cuál de estas dos es la mejor? Ninguna. Porque cada una es la mejor en lo suyo. Breaking Bad es más lo impresionante, el "cómo hemos llegado aquí", las situaciones más inesperadas, las dosis de adrenalina y guiones magistralmente retorcidos.
The Wire es el fiel retrato de la vida real. Un cuadro perfecto, donde no hay sitio para la mentira hacia el espectador. No hay nada más. Como si fuera poco; ha conseguido lo que hasta ahora, nadie más había logrado.
Espero que no os haya parecido largo y pesado. Que os consuele el saber que lo he resumido lo máximo que he podido.
SPOILER
Solo para los que hayan terminado la serie.
La trama de cómo Omar intenta cargarse a Marlo como venganza es atroz.
La muerte de Omar me dejó impactado. Con la boca abierta, literalmente, durante 5 minutos. Era, y es, mi personaje favorito. Tuve que parar el episodio 5 minutos después, porque estaba tan impactado, en un estado de shock tan grande, que debía mentalizarme para poder continuar y estar atento a lo que ocurriese posteriormente.
Aunque es un sabor de boca amargo, agrio, es absolutamente perfecto. Fiel al estilo de la serie.
Tú esperas la muerte de Omar. Pero esperas una épica, vengando a sus compañeros y matando a los hijos de puta Chris y Snoop (que todos sabemos que no le llegan ni a la suela de los talones).
Pero no, eso no concordaría. En la vida real, no hay muertes épicas, no hay honor. En la vida real, las muertes son inesperadas, crueles, y ante todo, muy injustas. Un descuido puede significar el final. Y por eso, esta serie es tan grande. Por tener ese par de cojones de hacer lo que le dé la gana.
Pero, ¿está Omar realmente muerto? No. Su espíritu, su leyenda, siguen ahí. Mientras todos recuerdan al grandioso Omar, nadie recuerda al pampanatas de Marlo, quien probablemente no dure ni un mes en el ámbito más hostil que existe (las altas esferas). Pero no es solo el espíritu de Omar lo que vivirá. ¿Quién no pensó, al ver a Michael robando a los traficantes, en Omar? Esa osadía. Ese estilo único. Omar no está muerto, señores. Porque su legado vivirá, física y espiritualmente.
Pero no se queda solo en Omar. Bubbles consigue al fin, tras toda la mierda pasada, recapacitarse. Subir las escaleras. Pero Duquan, ocupa su lugar. Marlo se va, pero otros (grande Slim Charles), ocupan su lugar de negociación con los griegos. Nada acabará nunca, y a eso me refería con que todo es un círculo vicioso representado de forma perfecta en esta serie.
Nada más. Tened un buen día.
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