domingo, 26 de agosto de 2018

Historia de un héroe olvidado por el tiempo: "Desaparecido" (Reseña Anime: Erased)

Puede que en cuanto a películas se refiere, me halle atravesando una difícil época de apatía en la que ninguna es capaz de satisfacer mis (no tan altas) exigencias; no obstante, en lo que a series de televisión se refiere... me hallo en una auténtica época dorada.

Y Desaparecido (Erased en inglés, Boku Dake ga Inai Machi en japonés), definitivamente, ha sido un pilar esencial en esta.

Acompáñame en esta crítica sin spoiler (hasta previo aviso) de Erased, donde te daré mi opinión acerca de por qué es un producto que, a pesar de haber pasado bastante desapercibido, encuentro esencial (sobre todo para la época en la que vivimos actualmente) hasta el punto de haber escalado no solo a mi top personal de anime, sino de series televisivas en general.
Vamos allá.


Satoru, nuestro protagonista, es un simple repartidor de pizza... con una cualidad especial. Él la llama "Resucitación", y cada vez que se manifiesta, su mente del presente es transportada a su cuerpo del pasado. Siempre que esto pasa, es porque algo malo está a punto de ocurrirle a alguien. Hasta ahora, Satoru había retrocedido en el tiempo dos, tres, o quizás cinco minutos, nada más... Y un día, sin previo aviso, es enviado 20 años en el pasado.
Si no la has visto, todo esto que te estoy contando puede parecer muy confuso a primera vista. El tema de viajes en el tiempo es un recurso demasiado típico en la ciencia ficción actual, y desafortunadamente, la mayoría de productos lo utilizan como excusa para poder hacer lo que les dé la gana con la trama, apelando así a un guión vago, lleno de clichés, que sacrifica la coherencia argumental y llena la narración de odiosas lagunas de guión.

Aquí no.

En Erased nada de eso pasa.
Estos viajes en el tiempo son tratados con suma elegancia, de una forma muy sencilla, estructurada a la perfección y fácil de entender (un alarde ejemplar de dirección y guión). No son, en ningún momento, el foco principal de la serie, ni su punto más importante; al contrario, el viaje en el tiempo es usado como un simple medio para contar una historia que no tiene nada que ver con el mismo: una historia cotidiana, real, en la que lo más importante son los personajes y las relaciones que se forjan entre ellos.
Erased alcanza la armonía perfecta entre el suspense implícito a la trama, el encanto que la misma desprende y el apego que se adquiere por cada individuo. Se trata de un anime que, gracias a esas virtudes, atrapa sin remedio al espectador y lo sumerge de lleno en el mundo ficticio que ha inventado, haciéndolo partícipe en todo momento de la historia. Somos uno con Satoru y su (peculiar) grupo de amigos. Somos de la pandilla. Logra generar tensión, ternura, alegría, tristeza, nostalgia, abatimiento y mucho más a lo largo de sus excelentes 12 episodios.
Este triunfo se debe a varios aciertos. Tenemos, por un lado, la originalidad de su premisa, capaz de crear interés lo más pronto posible. Después, sabe cómo mantenerlo con dosis sublimes de suspense. La situación de Satoru tiene un inmenso atractivo inherente que nos engancha y nos incita a querer saber más, haciendo que nazca en nosotros una necesidad de descubrir, junto con él, todo lo posible sobre ese mundo tan acogedor de la niñez, aumentando más el misterio y el interés que sentimos. El ambiente general nos introduce todavía más en este frío y lúgubre lugar donde ocurren los acontecimientos.
Son explorados temas muy crudos y atípicos para cualquier otro anime del montón: el abuso hacia los niños pequeños, sus raíces y consecuencias. Este, aunque es un gran pilar de la historia, se nos muestra de forma sutil en momentos realmente emotivos (como el del desayuno).
Y por último, la guinda del pastel, los personajes. Cada uno tiene un carisma especial que lo distingue, una característica o escena que lo hace inolvidable. El villano (aunque los espabilados se lo verán venir) es excelente. Las relaciones se forjan poco a poco, con coherencia, paciencia y buena letra, en un desarrollo lento pero seguro que consigue nuestra total atención, pasión y sentimiento hacia lo que ocurre.
Destaco a Satoru y su madre, al igual que Satoru con Hinazuki. Si la serie ha sido un éxito, se lo debe a ambas.

Erased no es un anime que se base en los giros inesperados del argumento... pero son estos los que, en su final, la alzan por todo lo alto. Tranquilos, no os voy a destripar nada a los que no la hayáis visto aún (por cierto, deberíais hacerlo ya). Me limitaré a expresar lo que siento acerca de ellos: cuando la serie podría tomar la opción segura e ir por el camino fácil que se ajusta a los cánones arquetípicos ya vistos en todos lados, decide no hacerlo. Decide optar por la opción arriesgada, alejada de todo cliché precocinado. Descoloca al espectador, da una vuelta de 180 grados a todo lo que había establecido previamente.
A algunos no les gustará. Para mí, hizo que se terminara de solidificar como una de las mejores obras que he visto en los últimos tiempos.

La calidad de la animación me deja sin palabras. Sé que esto ya no es una sorpresa en los animes más actuales, no obstante, no puedo dejar de hablar sobre ello. En esta ocasión, el número de capítulos era reducido, de manera que se han podido esmerar más, y se nota. Hay un gran cuidado puesto en la fluidez de la animación, la hermosura tanto en los dibujos de personajes como en los planos de fondo, y cada detalle insignificante. Recrea a la perfección la época y el lugar, plasmando una belleza sombría e invernal como pocas veces se ha hecho antes. Lo dicho, sin palabras.

La banda sonora es extraordinaria.

Hasta aquí, ya he dicho todo lo que podía decir, pues el resto de detalles de Erased que quiero comentar (un análisis más exhaustivo del final, con sus mensajes más sutiles y cómo yo los interpreto) sería adentrarme en puntos clave del argumento. Todo esto se halla en la zona spoiler** de más abajo.


Entonces, ¿es Erased un trabajo perfecto?
Aunque me duela decirlo, no. En mi visionado, hallé un pequeño número de pegas que me impidieron sentirme satisfecho al 100%. Definitivamente, estas carencias no estropean la experiencia, ni son capaces de hacer que olvidemos el exquisito nivel que el anime posee en general; pero existen, y es mi deber escribir sobre ellas.

Primero, tenemos un clímax final excesivamente apresurado. En mi opinión, es bastante aparente que los creadores se vieron obligados a comprimir el último capítulo, probablemente por exigencias del estudio. Creo que atan todos los cabos de forma eficiente, aun así, no está al nivel que una obra así exigía.
Segundo, hay un momento en el que el villano principal traza un plan carente de sentido alguno (cuando podría haber optado por miles de alternativas mucho más simples), extramadamente confuso y complicado, que sirve únicamente para el avance forzado de la trama (más en el spoiler*).


Por lo demás, Erased me parece una serie excelente y entra de cabeza en mi top 5 de los mejores animes que he visto nunca.
9,5/10.




¡CUIDADO!
Te adentras en la
ZONA SPOILER

*

En lo referente a la muerte de Hinazuki, no entiendo la necesidad que tiene Yashiro de transportarla a un lugar frío, donde luego echarle agua para acelerar la congelación, y después devolverla a su sitio original. Creo firmemente que la complicación del plan era innecesaria, y pierde algo de credibilidad para mí.

**

He de hacer un paréntesis para hablar acerca de Satoru.
Nosotros, los espectadores, estamos viviendo en una época plagada de super-héroes por todos los medios. Marvel por aquí, Boku No Hero Academia por allá, Los Increíbles por el otro lado, personajes con super-poderes utilizados para hacer el bien por doquier...
Y por eso me ha sorprendido gratamente encontrar, en un producto que no se halla dentro de ese género, al super-héroe más grande de todos. El tipo que me ha enseñado el verdadero significado de la palabra "héroe": Satoru.
¿Por qué?
Su poder es, ciertamente, inusual... Pero si lo pensamos fríamente, no es algo que le ayude a realizar una buena acción. Lo único que hace es avisarlo de que algo malo va a pasar.
No le da habilidades especiales para solventar el problema. Además, la decisión de actuar la hace él y solo él.
Seamos sinceros: cualquier persona, en esa situación, llegaría un punto en el cual ignoraría la Resucitación. El que posee este don no está obligado a hacer nada (es cierto que la Resucitación te llevaría dos veces al pasado, o tres como mucho, pero si al final tú no lo solucionaras, dejaría de ocurrir). Es más: no solo no estás obligado a ayudar, es que además, lo más probable es que si ayudas, acabes saliendo herido o perjudicado. Más que un poder... es una maldición.

Y ahí está Satoru.
Satoru posee la Resucitación, pero no es eso lo que le hace especial. Aquello que realmente lo hace especial es su inquebrantable voluntad de ayudar.
Siempre que la Resucitación le llama, él actúa. A costa de su integridad física y psicológica. A costa de su propia vida. Él no tendría por qué ayudar; de hecho, esta ayuda que ha prestado no le ha causado más que problemas. Ha sido incapaz de cumplir su sueño (ser mangaka) y tiene un trabajo algo cutre. Ha sido incapaz de conocer a la pareja ideal y ahora es escéptico con las mujeres. Ha sido incapaz de ser realmente feliz. Si simplemente hubiera ignorado este poder, todo habría salido mejor... pero eso no es una opción en su cabeza.
Satoru salva a los demás sabiendo que no recibirá nada a cambio. Por lo general, con la labor de superhéroe también viene el reconocimiento y el cariño de las masas... pero a él no se le ofrece nada de eso. Él es un héroe silencioso. Un protector vigilante. Nunca recibirá ninguna recompensa, nunca nadie le reconocerá sus grandes actos. Será un héroe olvidado del que nadie sabrá nada.
Y a pesar de todo, él... sigue ayudando.
El exponente más claro de esto es cuando Satoru pasa 15 años en coma. Con tal de salvar la vida de Hinazuki, la de su madre, amigos y un montón de personas que ni siquiera conocía... él dio a cambio su propia vida, el máximo sacrificio que nadie puede hacer. Todos sus seres queridos vivirán felices, y ninguno de ellos sabrá nunca que fue gracias a él, a costa de perder todo lo que tenía y tuvo.
Ese momento en el que nos muestran a Hizazuki adulta es agridulce... porque la ha salvado. Estamos alegres por ello. Pero a él, lo ha olvidado (y no es culpa de ella, ni de nadie). Y después de toda una serie forjando una relación tan bonita entre ambos, el hecho de que la sacrifique (y en el proceso, sacrifique gran parte de su vida también) en pos de salvar la vida de ella... me parece sencillamente brutal.
Satoru no es el tío más fuerte. No es el más listo. No es el más carismático. No es el que mejor cae a la gente. Pero es, sin duda alguna, el héroe más auténtico que yo he visto jamás.

Y el momento en el que finalmente se queda con Airi es uno de los más emocionantes y satisfactorios que yo he presenciado. Satoru hizo lo que hizo de forma puramente altruista, pero después de todos esos sacrificios, después de todo su sufrimiento... se merecía, más que nadie, su final feliz.
Se siente justo. Se lo ha ganado, y es por eso que no podemos evitar que en esos últimos segundos nos invada una gran sensación de regocijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario