domingo, 11 de febrero de 2018

Review "The Post" (Los Archivos del Pentágono). Steven Spielberg no decepciona.

Esta década no estaba siendo muy favorable para el gran Steven Spielberg: sus películas se pueden contar con los dedos de una mano y la recepción crítica no es la que fue en su momento.
A pesar de que sea mi director de cine favorito, soy capaz de aceptar que su época dorada pasó. Probablemente no vuelva a superarse, sus mayores obras maestras ya han sido realizadas.

Pero esto no significa nada. Y el hecho de que cada nuevo filme que saque no sea tan bueno como La Lista de Schindler, por ejemplo, no quiere decir en absoluto que no le queden historias por contar todavía. Él aún tiene cuerda para rato, su talento sigue ahí intacto y ahora está apoyado además por una vasta experiencia. The Post es la viva prueba de ello.
Personalmente, adoro la forma en la que este hombre dirige sus proyectos. Adoro el enfoque que da, los planos que ofrece y el tiempo que se toma en narrar. Hay muchos a quienes no les gusta su estilo y por tanto aborrecerán sus producciones; no obstante, yo lo disfruto enormemente. ¿Qué le voy a hacer?
The Post me parece un peliculón, de lo mejor del 2017, una auténtica peli Spielberg.


Admito que el comienzo puede resultar pesado. No es necesario conocer muchos detalles de la historia real para disfrutar de la película, sin embargo, sí que ayudan a que el espectador se ubique mejor. En mi caso, al saber muy poco sobre la época en la que se ambienta, me sentí bastante confuso. No era capaz de localizar la trama tras pasar unos cuantos minutos y la cosa no parecía estar bien hilada. Esto es debido a que la cinta se va cocinando a fuego lento, sin prisa. Comprendo que esto no sea del agrado de gran parte del público; por mi parte, no tengo gran problema con ello, siempre que tenga una razón de ser.
Entonces, después de establecer todas las bases necesarias, empieza la acción. Y es a partir de aquí que estallan el drama, la intriga, la emoción. Todos los sucesos previos conducen a los puntos clave de la película, así que por eso, considero ese primer tramo necesario (aunque sí, algo más de ritmo no le habría venido nada mal).

Una de las cosas que más me gustan de Spielberg como director es su capacidad para emocionar al espectador. Su talento como director es consecuencia directa del don que tiene para coger un argumento simple, de carácter puramente informativo, algo soso o quizás apático; y convertirlo en un producto intenso, emocionante.
The Post podría haber pasado como un sencillo documental monótono del canal Historia, no obstante, en sus manos se ha vuelto un conmovedor thriller periodístico.
Una vez coge el ritmo no hay quien lo pare: secuencias vertiginosas, momentos de auténtico suspense en el que tememos de forma sincera por lo que pueda pasar, planos magistrales con una iluminación perfecta, movimientos de cámara que encajan maravillosamente; todo conjuntado con la música del maestro John Williams, respaldado además por un equipo brillante de actores y escritores.
¿Lo mejor? Es que no se trata de una obra de acción o persecuciones, sino de un drama sobre un periódico que se pregunta si debe publicar una cosa, o no. ¡Nadie diría es un argumento del cual sacar una obra tan intensa!
El resultado es simple, pero entretenido y sobre todo, muy efectivo.

Hanks se mueve como pez en el agua. El tío ya es un experto confirmado, está cómodo haciendo su papel de héroe y nosotros lo disfrutamos enormemente. Streep también realiza un estupendo trabajo, aunque no sea de sus mejores interpretaciones. El resto del reparto, destacando a Bob Odenkirk como secundario, es absolutamente genial. Ninguno sobra y ninguno se siente menos que el resto.

Como ya he mencionado antes, se alcanza la verdadera calidad del filme pasados unos pocos minutos. La pequeña confusión se esfuma por completo, dejando un guión perfectamente claro que mejora conforme se va construyendo, y se siente muy relevante tocando temas vigentes hoy día.
La profundidad de los personajes es correcta, no sobresale, pero en ningún momento se queda corta. Tiene lo suficiente para que conozcas la forma de ser de los protagonistas, comprendas por qué hacen lo que hacen y te encariñes así con ellos, consiguiendo que te coloques a su lado durante toda la película.
Los puntos en los que más acierta son en el enfoque de la libertad de expresión, cosa que ha cambiado mucho con el tiempo y la llegada de internet pero aun así sigue planteando los mismos problemas que tenía hace décadas, siendo hoy en día un tópico vulnerable del cual aún nos queda mucho progreso por delante; y el puesto de la mujer en ocupaciones de gran importancia, como al frente de un periódico. Vemos cómo los altos cargos intentan menospreciarla o manipularla, mas ella no cede, se muestra firme con sus decisiones demostrando su autonomía propia. Ella es la que está en verdadero peligro, aquella en la cual recaen las consecuencias de los acontecimientos, y a pesar de todo, lo sobrelleva admirablemente.


En resumen: mi amado Spielberg vuelve, en un filme que algunos tildarán de sensiblero o excesivamente blando. Olvidan, quizás, que esos adjetivos abundan en sus producciones, y en mi opinión, no son tan perjudiciales como estos detractores quejicas afirman. A quien no le guste este director que no lo vea, así de simple.
8, 75/10.

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