domingo, 20 de agosto de 2017

Crítica "Watchmen" de Alan Moore, el mejor cómic americano que jamás se haya escrito. ¿Por qué es una obra que todo el mundo debería leer, pase lo que pase?

Watchmen tiene un historial inédito si lo comparas con cualquier otra novela gráfica. Consiguió librarse de los gastados y absurdos tópicos que pesan sobre cualquier cómic y se posicionó como una obra literaria más, adorada y reconocida mundialmente, ganadora de innumerables premios destinados únicamente a novelas comunes. Es considerado por la extensa mayoría como el mejor cómic de la historia.
¿Es esto cierto, desde mi punto de vista?

Lo siento mucho por aquellos lectores los cuales busquen un punto de vista diferente, y por aquellos que vinieron aquí con la esperanza de leerme sacando fallos a esta obra, explicando lo sobrevalorada que está, porque no lo van a encontrar (es algo que se entiende por el título, pero quería dejarlo claro, soy así).

Si hay un único fallo que puedo sacarle, es la película que Zack Snyder rodó en 2009; pues echar un vistazo a este film primero sería tirar por la borda toda posibilidad de una experiencia plena a la hora de disfrutar de la obra original, ya que esta adaptación no le hace justicia en absoluto. La veo, simplemente, como un obstáculo que ha de ser evitado a toda costa. Yo ví el Watchmen de Snyder, pero me alegro de haberlo hecho mientras era un niño y de no recordar absolutamente nada.

Y ahora, amigos, me propongo redactar una crítica que no aportará más que las millares ya escritas, sin embargo si te interesa mi opinión, ahí va: por qué Watchmen es el mejor cómic americano que jamás he leído, y una de las mejores obras literarias creadas por un mero humano.

Intentaré ofrecer un punto de vista enfocado, en ciertas ocasiones, más hacia lo personal, pues las habilidades literarias de Moore ya han sido analizadas hasta la saciedad por gente que sabe de verdad, mucho más que yo.

Yo, en mi infinito afán por descubrir obras maestras del noveno arte, había escuchado y leído el nombre de Watchmen en toda lista o ranking que se precie, así que no es una sorpresa que al final acabara comprando la obra, sin siquiera haberla leído previamente, sin saber si me iba a gustar. Y fue un hecho del que jamás me arrepentiré.

Es densa, llena de diálogo y bocadillos de texto en cada viñeta, casi ocupando la totalidad de ciertas páginas. El comienzo ya te introduce en un mundo ficticio demasiado decadente, demasiado putrefacto, demasiado real. Desde la primera página, me di cuenta de que ciertamente, esta historia iba a ser distinta. Recuerdo perfectamente esos diálogos tan pesimistas y oscuros recitados por personajes atormentados, acompañados de un dibujo maravilloso de Dave Gibbons con un entintado anaranjado y oscuro, de colores intensos, que nos da la sensación de vivir en una metrópolis sucia y maloliente. Leer esta obra significa trasladarte desde las comodidades de tu cama a un lugar donde el caos, la desesperación e incertidumbre reinan por encima todo.
Alan Moore creó una Tierra alternativa tan creíble y horrenda, que nos infunde terror y tristeza al mismo tiempo.

No me enganchó de forma absoluta desde el principio. No fue algo que leí en apenas unas horas. Al contrario, me llevó un par de días. Es tan densa y extraña que algunos no querrán continuar; en mi caso no fue así. Desde que empecé, a pesar de no haber sido atrapado totalmente, no hacía más que pensar en Watchmen y en que, después de tomarme ciertas pausas de lectura, debía continuar. Y quería continuar no porque otras personas dijeran que fuera una obra maestra, ni por terminarla solo para poder decir "Oh, yo también he leído Watchmen, qué guay soy". No. Quería continuar de forma sincera.
Quería continuar porque la sensación que me recorría el cuerpo mientras estaba leyendo este cómic era algo inesperado y muy desconcertante. Cada viñeta leída me transmitía cientos de emociones distintas, y no eran precisamente alentadoras. Eran desesperanzadoras, decadentes. Sentía la miseria, impotencia. Sin embargo, eran sensaciones que me llenaban, estaban recreadas de forma tan magnífica que quería sentirlas otra vez. Necesitaba introducirme en ese mundo cada vez que leía para volver a sentir todo aquello, ya que era simplemente indescriptible.

Fue entonces cuando comencé a disfrutar otras cosas a ese mismo nivel: la caracterización de los personajes, las reflexiones de los mismos. Estos nos bombardean con sus pensamientos, sus psicologías y vidas; todas completamente diferentes. En muy poco cobran una profundidad abismal absorbente la cual me atrapó todavía más.

La obra va calando en tí poco a poco, y cuanto más lees, más te das cuenta de la perfección implícita e innegable que posee. Es perfecta en todos los niveles, y no estoy exagerando. No hay palabra más adecuada para definir Watchmen que perfecta:

Porque cada diálogo es perfección. No sobra ni una frase; por el contrario, es como si cada maldita palabra tuviera miles de significados, y hubiera estado planeada desde el mismísimo principio. No se pueden contar el apabullante número de frases históricas que puedes leer aquí. Y lo mejor de todo es que no se sienten forzadas. A pesar de la dificultad, riesgo y (argumentable) pretenciosidad, se salen con la suya porque siempre son maravillosas, lógicas, y encajan y funcionan con majestuosa precisión.
Además, la última viñeta de cada capítulo es una frase célebre recitada por alguna importante persona de antaño (cantantes, filósofos, científicos de nuestro mundo) que "resume" de manera exacta dicho capítulo. Eso te hace pensar sobre el increíble trabajo que se ha puesto a la hora de escribir el cómic y la destreza a la hora de planificarlo y estructurarlo. No hay nada que sobre.

Porque la complejidad que alcanza también es perfecta. La composición de las viñetas, el ritmo narrativo y cada maldita escena no son más que una muestra de la habilidad insuperable de Moore. Si eres un lector atento (lo cual recomiendo encarecidamente si te atreves a hincarle el diente a Watchmen) vislumbrarás una estructura interna, una crítica implícita, una planificación asombrosa y exacta. Te das cuenta de que todo estaba pensado desde el principio y los detalles están cuidadísimos, pues nada más empezar ya te dejaban vislumbrar detalles del final. Ves cómo miles de cabos sueltos que quizás te resultaron irrelevantes son atados y el confuso puzzle de 1000 piezas cobra un bello sentido al final de la obra, cuando todas las piezas se unen y dejan ver el más precioso de los resultados.
Para rematar, al acabar cada episodio nos encontramos con una serie de documentos, bien pueden ser libros, fichas policiales, páginas de un periódico o entrevistas escritas. Todos ellos pertenecen al mundo de la historia y son esenciales para entenderla en su plenitud. En algunos casos habrán sido escritos por un personaje o por una editorial de ese mundo. Y todos tendrán el único propósito de sumergirnos más aún en este universo ficticio y hacerlo tan real como el nuestro. Pueden parecer irrelevantes, y quizás quieras evitarlos si tienes prisa, pero no lo hagas- eso es un craso error. Son imprescindibles para apreciar la total maestría de Watchmen, pues aunque los del principio sean algo espesos, los siguientes son a cada cual mejor, alcanzando puntos insospechados de grandeza.

Porque los personajes son devastadores. Como muchos afirman (estando en lo cierto), es la desmitificación del superhéroe. Aquí no tenemos tipos heroicos, altruistas y bondadosos. No son la encarnación de lo correcto, del bien, ni de la cordura. Critica hasta la saciedad el concepto de superhéroe infantil al que las grandes editoriales como Marvel y DC nos tienen acostumbrados, y ya de paso aprovecha para criticar también el sueño americano, y más allá aún: el comportamiento humano en general. Los superhéroes no se ponen el traje porque crean en la justicia ante todo. Algunos lo hacen debido a que es su forma de manifestar un trauma que les ha dejado muy, muy tocados de la cabeza. Otros lo hacen por fama y dinero. Otros son unos dementes que lo utilizan como excusa para prepetrar las más deplorables acciones. Otros simplemente porque quieren liberarse y sentirse jóvenes. Quieren ir en grupo para que la gente no se ría solo de ellos.
Algunos están gordos, son feos, o viejos.
Y no seguiré por miedo a hacer un posible spoiler. Si queréis saber más, leedla, en serio. No os arrepentiréis jamás.

La trama es simple. No obstante, al emular la mismísima realidad, hay tantas implicaciones de personajes, entramados políticos y profundidad en la psique de cada individuo, que la cantidad de subtramas, reflexiones y giros del argumento es innumerable.

El final es asolador. Pero no diré más.

Creo que ya he alabado suficiente esta novela gráfica. En la zona spoiler de abajo, hablaré sin impedimentos sobre los personajes que componen esta obra en mi típico homenaje cutre el cual me gusta hacer cuando algo ha calado tan hondo en mí.

Para finalizar, me gustaría añadir una opinión sobre las nuevas precuelas, secuelas que se han lanzado sobre el universo Watchmen, y la nueva implicación del mismo en las historias de DC Comics actuales: Alan Moore se opuso a esto. Y lo comprendo perfectamente, ya que esta obra fue concebida como algo autoconclusivo, sin la más mínima necesidad de hacer cómics relacionados sobre acontecimientos pasados o mierdas por el estilo. Para mí, ningún nuevo relato en el que aparezan los personajes será canon, pues el único capaz de escribir sobre ellos y sobre el intrincado mundo en el que viven es Moore; y el único capaz de hacernos pensar que pisamos el suelo de cada una de esas calles marginales con simples dibujos es Gibbons.
Quiero pensar que no estoy siendo purista: simplemente no puedo ver cómo destruyen un clásico así.
Tened un buen día.
¡ZONA SPOILER!
¡ZONA SPOILER!

Por dónde empezar.
Primero y principal, he de decir que el Dr Manhattan y su percepción del tiempo me parecen simplemente perfectos. Creo que jamás un cómic había intentado tratar una nueva forma de ver este suceso aparentemente lineal con tanta valentía y atino. Comprendemos un concepto tan abstracto sin un solo diálogo de exposición barata, solo mediante narrativa e introspección del personaje. Leer este episodio es una auténtica experiencia para los sentidos, y realmente te das cuenta de lo increíblemente poderoso que es Manhattan, aún sin haberse acostumbrado todavía a esta omnipotencia.
Lo mejor es que un ser de tal magnitud habría resultado un fiasco en cualquier otro caso... salvo cuando Moore esté en el guión, por supuesto. Realmente plantea y muestra en la cara la arrogancia que poseemos al pensar que la raza humana es diferente de cualquier asquerosa piedra perdida en el espacio. Vemos como un ser que va más allá de nuestras limitaciones simplemente pierde apego por nosotros porque (con perdón de la grosería) le importamos una puta mierda. Él ya no tiene conexión con los humanos, pues está a infinitos peldaños por delante; y aun así, el diabólico autor se las arregla para, en este mar de caos e incertidumbre, encontrar una razón por la que realmente podemos considerarnos especiales. La reflexión de los milagros termodinámicos es acojonante.

Rezaba, en algún momento, algo así como "Todos somos títeres, yo simplemente soy capaz de ver los hilos". ¿Me vais a decir que no es maravilloso?

Rorschach es posiblemente el personaje más profundo, y quizás mi favorito (decir esto en Watchmen es realmene absurdo, pero bueno). Su forma de actuar salvaje y poco moral. Tiene pensamientos (ultra)derechistas, su cara casi inexpresiva con ese pelo rojo que no pintan nada con su manera de ser, y sobre todo, ha sufrido historia llena de maltratos y miseria en la que él ha sido testigo del ser humano en su faceta más horrenda. Desde su madre prostituta que le pegaba hasta el asesino que descuartizó a una niña y se la dió de comer a los perros (supuestamente, me encanta cómo se deja totalmente ambiguo); probando la teoría de que todo lo que se necesita para la locura es un simple empujón. Y esto último no solo se ve en él, sino también en el loquero que trata de curarle por motivos puramente egoístas, por ejemplo. Al comenzar creía en una mentira que se acaba desmoronando cuando habla con Rorschach y desvela el mundo real fuera de la falsa seguridad de la burguesía. Ya desde el principio es un personaje sumamente interesante, pero en cuanto el autor se empieza a explayar en él es cuando de verdad te enamoras de este pobre desgraciado que, a pesar de ser un desequilibrado, una basura, yo considero brutal.

"Yo no estoy encerrado aquí con vosotros. Vosotros estáis encerrados aquí conmigo".

Búho Nocturno y Laurie tienen otro tipo de historia. Son aquellos que representan la madurez, al estar continuamente maldiciendo sus acciones como superhéroes cuando eran jóvenes, oficio cuya vocación atribuyen de forma ingenua a la estupidez e impulsividad de sus anteriores años. No obstante, en el fondo saben que quieren sentirse jóvenes otra vez. Quieren sentir la emoción y la adrenalina. Laurie solo se vestía de justiciera por la presión a la que su madre le sometió e intenta ser más que una simple chica que está allí por su físico o para asegurarse de que Manhattan no destruya el mundo. La apatía de Manhattan, quien ha trascendido simples asuntos humanos, la deja con una sensación de inutilidad y soledad que intenta alejar junto con Dreiberg, uno de los más cuerdos (si es que eso existe). Dreiberg ejemplifica la crisis de los 40, cuando una persona solo es una sombra de lo que fue y lo está perdiendo todo. Está más gordito e incluso tiene momentos de impotencia sexual. Nunca fue una persona demasiado amena y firme, es más bien dócil, aburrido, y lo sabe. Esto se demuestra perfectamente en su ensayo sobre aves, más concretamene búhos. No son los personajes más apasionantes en la historia, pero siguen siendo un prodigio narrativo, una constante crítica aplastante y un deleite absoluto de lectura.
La historia de Sally Jupiter con el Comediante es sencillamente acojonante. Un retrato de la crueldad humana en un acto tan despreciable como una violación, y la dependencia que esta puede crear en una traumatizada mujer que no merece lo que le ocurrió. Lo mejor es que esto fue el fruto que dió paso al nacimiento de nuestra protagonista. Brutal.

El Comediante es extremadamente complejo, y eso que en la línea temporal de la historia está muerto y solo sabemos por él de anécdotas y flashbacks. Porque él es un desvergonzado cabrón, un violador, un sádico y un asesino. Pero la obra te deja caer que es así porque él conoce la verdad. A pesar de la basura humana que representa, desde el comienzo, él fue verdaderamente el más listo de todos. El rey del humor negro. Derrotó en un combate y en un argumento a un joven Ozymandias, al mismo tiempo que le hizo abrir los ojos. Estuvo siempre de parte del gobierno haciendo lo que le daba la gana y se salió con la suya con la violación de Sally. Conocía la decadencia y el sinsentido del mundo, lo que le invitó a sumirse en el más oscuro pozo de cinismo. Él es escoria, sí. Pero es la peor escoria que puede haber: escoria inteligente.

Ozymandias es aquel empresario que, aparentemente, antaño creyó en algo y ahora no es más que un aprovechado que vende su imagen y su persona. Lo que no sabemos es que es la mente maestra que está tras un plan que salvará a la humanidad, a costa de la vida de millones. Su plan es simple pero retorcido y estúpido al mismo tiempo. Necesita miles de detalles para salir a la perfección. Al principio creemos que estamos ante un asesino de superhéroes, cuando no se trata más que de una farsa creada con la intención de despistar a nuestros protagonistas y alejarlos del verdadero objetivo: exiliar a JonVeidt es el mejor de todos. A pesar de su edad, está en plenas condiciones físicas. Es capaz de derrotar a todos y hasta de atrapar balas con sus propias manos. Su madurez ha alcanzado su inteligencia y, realmente, no hay nada que pueda pararlo. ¿Significa, pues, que está en lo cierto? No. Él no es más que otro enfermo y horrible ser humano cuyo plan no se sostendría en ninguna posible circunstancia.
Desde el principio vemos el reloj, marcando casi las 12 menos 10 de la noche. Y poco a poco, con cada nuevo capítulo, vemos cómo un chorreón de sangre se acerca. Al principio no creí que esto tuviera un significado más allá de lo metafórico. Me equivoqué. Con las primeras páginas del último capítulo, me quedé sin respiración. Toda esa destrucción. Toda esa gente, de cuyas vidas habíamos sido testigos, masacrados, despedazados. Y todo para conseguir la... ¿paz? ¿El fin justifica los medios? Ozzy ha conseguido lo que quería, pero, ¿ha valido la pena el coste? ¿Será de verdad el futuro un sitio tan brillante? Claro que no.

Seguro que me dejo miles de cosas. Me da pena, pero debo aprender a hacer críticas más cortas y menos densas. Solo me queda decir esto: gracias, gracias a todos, personajes ficticios y personas reales, por esta experiencia única.

2 comentarios:

  1. Definitivamente es una obra maestra. Esas mencionadas secuelas y precuelas que le han hecho parecen escritas por un niño en comparación. Son un chiste de muy mal gusto. Lo q difiero de tu comentario es que la película no es para nada mala, se rescata a ese rorschat desenfadado y cínico que mata al enano criminal con una escena formidable. Debo decir además q pienso (un poco) como Nolan, ya que no podemos tomar los comic como la santa biblia. Muchos de sus defectos se pueden mejorar a la hora de pasar a la gran pantalla. Sino miren el joker q desarrolló, mejor q el del cómic. Lo mismo sucede con la película de watchmen, que en realidad pasó un poco desapercibida porque en realidad no fue comprendida. El punto débil de snyder,no sabe narrar con claridad. Pero se deja ver y muestra a la mayoría de los personajes con cierto acierto. Al principio la película me pareció igual que la opinión de este post, pero aprendí que las películas complejas hay q verlas dos o tres veces (sino más) para alcanzar todos los detalles q usualmente se nos escapan. Eso me hixo cambiar de opinión.

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    1. ¡Muy buenas! He de ser sincero, y es que hace tiempo que no veo la película de Snyder. Quizás tengas razón, y con un segundo visionado actual sería capaz de apreciarla mejor. Estoy de acuerdo con la afirmación de que Snyder no es "el mejor" narrador. Su estética es impecable, no obstante, a veces falla en el argumento. Creo recordar que con su Watchmen, Zack glorificaba demasiado la violencia y los superhéroes (pensamientos contrarios a los del cómic), pero, ¡yo podría equivocarme perfectamente! En cualquier caso, muchas gracias por comentar y por expresar tu opinión con buen rollo y respeto. ¡Un gran saludo!

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