jueves, 13 de julio de 2017

Review "Indestructible Hulk"; mi opinión sobre las etapas de Mark Waid y Gerry Duggan con el personaje

Primero de todo, aclararé de qué parte de la saga de cómics de Hulk estaré hablando, ya que hay varias diferencias entre la versión española y la original.

Aquí en España, la parte de la colección escrita por Mark Waid va desde Indestructible Hulk número #10 (corresponde con Indestructible Hulk #1 USA en enero de 2013) hasta Indestructible Hulk número #29 (Hulk vol. 3 #4 USA en agosto de 2014); mientras que la etapa de Gerry Duggan comprende desde Indestructible Hulk número #30 (Hulk vol. 3 #5 USA en octubre de 2014) hasta Indestructible Hulk número #40 (Hulk vol. 3 #16 USA en julio de 2015).

También me concentraré en los cinco números aparte sobre Maestro en el evento Secret Wars de 2015 escritos por el grandioso Peter David (Secret Wars: Future Imperfect #1-#5 USA), titulados en nuestra península como Indestructible Hulk números #41-#45.

Voy a desvelar detalles de la trama del Goliat Esmeralda, por lo que ALERTA DE SPOILER.
Todo esto es una opinión 100% personal, aunque sea evidente.
Recién terminada la etapa de Jason Aaron (un tipo que está como una cabra) con Hulk, los fans necesitábamos un nuevo guionista capaz de rellenar nuestro vacío. El trabajo de Aaron fue muy corto pero extremadamente divertido, ofreciéndonos un arco argumental muy interesante con nuevos puntos de vista sobre Banner y Hulk; y por supuesto, brindó enormes peleas al más puro estilo Hulk (cabe destacar la dibujada por el soberbio Carlos Pacheco del gigante de jade contra la Cosa y Lobezno).

Entonces, llegó la "revolución" en la editorial, Marvel Now. Se intentaría dar novedosas historias de los clásicos héroes Marvel. Mark Waid, un guionista bastante aclamado, convirtió El Increíble Hulk en Indestructible Hulk, y se centró en una premisa muy prometedora: Banner es uno de los hombres más inteligentes del planeta, así que comenzará  inventar cositas y hacerle competencia a Richards (Mr Fantástico) o a Tony Stark en el campo científico, mientras que a cambio de todo el material que requieran sus investigaciones, SHIELD usará a Hulk como arma de destrucción.

- Indestructible Hulk #1 USA - 20# USA (España: Indestructible Hulk #10 - #25)

¿Qué tal me pareció, entonces, el trabajo de Mark Waid en el intervalo señalado? Bueno...
No estoy diciendo que sea un mal escritor. Sin embargo, no ha sabido manejar a Hulk en absoluto. Comenzó de una forma bastante buena e interesante, sin subestimar a nuestro anti-héroe verde (cosa que tienden a hacer muchos escritores sin hacerle caso a la continuidad); yo tenía ganas de ver hasta dónde iba a llegar.
No me gustó el hecho de que, así porque sí, Hulk volviera a tener la inteligencia de un bebé cuando en el anterior número de Jason Aaron no era esa la encarnación, sino la de un Hulk tan inteligente como una persona normal. Intentó darle sentido con el tema de la ruptura de la línea temporal por los sucesos ocurridos en la Era de Ultrón, desgraciadamente, no coló mucho.

Pero eso era lo de menos: yo estaba decidido a darle una oportunidad a esta nueva etapa. Y conforme fueron pasando los números... la cosa se fue desinflando.

Lo he dicho un millón de veces antes, así que lo resumiré: un guionista debe saber cuáles son sus limitaciones y adecuarse a ellas. En un cómic de Hulk es imprescindible la acción, porque admitámoslo, si eres fan de un señor verde de 3 metros que aplasta cosas, los diálogos son secundarios. Por supuesto, si un autor es capaz de darle profundidad y una gran historia sabiendo compaginar bien esta con las peleas, tal y como hizo Peter David, es mucho mejor.

Waid se centró demasiado en Banner y en sus pensamientos, poniéndolos en cuadros de texto en cada viñeta de cada página. Se hacían, en muchas ocasiones, pesados de leer, ya que realmente añadían pocas cosas significativas a la trama. No supo colocarlos, de manera que frenaban el ritmo y entorpecían la acción.
Las ideas del guionista me parecen, sin excepción, sublimes. El problema, es que no las explora de manera correcta. No nos demuestra que Banner es el más listo o que Hulk es el más fuerte, tiene que repetirlo en cada tomo para que nos acordemos. En manos de cualquier otro guionista, esos conceptos hubieran tomado vida y habrían sido desarrollados en arcos argumentales mucho más intensos.

Y las peleas, son cortas, carentes de emoción, debido a una narración confusa. Hulk contra Attuma, Hulk contra los caballeros del Rey Arturo, Hulk contra no sé cuántos cronoanarquistas que fastidian la corriente temporal... No consiguen captar la atención del lector. Mientras lo estaba leyendo, yo me aburría, y eso es malo en un cómic de superhéroes.

Los arcos argumentales eran muy poco extensos, durando apenas un par de números, y jamás consiguió extraer todo el potencial del personaje. En cuanto a los secundarios... han sido bastante penosos. Ni si quiera me acuerdo de los nombres de los científicos que trabajaban en la nueva plantilla de Banner. Que si una quería suicidarse con Hulk, que si otra era una tipa recién salida de la cárcel, etc. Jamás consiguen gustar al lector ya que no tienen ningún momento importante, están ahí para rellenar y no consiguen ningún impacto emocional.

Uno de los pocos buenos momentos, fueron los dibujados por Walter Simonson en los que Hulk lucha codo a codo con Thor. A pesar de poder parecer muy interesante, es una pena que el guión no nos ofrezca nada más que unas pocas viñetas genéricas de esta batalla.

Y la idea del Hulk al Cuadrado, o Uber Hulk, es sencillamente maravillosa. Todos queríamos una batalla digna de nuestro querido Hulk original contra esa demoníaca bestia. Ahí había potencial para una lucha de proporciones titánicas... pero en su lugar, esta nueva encarnación de Hulk ocupa no más de 6 páginas y no se enfrenta a nadie, salvo dos o tres coches militares. Me parece un desperdicio.

El dibujo es, por lo general, muy bueno. Sin embargo, hay cambios constantes de dibujantes que hacen sufrir a la sensación de continuidad. Es preferible que un solo dibujante se haga cargo mínimo de cada aventura auto-conclusiva. Esto puede resultar insignificante, pero en casos como este es capaz de estropear la lectura un poco.

Acaba Indestructible Hulk en América cuando disparan al Dr Banner en el último número. Y es justo en esa etapa, que todo empieza a cambiar para mejor.

- Hulk vol. 3 #1 USA - #4 USA. (España: Indestructible Hulk #26 - #29)

Mark Waid da un giro colosal: ahora, es posible que Bruce Banner no vuelva a recuperar su inteligencia nunca más debido a los disparos en la nuca. El interés comienza a crecer, pues al fin entramos en un arco argumental vertiginoso que consigue enganchar al espectador a base de ideas ya bien desarrolladas.
La inclusión de la Abominación no pude haber sido más acertada, ya que nos da (gracias) unos números de pelea consecutivos geniales. Un uno contra uno como dios manda, aunque sea con un Hulk debilitado sufriendo una paliza.

Toda esta mejora es, en gran parte, debida a la introducción de Mark Bagley como dibujante. Qué decir de este señor, que realizó junto con Brian Michael Bendis más de 100 números de la brillante Ultimate Spiderman, y mucho más. Es un tipo que sabe darle espectacularidad e impacto a las peleas, y venía que ni pintado para esta saga. Esta vez, crea una Abominación que no había sido tan temible desde hace mucho, y tú puedes sentir la potencia en cada golpe. Ni siquiera la intromisión de Los Vengadores parece suficiente... hasta que regresa Hulk, y Bagley se deja la piel en piezas maestras como esta:
Tras muchos esfuerzos consiguen, en conjunto, derrotar a Abominación. Tony Stark, para traer de vuelta a Banner, le introduce el virus Extremis en el cerebro, lo que provoca un gran cambio. Y es entonces, cuando Mark Waid se despide de Hulk y le cede el sitio al guionista Gerry Duggan, comenzando una de las más brillantes etapas del Goliat Esmeralda en toda su historia.

- Hulk vol. 3 #5 USA - #16 USA (España: Indestructible Hulk #30 - #40)

Me dispongo a hablar sobre la totalidad del trabajo de Duggan con Hulk, que comprende un único arco argumental: El Hulk Omega. Yo no sabía ni de la existencia de este guionista; pero se adaptó como pez en el agua. Creó sin pestañear una de las nuevas y más chulas encarnaciones de Hulk, el Doc Verde. Y en esta aventura del personaje, se dedica a hacer algo que hacía mucha falta ya: eliminar a todas las copias del monstruo gamma, desde Bomba-A (Rick Jones) hasta, por supuesto, el más temible de todos: el Hulk Rojo.

La construcción del Doc Verde está fundamentada en lo que el autor te enseña, y no se vale de palabras o de anécdotas para demostrarlo, aquí se moja, nos da razones para creer lo que este Hulk dice y temerle; eso mola muchísimo.

Además, es capaz de retomar la relación entre Betty y Bruce y devolverla a su naturaleza original, a la vieja usanza. Partía desde un punto difícil pues esta relación no había hecho más que volverse más y más extraña con los años, y aun así, es capaz de hacer que no resulte forzada y acabe siendo como a todos nos gusta. En el fondo, aunque los cómics del gigante de jade sean mayoritariamente de sufrimiento, queremos un final feliz que él se haya ganado.

En definitiva, Duggan consigue con el personaje lo que muy pocos pudieron: le dotó de una sencillez y claridad muy satisfactorias, ya que entiendes lo que ocurre en todo momento sin necesidad de toneladas de bocadillos de texto; una trama simple pero muy intensa e interesante, que lleva con gran fluidez y tiene numerosos giros planteados con maestría; y por último pero no menos importante, acción. Acción a raudales, peleas brutales entre bestias de igual calibre, con golpes que podrían destruir mundos, en los que sentimos en nuestras carnes cada hueso crujir y cada gota de sangre. Duggan y Bagley se quedan y ninguno se va hasta terminar el arco argumental, un acierto total, pues este dúo ha conseguido captar a la perfección la esencia del personaje y cómo construir una buena historia sobre el mismo. Es gracias a esta pareja, que este post debería estar incluído en la sección Obras Maestras del Cómic (no lo ha conseguido por la parte anterior) pues me han hecho disfrutar de estos nuevos cómics de Hulk como pocos. ¿Lo mejor de todo? Todo esto que digo, ha sido alcanzado en nada más que 11 números. Es todo un logro, y la única pega que se me ocurre es esta: ojalá hubieran sido 50 números más. Porque se disfruta, y mucho.

Los enfrentamientos van subiendo el nivel progresivamente. Primero, tenemos a Bomba-A, alias Rick Jones. A pesar de ser un digno adversario, todos sabíamos cómo iba a acabar. Si queréis mi opinión, Jones me parece mucho mejor personaje si no se convierte en un armadillo gigante. El siguiente es Skaar, quien también fue una gran creación, pero una vez hizo su trabajo en la brillante etapa de Greg Pak, su función y relevancia se perderían; por lo que quitarlo del mapa es una buena elección. Después, Hulka Roja. A mí me gustó su introducción, ya que entre varias cosas, significó resucitar a Betty, el eterno amor de Hulk. Pero, después de la etapa de Jeph Loeb, el personaje sobraba. Regresar a la férrea pero humana Betty es mucho más satisfactorio. Y por último, tenemos al implacable Hulk Rojo, el general Ross. Esta es una difícil decisión, ya que el personaje se ha afianzado con fuerza al universo Marvel, teniendo hasta su propia serie escrita por Jeff Parker (magnífica). El enfrentamiento entre los dos colosos supera toda expectativa. Ambos intercambian golpes por más de 3 números, y la pelea está destinada a convertirse en una de las más poderosas de la década. Está repleta de imágenes impactantes, de momentazos continuos; y para rematar, tenemos la mítica frase de Doc: "Porque... Yo soy el alfa. Soy el omega. Soy el más fuerte que existe. SOY HULK". Los pelos de punta, de verdad.
Todos creíamos en un momento, que Doc Verde era un paso hacia la dirección del Maestro. Traer de vuelta la trama de los miedos de Hulk y su posible conversión a la locura, es algo que sienta como un guante para la historia que se quiere contar. Es una oda a los antiguos guionistas a la par que una innovación en su mismo terreno. Gracias a esto nos brindan, otra vez, viñetas en las cuales hay parafernalia de los héroes derrotados en un futuro post-apocalíptico.

Y la culminación del arco argumental es perfecta para que venga cualquier autor y pueda dirigir las siguientes historias en la dirección que quiera. Es muy gratificante que aún puedan escribirse historias de este superhéroe, mi favorito de toda la vida, y que consigan sorprenderme. Sinceramente, voy a echar mucho de menos a la dupla Duggan-Bagley.

El Hulk Omega es una saga que ningún fan de las buenas peleas, o de Marvel en general, debería perderse. Cabe decir que cuenta con numerosos cameos de viejos conocidos, como Masacre (Deadpool) y Puño de Hierro, quien le enseña lo básico del Kung-Fu al Doc para su inminente enfrentamiento con Rulk. ¡Qué guay!

Para finalizar, dedicaré un par de párrafos a la mini-saga del Maestro directamente relacionada con Secret Wars. Lo primero que hemos de saber, es que está escrita por el maestro Peter David, el guionista que mejor conoce a Hulk. Me hubiera gustado, como ya he mencionado, que la colección siguiera a manos de la pareja anterior; pero el regreso de David aunque sea para 5 números sienta muy bien. Porque tenemos de nuevo a nuestro querido Maestro, y esta vez como protagonista de un sumamente interesante y entretenido arco argumental en el cual busca derrotar al Dr Muerte, quien por aquel momento poseía omnipotencia. David domina los diálogos y los pensamientos de los personajes, de manera que no se haga pesada la lectura. La historia fluye sin tropezones, tenemos giros inesperados a la orden del día y combates apasionantes, con tintes clásicos pero a la vez, dotados de un toque típico innovador del guionista, a quien siempre le gusta sorprendernos.

Grandes momentos como la Cosa siendo Thaddeus Ross; el regreso de mi querida Janis Jones; ver al Maestro repartiendo estopa en general, demostrando que es el personaje más temible de los cómics; y esa última batalla con Maestro metido El Destructor (aún siendo una imaginación, todos sabemos qué hubiera pasado si el demente Maestro se hubiera metido dentro: aniquilación total) hacen de este cómic una lectura obligatoria. El dibujo de Greg Land, personalmente, me encanta. No sabría expresar exactamente por qué, es orgánico pero definido, y tiene toques bastante clásicos.

No es tan buena como lo fue la saga Futuro Imperfecto original, pero tampoco se queda pequeña ante la misma. Nos ofrece una digna historia de su predecesora que quizás no sea relevante en la continuidad del personaje, pero para los amantes de Hulk es un auténtico deleite. 
Nada más que decir.

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