domingo, 10 de agosto de 2014

True Detective, revisión rápida para los que aún no la han visto


Comienzan los créditos iniciales, y ya te estás dando cuenta del calibre que esto va a alcanzar. Puede que sean los mejores que haya visto nunca. Pero, si soy sincero (y es mi intención serlo) no me enganchó desde el principio. Los primeros dos capítulos, concretamente, me parecieron excesivamente lentos y con un guión extraño, pero no en el buen sentido. Evidentemente en el apartado visual se sale absolutamente: una fotografía, unos movimientos de cámara y unas tomas excelentes, dignos de estudio. La constante atmósfera oscura y asfixiante es capaz de rivalizar con las mejores obras del género thriller. Lo primero que me vino a la cabeza: "estos tipos tienen los medios, eso seguro, pero, ¿tienen el poder?". Porque la cosa no avanza, no me encariñé con los personajes, y menos con el plasta de Rust, con sus diálogos metafóricos que no los entiende nadie que los escucha. Sí, todas las palabras están ordenadas perfectamente y registradas en la Real Academia Española (o inglesa o lo que sea, porque la vi en versión original subtitulada), pero madre mía, eso no significa que sea fácil siempre. Me pareció demasiado "cliché detective solitario". Lo dicho, muchos medios, pero poco entusiasmo.

No obstante, poco a poco fui adaptándome, ganando amor por los personajes. Rust y su filosofía "pesimista" comenzaban a calar hondo, la trama me absorbía cada vez más. Nada era lo que parecía, y la investigación tomaba rumbos insospechados, atrayendo mi atención al 100%. Giros constantes, brillantes y con una tensión apabullante asegurada. Al terminar el último episodio, acabas satisfecho. Muy satisfecho; tanto, que te parece haber vislumbrado una obra maestra, sin estar equivocado. Ha merecido la pena esperar.

Si te pasa como a mí, que al principio no le atrae, aguanta los dos (o si eso tres) primeros capítulos, que la cosa mejorará con un ritmo de vértigo a niveles astronómicos. Si te gustó desde el principio, bien por ti, más que has disfrutado.

Eso sí: he de reconocer que la estructura en la que se nos plantea la historia al principio es muy original. Los protagonistas acaban por tener un gran trasfondo y personalidad, eso sin contar con las actuaciones. McConaughey demuestra ser muy camaleónico y genial, un auténtico coloso que solo se puede definir con palabras como "perfección", pero, que Dios me perdone, me quedo con Harrelson. ¿Por qué? Porque como ambas interpretaciones son del mismo calibre escojo al más real. Martin Hart es un detective, pero también es un ser humano. Se enfada, la caga, pide segundas oportunidades, como todos. Rust es un personaje muy poco humano, muy peculiar, sí, con su historia y su trasfondo, pero tiene toques muy típicos y usados de súper-detective marginado con imagen de sabio invencible. Según mi punto de vista él mejora muchísimo al final, cuando se muestra que también es humano, que se puede poner triste y fallar. Acaba siendo un personaje muy bien construido, y que a pesar de que se base en los tópicos, consigue poco a poco evolucionar y fraguarse una personalidad propia dejándote con ganas de más. Indiscutiblemente dos personajes enormes.













La mujer de Hart, Michelle Monaghan, también hace un estupendo trabajo ante la cámara. No se va a hacer pequeña ante estos dos titanes. Estos tres son los más destacables del elenco.

Como ya he dicho, tras el tercer episodio la cosa se pone muy tensa. Vemos que nada era tan bonito como lo pintaban y que el final está cada vez menos claro: puede ocurrir cualquier cosa. Hay secuencias que se te quedan en la retina, un puñetazo visual, acompañado por un guión que se vuelve más solido por momentos. No es solo la profundidad que coge de los personajes, ya es su respuesta al medio que les rodea, y la respuesta del mismo ante ellos. Planteada magníficamente, las sorpresas están a la vuelta de la esquina.

Mención especial a la escena rodada a pulso, sin cortes, durante casi 6 minutos. Es intensa y magistralmente realizada. La mejor escena de la temporada, y puedo afirmar que se encuentra entre las mejores escenas jamás rodadas, tanto en productos cinematográficos como de la pequeña pantalla.
Hay muchas escenas también con tensión y argumento inigualable, pero ninguna como esta.
Os sorprenderéis.

Aunque me temo que no todo son alabanzas. Hay algunos puntos negativos, espinillas clavadas: y es que todo el caso de corrupción que se hallaba detrás queda en menos incluso que un segundo plano y no se ahonda nada al final. El asesino coge más importancia. Éste, es un villano que da muchísimo miedo, mal rollo, el típico que nada más verlo tras de ti te daría un infarto. Sin embargo, no es un excelente villano porque no es nada más que eso, un simple malo. Un tipo muy malo y loco, que hace cosas raras y vive alejado de la sociedad: el más abundante de los arquetipos. En una serie donde todo es tan relativo, y no hay buenos ni malos sino personas distintas con defectos y virtudes, un poco de originalidad se esperaba de él.


Pero en fin, oscura y siniestra obra de arte. Si la nota dependiera del mejor capítulo o de la mejor escena de la serie, esta tendría no uno, sino varios 10, pero hay que valorarla en conjunto, y tanto el principio como pocos momentos puntuales no están al nivel de majestuosidad del resto.
Aún así, se gana un grandísimo 9,5 /10 , y mi completa admiración a todo el equipo.

El mejor episodio de esta primera temporada vendría a ser el cuarto, Who Goes There.
Aunque Form and Void, Haunted Hauses y The Secret Fate of All Life también me han parecido geniales.

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